"La sociedad ha sido más inteligente y solidaria que los gobiernos en muchos casos, que en crisis han optado por recortar en vez de respaldar, y prueba de ello son los voluntarios de los bancos de alimentos", afirmó el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, durante la inauguración XXI Congreso del Banco de Alimentos de España que se celebra por primera vez en la Isla, con la presencia de representantes de 50 de sus entidades.

Morales agradeció ante los más de 200 asistentes al acto la "gran obra altruista" que realizan los voluntarios al dedicar su tiempo libre a los sectores más desfavorecidos de la sociedad y citó, en clara alusión a ellos, la frase "la solidaridad es la ternura de los pueblos" de la poeta nicaragüense Gioconda Belli.

España tiene 55 bancos de alimentos y el de Las Palmas, en concreto, cuenta con la cooperación de más de 200 entidades benéficas y ha sido reconocido con el Roque Nublo de Plata en el apartado de Solidaridad por el Cabildo de Gran Canaria, entre cuyas primeras medidas del actual mandato estuvo la aprobación de un plan de choque contra la pobreza y otro para favorecer el empleo, recordó el presidente del Banco de Las Palmas, Pedro Llorca.

"Nuestro objetivo es que la gente no tenga que recurrir a las entidades benéficas para que se cumplan sus derechos sociales, hay situaciones de emergencia social a las que no se responde desde las instituciones públicas", lamentó Morales, quien se refirió a la estrecha colaboración entre el Banco de Alimentos de Las Palmas y la Institución insular para combatir la desigualdad social a través del Plan de Choque.

Al mismo tiempo, agradeció al presidente de la Federación Española de los Bancos de Alimentos, Nicolás Palacios, que escogiera Gran Canaria para celebrar su congreso porque "para que la Isla sea también un referente no solo por sus paisajes, su clima y su gente, sino también por la solidaridad de sus ciudadanos y organizaciones".

Ambos coincidieron en que, aunque el desarrollo de una sociedad se mide por su producto interior bruto, indicador insoslayable del avance económico de la sociedad, no hay que olvidar "otros índices como el desarrollo humano y el progreso genuino".

Y es que, desde el estallido de la crisis financiera internacional y la burbuja inmobiliaria española en 2008, a lo que se han sumado los recortes, se han producido despidos masivos en sectores económicos importantes, lo que ha provocado que la pobreza y la exclusión social se hayan disparado al tiempo que los que más tenían multiplicaban sus beneficios, con lo que "las brechas sociales se han abierto alarmantemente".

El drama del desempleo y el aumento de personas paradas de larga duración en los últimos años han provocado que en cientos de miles de hogares haya faltado algo que no faltaba nunca, la comida, y precisamente cuando más necesario eran los servicios públicos sociales, se impusieron las políticas de austeridad, subrayó Morales.

"No puede haber una economía sana sin una sociedad sana, no puede haber salvación ni salida de una crisis si no nos salvamos todos, si no se salva la gente que peor lo está pasando", sentenció.