La antigua Bodega de Santiaguito volverá a abrir sus puertas. El Ayuntamiento de Guía cierra un acuerdo para la compra del inmueble en el que se encontraba la histórica tienda del queso de flor situada en el casco y que se convirtió en un destino de referencia gastronómica internacional hasta su cierre en 2007, tras la jubilación de su responsable Santiago Gil. El emblemático inmueble, con 105 años y que cuenta con la máxima protección arquitectónica, se reconvertirá en el Centro Etnográfico Local para el Fomento y Divulgación Turística, que tendrá como referencia el producto estrella con denominación de origen, pero también tendrá hueco para la artesanía y el turismo.

Nueve años han transcurrido desde que la Bodega de Santiaguito o la tienda de Chago, como se denominó en distintas épocas, echó el cierre. Los intentos de decenas personas, a través de una campaña de recogida de firmas para que no desapareciera uno de los últimos reductos de venta directa del queso de flor y la difusión de su historia para los turistas, fueron en vano. Tras la jubilación de Santiago Gil en 2005 y la imposibilidad de su hijo Eduardo para hacer frente a las nuevas condiciones del alquiler, dejaron casi húerfano a este producto estrella en el centro de Guía.

El Ayuntamiento ha cerrado ahora un acuerdo con la familia Sarmiento Pérez, propietaria de este inmueble de unos 175 metros cuadrados localizado en la esquina de las calles Médico Estévez y Marqués del Muni, para reconvertirlo en un edificio municipal y volver a recuperar su viejo espíritu. Para ello desembolsará unos 100.000 euros en la compra de este edificio, que cuenta con una protección integral por su interés histórico.

Una vez se formalice la compraventa, Guía espera alcanzar un acuerdo con el Cabildo para financiar la puesta al día interior del inmueble, que era famosos por sus añejos mostradores, los cañizos, las viejas fotografías y los muchos vestigios históricos. Era un auténtico museo viviente, por donde pasaron personajes como el doctor Gregorio Marañón y el tener Kraus Allí se mostraban recortes de periódico y cartas de los turistas que visitaron a Santiago Gil en sus cerca de 60 años detrás del mostrador, llegando a vender hasta 500 kilos de queso picado en un día.

El nuevo Centro Etnográfico servirá de referencia para la venta del queso de flor, pero también para productos artesanos y como punto de información turístico, según el concejal de Desarrollo Local, José Manuel Santana. El alcalde, Pedro Rodríguez, ha destacado el valor histórico y etnográfico del inmueble, y por ser parte de la memoria colectiva de Canarias.

El edificio es centenario, según el Archivero del Ayuntamiento, Sergio Aguiar, ya que estaba en pie en 1911.