La Fundación Amurga entregó ayer sus premios del año 2015, que recayeron en una docena de personas e instituciones que se han distinguido por su labor social y por sus proyectos de investigación en los campos de la medicina, la ingeniería, la economía o el medio ambiente. Esta entidad, creada por la familia Del Castillo y Escudero, también concedió veinte becas de estudio a otras tantas familias con hijos superdotados o con dificultades económicas.
El Hogar de Ancianos Nuestra Señora del Pino de Tafira Baja y el Teléfono de la Esperanza recibieron los máximos galardones de Investigación y Formación, respectivamente, dotados con 10.000 euros. En esta tercera edición se repartieron un total de 100.000 euros entre premios y becas, "un granito de arena" para mejorar la preparación de los grancanarios, según resaltó el presidente de la Fundación, Pedro Agustín del Castillo.
El acto, celebrado en el Tagoror del Jardín Canario Viera y Clavijo, contó con la presencia del presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, y del rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), José Regidor. Entre el público se encontraba el artista Pepe Dámaso, recuperado de su reciente enfermedad.
Sor Manuela García, madre superiora del Hogar de Ancianos Nuestra Señora del Pino, y José Cabrera Pérez, director de la ONG Teléfono de la Esperanza, recogieron sus galardones entre grandes aplausos de reconocimiento a su labor altruista. Sor Manuela, directora y alma del centro de mayores de Tafira Baja, obtuvo el reconocimiento por realizar actividades socioculturales en favor de un envejecimiento activo y saludable, en las que se anima a los residentes a desarrollar sus capacidades físicas y mentales.
El Hogar acoge a unos 400 ancianos de ambos sexos y se financia con las aportaciones de los residentes, más una ayuda pública del Cabildo de Gran Canaria y donaciones de empresas y entidades como la Cruz Roja, el Banco de Alimentos y la Casa de Galicia. El centro está atendido por casi un centenar de monjas y profesionales de la medicina y los servicios sociales.
Por su parte, el Teléfono de la Esperanza ofrece ayuda y asesoramiento gratuito a personas con dificultades emocionales, familiares o económicas. Está presente en Canarias desde hace veinte años y mantiene su actividad pese a la proliferación de ONG especializadas en los distintos campos de las ciencias sociales, pues como recuerda su director, José Cabrera, en esta era de las comunicaciones y las nuevas tecnologías "también existen personas que necesitan ayuda y no saben a quién acudir".
El profesor universitario Gustavo Marrero, que atendió a los medios de comunicación en nombre de todos los premiados, mostró el agradecimiento por este tipo de ayudas económicas y aseguró que, en su caso, le permitirá continuar con su labor de investigación en el campo de la medicina.
"Estamos trabajando y somos líderes mundiales en la detección de tumores cerebrales en tiempo real usando imágenes hiperespectrales, lo que permite al neurocirujano determinar con muchísima precisión la localización exacta del tumor, de tal forma que lo pueda eliminar con mucha más seguridad", explicó Marrero, quien precisó que los 7.000 euros del premio "vendrán muy bien" para la compra de materiales o la difusión de sus investigaciones.
Subvenciones
"Las cámaras que utilizamos cuestan 200.000 euros, pero las ayudas siempre son bien recibidas; afortunadamente, la cantidad de subvenciones en Canarias están aumentando, pero todavía son deficientes respecto a otras regiones del Estado español y de Europa en general; vamos por el buen camino, pero queda mucho trabajo", apuntó Marrero.
La entrega de premios se inició con unas palabras de bienvenida de Juli Caujapé, director del Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo, también galardonado a través del investigador Carlos García-Verdugo, autor del trabajo Estudios Genéticos en poblaciones naturales de especies vegetales autóctonas e invasoras para restauración del medio natural.
Pedro Agustín del Castillo dijo que la intención de su familia es mantener estos premios y patrocinarlos al menos cada dos años. En esta tercera edición se presentaron unas 400 solicitudes.
"Hemos premiado a proyectos relacionados con la búsqueda de entretenimiento para nuestros mayores, para mejorar las operaciones de tumores cerebrales, soluciones al problema de la hiperactividad escolar, la genética, el medio ambiente o la ayuda a personas necesitadas", señaló Del Castillo. A su juicio, "ante la realidad del paro que nos afecta y lo frágil en que se ha convertido el modelo económico en que vivimos, no queda más remedio que evolucionar hacia un modelo basado, además del turismo, en el conocimiento, las tecnologías y la implantación de empresas en la Islas.
Antonio Morales elogió la iniciativa de la Fundación y de la familia del Castillo. "Es importante ligar a la sociedad civil con el conocimiento y la innovación, premiar a la gente que destaca en el campo de lo social, la ciencia, el desarrollo; y que se les permita seguir potenciando su trabajo", añadió.
