La Provincia - Diario de Las Palmas

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Miradas sobre la Isla Estampas de 1920 a 1950

Excursión a la memoria

El hijo de Juan Melián charla sobre la muestra con 161 fotografías de su padre en el Club LA PROVINCIA - 'Pictografías' cierra esta semana

Un paseo por una sala se convierte en una excursión a la memoria. Las fotografías de Juan Melián Cabrera (Las Palmas de Gran Canaria, 1900-1964), expuestas al público por primera vez, suponen un viaje en el tiempo. Bajo el título de Pictografías, la muestra en el Club LA PROVINCIA (León y Castillo 39, hasta el 13 de mayo, con entrada gratuita) transporta al visitante hasta las tierras y las gentes de otra época, entre las décadas de 1920 y 1950, en Gran Canaria, fundamentalmente, pero también de otros puntos del Archipiélago y de la Península, incluso de varios países europeos y africanos.

"Era muy viajero, pero vivió la mayor parte de su vida en Gran Canaria", recuerda su hijo y comisario de la exposición, Rafael Melián García (Las Palmas de Gran Canaria, 1946). Cofundador del colegio Viera y Clavijo tras su estancia en la Residencia de Estudiantes de Madrid de la Institución Libre de Enseñanza, Juan Melián "conocía la geografía de Gran Canaria bastante más ampliamente que la gente de su época, antes no viajaba casi nadie, era muy excursionero, un senderista cuando aun no existía ese nombre, las cumbres le encantaban", recuerda Rafael Melián sobre los periplos por la isla redonda de su progenitor, en muchas ocasiones junto al pintor Nicolás Massieu.

También "nos metía con calzador a los siete hermanos en un coche para pasar los sábados en la finca familiar Las Trincheras, en Melenara, o hacer excursiones por toda la isla", añade Melián García, profesor jubilado de inglés en bachillerato, junto a una imagen de un Citroën al lado de un muro cubierto de geranios en la carretera a Los Berrazales. Docente de francés y lengua en la enseñanza secundaria, Melián Cabrera nunca ejerció la fotografía como profesión, aunque ganó varios concursos, sólo "enseñaba las imágenes en el círculo familiar y punto, pero dedicaba una cantidad de horas tremenda".

Más de 1.700 negativos

Entre una y doce horas dedicó, posteriormente, su hijo a "restaurar, clasificar y escanear" cada fotografía durante un decenio, "y el último año casi a tiempo completo", destaca Rafael Melián.

Aunque la mayoría del material ya se encontraba localizado en el domicilio familiar, el archivo experimentó un incremento tan inesperado como afortunado. "Mi padre se mudó en los 30 a casa de sus suegros en la calle Los Balcones durante unos años , luego se fue a vivir a Tafira, pero se olvidó una caja de zapatos llena de negativos, que apareció entre unas vigas cuando fueron a alquilar el edificio hace unos años", relata Melián García sobre el hallazgo gráfico.

Entre alrededor de 1.700 negativos, el comisario eligió 161 instantáneas para la muestra. "El primer considerando de la selección era la calidad fotográfica, el valor artístico, y luego, un recorrido por todo" el trabajo de Juan Melián.

"Mirada poética"

El álbum familiar no sólo atesora un valor emotivo, sino también estético. "Navegar entre cientos de fotografías ha sido tarea difícil para Rafael Melián, su hijo, que ha ido seleccionando crítica y emocionalmente cada una de las imágenes que hoy vemos en esta magnífica exposición, Pictografías, recuperando del olvido, intercambiando memorias, y jugando entre tiempos y distancias...", consideró, en un artículo publicado el viernes en LA PROVINCIA, la catedrática de Dibujo Contemporáneo de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna y miembro de la Real Academia Canaria de Bellas Artes, María Luisa Bajo Segura.

"Son paisajes que forman fragmentos de vidas, y cuyas lecturas atemporales se asoman fuera del tiempo y del espacio real. Quizá ésta sea su mejor mirada poética en la que mantiene su discurso", valora la académica oriunda de Madrid y residente en Arafo (Tenerife).

También afincado en Tenerife, desde los años 60, Rafael Melián define a su progenitor como un "esteta, de soltero ya tenía una colección de pintura importante en casa de sus padres. Se trajo la pasión por la fotografía de la Residencia de Estudiantes, siempre lo recuerdo con una cámara", apunta el comisario de la exhibición, igualmente "muy aficionado" al arte de la escritura con la luz por herencia paterna.

De hecho, dos imágenes de Melián García cuelgan junto a otras de Melián Cabrera en Pictografías para comparar la evolución del paisaje en Las Lagunetas. Una tercera instantánea de la muestra tampoco luce la firma de Juan Melián, ya que aparece al fondo del plano con una cámara entre las manos en medio de un combate de boxeo entre, supuestamente, Luis Buñuel e Isidoro Luz Cárpenter en la residencia estudiantil de la madrileña colina de los Chopos.

Equipado con máquinas Voigtlander y Leica, realizó la mayoría de imágenes con película en blanco y negro, aunque también se convirtió en pionero del color en la isla con un artefacto View Master. "No sé cómo demonios tuvo acceso a esa tecnología, porque esa cámara se presentó en Nueva York en el 52 y mi padre ya tiene registrada [en color] una regata en Taliarte en el 53, y en esa época los avances no llegaban a la velocidad de ahora, hasta tenía que mandar a revelar por correo postal a Estados Unidos y después a Francia", apunta el también licenciado en Filosofía y Letras, especialidad en Filología Inglesa, por la Universidad de La Laguna.

Antaño, precisamente, en la obra de Juan Melián "llamaba la atención el color, como los cuadros de Colacho Massieu, que la gente de Las Palmas criticaba por sus tonos irreales". De este modo, las excursiones de los dos amigos por la isla descubrieron muchos parajes recónditos a sus paisanos contemporáneos al plasmarse tanto en negativos como en lienzos.

"El maridaje entre pintura y fotografía constituye una de sus constantes. En algún momento, estas imágenes del siglo pasado, encuadradas con gran perfección, nos llevan a pensar en la habilidad del director de fotografía de una película", observó el director del Club LA PROVINCIA, Javier Durán, ante la inauguración de Pictografías a finales de abril en la sala de León y Castillo 39.

A falta de cuatro jornadas para su cierre, Rafael Melián se muestra feliz por el resultado de la muestra: "No sé si la gente es muy educada o muy amable, pero a todo el mundo le encanta, los mayores reconocen sitios o parientes y los jóvenes van por la belleza de las fotos es una gran satisfacción". En su opinión, "se debe difundir y hacer accesible la obra de cualquier creador, por decencia, pero si además es tu padre, la motivación es doble".

Tras el cierre de Pictografías, Rafael Melián García piensa tomarse "un descansito" antes de afrontar, como último objetivo, la publicación de un libro con las imágenes de su padre. Por supuesto, las fotografías de Juan Melián Cabrera se encuentran también a disposición de todos los interesados en su investigación para, finalmente, convertir el álbum familiar en archivo insular, para transformar la memoria individual en memoria colectiva.

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