La tercera etapa del rodaje de la película 1898. Los últimos de Filipinas se inició ayer en el casco de Santa Lucía, en una zona convertida en un paisaje salvaje y una iglesia tras 45 días de trabajo para convertirlo en el sitio de Baler. Después de las 13.00 horas empezaron los rodajes interiores, produciéndose un silencio en el entorno con cortes de tráfico incluido. Las diferentes escenas se irán rodando en el paraje habilitado hasta el 1 de julio.
El sitio de Baler, desde el 30 de junio de 1898 al dos de junio de 1899, fue un asedio al que fue sometido un destacamento español, entre los que había dos canarios, por parte de los insurrectos filipinos en la iglesia del pueblo de Baler, en la isla filipina de Luzón, durante 337 días. Desde diciembre de 1898, con la firma del Tratado de París entre España y Estados Unidos, se ponía fin formalmente a la guerra entre ambos países, que habían firmado un alto el fuego en agosto, y España cedía la soberanía sobre Filipinas a Estados Unidos. Debido a esto, los sitiados en Baler son conocidos como los últimos de Filipinas.
Setenta años desde el estreno de la única película sobre el sitio de Baler, España regresa la mirada cinematográfica a aquellos españoles que resistieron el asedio filipino tras la pérdida de la última colonia en 1898. Con ánimo de difundir al gran público la dramática gesta del destacamento español en Filipinas, comienza el rodaje de 1898. Los últimos de Filipinas, dirigida por Salvador Calvo, y protagonizada por la primera división del cine español.
Esta historia ya se narró en la película del año 1945 Los últimos de Filipinas. Sin embargo, el director Salvador Calvo aseguró durante la presentación de la película que no pretende dar forma a un remake de la cinta que se estrenó en 1945, de corte "franquista" y cuyo objetivo era "contar las glorias del imperio". Así, en esta ocasión, el enfoque se centra en las consecuencias de los conflictos bélicos.
Luis Tosar, Javier Gutiérrez, Karra Elejalde, Eduard Fernández y Carlos Hipólito se han embarcado en este ambicioso proyecto cinematográfico de aventuras, de miserias y de resistencia que, en palabras de Tosar, pretende aportar "luz" a la memoria de una buena parte del público español que ha olvidado la España donde nunca se ponía el sol.
Antes del lunes, los actores han estado montando varias escenas en Guinea durante diez días, de los que los actores guardan un buen recuerdo, pero que también aclaran que fueron unos días muy duros. El pasado fin de semana lo hicieron en Tenerife. La antigua estación del Jet-Foil y El Correíllo La Palma fue el escenario escogido para rodar varias escenas de 1898. Los últimos de Filipinas.
La chimenea del emblemático buque de vapor canario, que hace un mes cumplió el 104º aniversario de su botadura, volvió a soltar humo a lo largo de la jornada de filmación. Era la primera parte del periplo canario de este largometraje, que ahora permanecerá nueve semanas en Gran Canaria, donde finalizará el trabajo.
El rodaje en Santa Cruz de Tenerife se limitó a los alrededores de El Correíllo La Palma, que se encuentra atracado en el Puerto chicharrero desde 1986. El buque salió del Muelle y fueron grabadas imágenes aéreas gracias a la utilización de un dron, aunque el barco se encontraba totalmente vacío puesto que su estado no permite la navegación con pasajeros.
En la noche del pasado lunes llegaron a Santa Lucía y Tunte el director Salvador Calvo y una gran parte del equipo artístico, entre los que se encontraban además de los citados Álvaro Cervantes, Ricardo Gómez, Miguel Herrán, Patrick Criado, Emilio Palacios y Alexandra Masangkay.
La empresa que se ocupa de la contratación de todos los mil figurantes es Mamen Films y su responsable María Pilar Moya. El equipo está formado por 100 personas. La película, cuenta con la producción de CIPI Cinematográfica, SL, y con la colaboración de TVE, 13 TV y el ICAA.
Pero, la realización de la película también ha supuesto la generación de economía local, especialmente en el hospedaje y comidas de los actores, la colaboración de Viveros El Rosal, que ha aportado 16 contenedores de plantas y cinco empleados, la contratación de 25 desempleados de Santa Lucía por parte de la empresa Glopi. Para Sheila López, "el rodaje revitaliza el casco de Santa Lucía". Miguel Ramírez valora positivamente el evento, para quien "ojalá se realicen dos o tres películas al año".
