Los aldeanos ven estos días cómo la nueva carretera se acerca hasta sus casas. Las obras ya han llegado al Barranco de La Aldea, donde se construye el viaducto que atravesará el cauce y enlazará con los distintos barrios del pueblo. Ese puente está situado a un kilómetro de la desembocadura del barranco y es uno de los últimos hitos arquitectónicos de la obra, cuya conclusión está prevista para los meses de verano de 2017.
Antes, en diciembre de este año, entrará en servicio el tramo entre El Risco y el enlace de Andén Verde en su totalidad, una parte de la vía en la que está localizado el túnel, de 3.145 metros de longitud, y el viaducto del Barranco de la Arena, el más alto de toda la carretera con más de 30 metros de altura.
Al contrario que en la construcción de los túneles, que quedan lejos de la vista, los vecinos son ahora testigos directos de los trabajos en el viaducto que une las dos orillas de La Aldea -el otro puente está en la playa- y empiezan a creerse los plazos para la terminación de la primera fase de la carretera.
Este barranco es uno de los más caudalosos de Gran Canaria, puesto que acoge el cauce de la cuenca de Tejeda, donde se ubican varias de las presas de mayor capacidad de la Isla. Esta es la cuenca más importante que atraviesa la nueva carretera, con un caudal máximo de más de 1.200 metros cúbicos por segundo para un período de retorno de 500 años.
"Por ello, además de dimensionar la estructura para soportar el tráfico de la carretera, ha sido necesario analizar las condiciones hidráulicas de funcionamiento en avenidas y se ha estudiado la afección que puede tener el curso del agua en el Barranco de La Aldea sobre los estribos y pilas de la estructura, para evitar que las cimentaciones de los apoyos de los puentes sean descalzadas por las aguas", explicó ayer Ornella Chacón, consejera de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias.
Tres carriles
El encaje de la estructura, precisó Chacón, se ha resuelto mediante tres vanos y tiene una longitud total, entre ejes de apoyos en estribos, de 104,15 metros. Está formado por una losa aligerada de hormigón pretensado. La anchura del tablero es de 15 metros, que permite la disposición de tres carriles de 3,50 metros (uno de bajada hacia La Aldea y dos de subida), arcenes exteriores de 1,50 metros y bandas laterales exteriores de 0,75 metros para las barreras de seguridad.
El procedimiento constructivo se ha dividido en varias etapas: excavación del terreno natural hasta la cota de cimentación; ejecución de las cimentaciones y alzados de pilas y estribos; colocación en tres fases de la cimbra y encofrado, disponiendo los medios auxiliares necesarios; ejecución de remates y acabados.
En la actualidad ya se han completado las dos primera etapas y se está colocando la cimbra y el encofrado para el hormigonado de la primera fase, resaltó Chacón, quien recordó que en enero de este año pidió a la contrata el estudio de un programa de trabajos adaptado a la anualidad prevista en los Presupuestos Generales de 2016.
La UTE que ejecuta la obra informó de que el fin de la obra está previsto para junio de 2017 y prevé la apertura parcial del tramo A, que conecta Andén Verde con El Risco, a finales de este año. Aunque se había pedido un estudio para poder abrir una de las bocas del túnel al tráfico a finales de agosto, por razones técnicas y de seguridad se desaconsejo esa medida mientras se realicen trabajos en la otra boca.
"Tanto la contrata como la Consejería -apuntó la consejera- han trabajado intensamente y de forma coordinada para poder llegar a garantizar que los 26 millones asignados a la carretera de La Aldea se ejecutarán en el plazo previsto". Las infraestructuras de los túneles suponen una inversión de más de 12 millones de euros, a la que se suman los 2 millones de euros del viaducto y los 1,2 millones de euros que se gastan mensualmente en la obra.
Las certificaciones de la obra emitidas con cargo a presupuestos de 2016 son, hasta la fecha y según los datos de los que dispone la Consejería de 1.257.369 euros en enero y 1.234.898 en febrero.
