¿Se trata de una cazoletas donde los antiguos pobladores de Gran Canaria realizaban en piedra ritos mágico vertiendo leche en piedras, o bien se trata de fenómenos naturales ligados al mar? Los expertos estudian el origen de, al menos, una docena de oquedades del tamaño de un plato pequeño y de una gran precisión circular en la zona rocosa de la playa de El Puertillo, en Arucas, de unos 20 centímetros de profundidad y con pequeños canales.
El Ayuntamiento de Arucas tiene previsto revisar este año su Carta Arqueológica municipal. Y en estos momentos estudia si en este documento para la protección de sus bienes se debe incorporar este hallazgo en la costa.
Por un lado, existen expertos en geología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria que hablan de un fenómeno natural realizado por las mareas, a través de un proceso de 'centrifugado'.
Sin embargo, los técnicos de Patrimonio también han encontrado que arqueólogos de La Palma y Lanzarote, que han estudiado estas mismas estructuras, plantean su posible origen aborigen. Además, la cazoleta es un fenómeno poco estudiado, que deja abierta cualquier hipótesis.
Cristóbal Navarro, del Instituto Museo Canario del Agua, descubrió hace un año por casualidad estas pequeñas estructuras, cuando recorría las salinas de esta costa de Arucas. Y desde entonces ha intentado que los expertos estudien su posible origen, para determinar si tiene interés histórico. A su juicio, se trata de unos círculos casi perfectos, situados en una posición horizontal y con una gran similitud entre todos ellos. A su vez, señala que esta colada lávica se encuentran en un triángulo visible con la montaña de Ajódar, que une Guía y Gáldar, y más allá con el Teide, en Tenerife. De ahí que, bajo su punto de vista, podría tener vinculación con un "posible lugar de culto o santuario" por razones mágico-religiosas, para pedir la lluvia o la fertilidad.
Cristóbal Navarro descarta que puedan ser estructuras artificiales para el atraque de barcos. Y apunta que existe una falta de información sobre las cazoletas que deja abierto el posible origen prehispánico, teniendo en cuenta su cercanía con distintos yacimientos.
Estas pequeñas estructuras en roca se han conservado entre los muchos bañistas que frecuentan la playa de El Puertillo, por lo cual defiende su posible señalización para garantizar mayor información de los visitantes, si se confirma su interés.
