¿Qué significa este premio para usted y esta ayuda para la entidad que dirige.

El Teléfono de la Esperanza es una organización que este año cumple 20 años en Canarias y uno de los pilares es la formación de nuestro equipo, personas que estén preparadas para acoger, escuchar y comprender a ciudadanos que estén en situaciones de crisis. Invertimos mucho esfuerzo y recursos en formar a nuestro personal, que en casi su totalidad es voluntariado. Hemos recibido el premio por nuestro plan de formación, que ha durado más de un año y en el que han participado más de mil personas de toda Canarias. Y no solo colaboradores del Teléfono de la Esperanza, sino personas que ejercen su labor social en otros ámbitos.

¿A cuántas personas atienden en el Teléfono de la Esperanza? ¿Con qué personal cuentan?

En el 2015 atendimos a 3.619 personas en total, de las que más de 200 son personas o familias a las que dispensamos un trato preferencial en consultas gratuitas de psicología, orientación familiar y jurídica. El último año realizaron nuestro programa de formación 42 personas y más de 200 participaron en otro tipo de cursos y talleres de mejora de la salud emocional.

¿Cuál es el perfil de la personas que llaman?

Son diferentes tipos de problemas, pero al final son personas que necesitan hablar. Si hay algo que acompaña a la mayoría de las llamadas es la soledad, son personas que se sienten solas. También ciudadanos con problemas familiares graves, personas con depresión, trastornos varios o situaciones de crisis por desempleo. Y en menor medida las crisis suicidas, que estadísticamente tienen un peso menor en las llamadas que recibimos pero a las que dedicamos una atención prioritaria.

El Teléfono d e la Esperanza fue una entidad pionera en la ayuda social, antes del boom de las ONG. ¿Cómo se mantiene entre tantas organizaciones públicas y privadas dedicadas a los asuntos sociales?

Seguimos ahí, la verdad es que llevamos más de 40 años a nivel nacional y aquí en Canarias cumpliremos 20 años durante este próximo otoño. Problemas siempre hay, por eso hemos actualizado nuestra forma de acceder a las personas, ofertando nuevas soluciones, como talleres de duelo para personas que han perdido seres queridos y les está costando remontar. O talleres para jóvenes, o de autoestima. También de autonomía afectiva para personas que tienen dificultades en sus relaciones con otras personas y eso les leva a repetir patrones conflictivos de pareja. Ahí continuamos formando más personas y aumentado los servicios.