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Entrevista a Ángel Víctor Torres

"La carretera de La Aldea se abre a fin de año y la circunvalación en agosto"

"En el Cabildo estamos intentando resolver el conflicto del BIC del Oasis; pero no es fácil, lo reconozco", asegura el vicepresidente y consejero de Obras Públicas y Deportes del Cabildo de Gran Canaria

Ángel Víctor Torres, el jueves en el Estadio de Gran Canaria. JUAN CARLOS CASTRO

La carretera de La Aldea y la IV Fase de la Circunvalación acumulan nuevos retrasos. Aunque no es competencia del Cabildo, algunas críticas se dirigen hacia usted por no presionar al Gobierno de Canarias y por dar fechas que luego no se cumplen.

El Cabildo cumple lo que promete y lo que firma. Son el Gobierno de España y el PP, con sus recortes, los únicos responsables de los retrasos en las obras de La Aldea y la IV Fase, dos carreteras que tenían que estar operativas desde hace mucho tiempo. El Cabildo anunció que antes de acabar el año 2015 iba a transferir 5 millones para la carretera de La Aldea y lo hizo. Luego decidimos aportar 10,9 millones para la circunvalación y ya hemos ingresado ese dinero al Gobierno de Canarias. Este año también hemos tomado decisiones aplaudidas por la ciudadanía. Abrimos el enlace de Piletas, una obra que estaba empantanada y que hicimos en tiempo récord. Actuamos en la carretera de La Aldea ante un desprendimiento y en 17 días se terminó una obra que según los técnicos podía durar hasta dos meses.

Pero hay retrasos.

Es cierto que el Gobierno de Canarias y el Cabildo establecimos la fecha de abril para tener abierta la circunvalación. ¿Qué ha pasado? Por el incumplimiento del Gobierno de España se tuvo que modificar el proyecto. Los recortes obligaron a cambiar una parte del trazado y hemos afectado a tres propiedades. El freno no es por el ritmo de las obras, sino porque aparecen unas expropiaciones que no estaban en el proyecto original. De esas tres expropiaciones, dos y media ya están resueltas, falta muy poco. Yo confío en que en el mes de agosto pueda estar abierta la cuarta fase. No depende de poner más máquinas, sino del acuerdo con ese propietario.

¿Y cuándo se abrirá La Aldea?

Confió en que antes de que acabe este año. Respecto a los plazos que anunció el anterior Gobierno de Canarias, estamos hablando de una demora de dos o tres meses, algo que no me gusta ni a mí ni a los aldeanos, pero las obras han seguido, no se han paralizado ni bloqueado. Estamos trabajando de forma coordinada para que en el año 2016 estén abiertas esas dos vías fundamentales. La de La Aldea por una cuestión casi humanitaria y la IV Fase por el volumen de tráfico. Ese día daremos un gran paso en las comunicaciones viarias de Gran Canaria, pero dejando bien claro que estas dos obras tendrían que haber estado terminadas hace años y no lo están por culpa de los recortes del Gobierno del PP.

El Cabildo siempre apostó por deshacerse del Club Baloncesto Gran Canaria porque no es normal que una administración pública sea la única propietaria de un equipo deportivo de élite. Ahora hay un interesado en comprar el club y el gobierno insular se ha apresurado a rechazar esa operación, ¿por qué?

Cierto que no es normal que una administración pública sea dueña de un club. Lo que hemos dicho es que queremos que ese equipo siga teniendo la idiosincracia y el sentimiento de ser nuestro, de ser grancanario. Que el club sea vendido en un 80% a alguien que no tiene arraigo con nuestra tierra no es el planteamiento que hacemos desde el Cabildo. La idea es otra. Miremos los números. El Instituto Insular de Deportes destina unos 8 millones de euros a subvenciones a clubes deportivos. Aportamos el 50% de la ficha federativa de todas las disciplinas deportivas y también una cantidad importante, 1,6 millones, a una sociedad anónima como la UD Las Palmas.

¿Y cuánto cuesta el club de baloncesto a las arcas públicas?

Lo que se aporta al Granca son 3,3 millones. La publicidad de nuestra isla en el mundo a través de los clubes deportivos es un coste que estamos dispuestos a asumir. ¿Hay alguna duda de que el Granca ha hecho una excelente temporada, de que es rentable para la promoción de la isla y ha llegado a los rincones más inhóspitos de España y de Europa? Eso es indudable. Ante eso, ¿debemos vender el 80% a una persona que no tiene arraigo en el club y que desconocemos totalmente? No.

¿Qué hay que hacer entonces?

Pues reducir cada año la aportación pública y aumentar la externa. Conseguir que el Cabildo se quede con una simple subvención al club. Que el propietario sea la masa accionarial, fundamentalmente de Gran Canaria, empresarios y abonados de la isla, no una sola persona de fuera. A este inversor externo yo le abro las puertas para que, a través del patrocinio, aporte la cantidad que quiera.

El empresariado canario no se ha preocupado hasta ahora por el Granca

El club está creciendo. Se siente como la UD Las Palmas, cada vez tenemos mejor respuesta del empresariado y no lo descarto.

Se baraja ampliar la Grada Naciente del estadio de fútbol, ¿ya hay propuesta técnica?

He solicitado a arquitectura las distintas posibilidades y cada una tiene un coste. La voluntad del Cabildo es que el estadio se llene en todos los partidos y para eso hay que abaratar los precios de las entradas y que sea más accesible para el abonado. Nos dicen en la UD que para eso tenemos que ampliar el aforo. Ahora tenemos 32.000 butacas y no se ocupan, por lo que cualquier aumento que se plantee tiene que ser con la voluntad de que se llene y sea más barato.

En los dos últimos plenos del Cabildo se ha evidenciado la fractura del voto del grupo de gobierno en mociones sobre la nueva Ley del Suelo, el BIC del Oasis de Maspalomas o papel del Ejército. ¿Son esas las únicas cosas que dividen al pacto tripartito de NC, PSOE y Podemos?

Esas son iniciativas que lanzó la oposición para intentar evidenciar las diferencias en el gobierno. La oposición no tiene la voluntad de pedirnos que hagamos algo, que para eso son las mociones, sino poner trampas. Lógicamente hay diferencias, si no hubiese estaríamos todos en el mismo partido político, no en tres distintos. Si analizamos las cuestiones, en la Ley del Suelo no hay discrepancias, pero el PP pedía que aplaudiéramos algo que no conocemos y que todavía esta en fase de alegaciones. En cuanto al BIC del Oasis, estamos buscando una salida entre los tres grupos y no es fácil, lo reconozco.

El PSOE apoya la futura Ley del Suelo desde el Gobierno de Canarias y la cuestiona desde el Cabildo. Explíquese.

No es exactamente así. El PSOE, a día de hoy, aprueba que se abra a la sociedad el anteproyecto de la Ley del Suelo. Y el PSOE del Cabildo, y también el Gobierno, valora que se abra ese debate. Lo que ha hecho el Cabildo, al igual que la Fecam, es presentar alegaciones. Queremos hacer aportaciones desde el punto de vista técnico, filosófico, político y programático para mejorar esa ley.

¿Qué faltas o errores ven desde el Cabildo a ese anteproyecto de Ley del Suelo del Gobierno de Canarias?

Nosotros consideramos que debe haber, obligatoriamente, un órgano medioambiental superior a la competencia municipal. Que coordine un modelo medioambiental para toda Canarias porque no puede haber 88 modelos distintos. En segundo lugar, hay que asegurar que un planeamiento no se pueda judicializar con facilidad. La agilización de los procedimientos es necesaria, pero no debe depender de los momentos económicos, sino con un modelo fijo y sin contradicciones en los informes de las mismas instituciones. La maraña administrativa se debe adelgazar.

En la regeneración del Oasis de Maspalomas el PSOE mantiene desde el anterior mandato una posición distinta a Nueva Canarias. ¿Qué solución propone su partido?

Lo que dijimos con claridad, cuando el anterior gobierno de José Miguel Bravo de Laguna incoó el expediente de BIC como Sitio Histórico, es que el PSOE no entiende por qué habiendo tres informes, dos que decían que el edificio debía ser declarado BIC como monumento, y un tercero que hablaba de Sitio Histórico, se le hizo caso a la propuesta de una persona externa en vez de a los dos informes de los funcionarios del Cabildo. Esa es una anomalía real, porque lo normal y lógico es hacerle caso a tus funcionarios. Y si se hubiese hecho caso a los técnicos del Cabildo hoy no se podría construir una mole en el Oasis, que es lo que se denuncia, y habría una protección medioambiental clara. A partir de ahí hubo un gran embrollo y una serie de conflictos políticos y judiciales que van mucho más allá de lo medioambiental, que tienen más que ver con lo empresarial y lo comercial. Ahora hay que mirar al futuro y el Cabildo tiene la obligación de hacer una propuesta. En eso se está trabajando, llevamos unas semanas en ello y confío que sea la mejor solución para todas las partes y que ninguna se vea perjudicada.

El presidente Antonio Morales se ha comprometido a resolver el conflicto empresarial del Oasis en pocas semanas, algo en lo que ya fracasaron el anterior gobierno insular del PP y el anterior presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero. Por lo que ha trascendido, no hay avances. ¿No se expone el Cabildo a un nuevo revés, incluso a complicar aún más la renovación turística de esa zona con el recurso judicial del BIC?

No he escuchado al presidente decir que se compromete a solucionar el problema en pocas semanas. A lo que nos hemos comprometido es a plantear una salida, una solución. Reconocemos que no es fácil con estos antecedentes, pero sí se va a poner sobre la mesa una propuesta y la van a conocer todas las partes implicadas. Cuando hay varias partes implicadas hay que buscar el consenso entre todos. A mí me gustaría que se pudiera poner ya el punto y final a este conflicto.

En el conflicto de las cabras asilvestradas da la impresión de que ha sido el propio gobierno del Cabildo el que se ha metido en el atolladero, al propugnar primero la participación ciudadana y al imponer después su decisión sin atender las demandas de los grupos más sensibles con el sufrimiento de los animales. ¿Cómo lo ve?

Primero, en el gobierno del Cabildo amamos tanto a los animales como cualquiera. Este es un tema complicado y hiere sensibilidades, también a nosotros. No nos gusta ni maltratar ni matar animales o lo que sea. Es un asunto complicado que afecta a la flora, la fauna y especies endémicas. No entiendo que ahora se lancen ataques políticos porque esto se ha hecho por los distintos gobiernos de nuestra isla y en otros lugares. No nos gusta tomar estas medidas, pero tampoco hemos visto sobre la mesa otras posibles soluciones efectivas para el control del ganado.

Es curioso que los dos asuntos que más se le están atragantando al Cabildo, las cabras y el BIC del Oasis, son precisamente en los que se han mantenido las tesis del gobierno anterior del PP.

No estoy de acuerdo con esa apreciación. En el BIC hemos buscamos una solución, lo que no se ha conseguido hasta ahora. Y respecto a las cabras, es cierto que ya lo hacía el gobierno anterior del PP, pero es que no hay otra opción.

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