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Agaete

"La autenticidad de las romerías dista bastante de los registros fotográficos"

"Desde hace unos diez años los grupos folclóricos se han decantado por una vestimenta de ricos", asegura Candelario Mendoza Cruz, doctor en Medicina y Cirugía e investigador de etnografía canaria

"La autenticidad de las romerías dista bastante de los registros fotográficos"

Habla usted de la vestimenta tradicional en Gran Canaria de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. ¿Por qué ese periodo tan preciso?

En un Archipiélago con solo 500 años de historia no es hasta el siglo XVIII cuando el vestuario asentado en la región puede distinguirse como propio de las islas, que dura como tal hasta la mitad del siglo XIX, que nos define al exterior por sus colores, sus tejidos de lana y el lino elaborados en la manufactura local y que comprende faldas de lana rayada, el uso de jubones, de mantillas, monteras y camisuelas, entre otros elementos.

Luego, ¿qué nos poníamos antes de ese siglo XVIII?

A medida que van llegando los colonizadores cada cual trae la forma de vestir de sus respectivas regiones.

Se trataría de un mixturado importante.

Claro. Llegan de Flandes, de Génova, o de todas las regiones de España, y no es hasta ese siglo cuando se crea un modelo definitorio. Luego, a partir de la mitad del siglo XIX con la Revolución Industrial aparecen nuevos tejidos y modas europeas. Son nuevas prendas, revistas de moda y comienzan a vestirse como los pueblos europeos. Se sustituye la lana y los telares por productos industriales del continente que incrementa una variedad de propuestas.

Y se pierden los distintivos.

Se pierden los distintivos que caracterizan a las islas. Pero enmedio de esos dos periodos, el de la vestimenta tradicional y la industrial, existe un periodo de transición, en la que se mantienen elementos antiguos que se mezclan con los más modernos, derivados de las nuevas modas.

¿Pero en el periodo tradicional éramos muy distintos del resto del país?

Existen unas líneas que son prácticamente las mismas de la península y Europa, con prendas de cintura, de torso y cabeza, pero las formas, colores y disposición es lo que marca la diferencia.

¿Más adaptadas al clima?

Sí. Se adaptan al clima, y sobre todo las islas orientales que son similares a las chilabas y las mantillas del norte de África.

¿Cómo surge entonces la vestimenta de Abaican?

El proceso comienza con la reflexión de que en Gran Canaria estaban surgiendo colectivos folclóricos que hace diez años se decantaron por un vestuario que identifica a las clases más ricas, acomodadas y pudientes, utilizando sedas, brocados y prendas como redecillas o cofias más propias de los goyescos, y que en Canarias se usó de forma residual. Hay que subrayar que la vestimenta del pueblo campesino es la que identifica la vestimenta de una región o comunidad. Es entonces cuando el grupo decide reconducir la situación que se vivía en Gran Canaria para ajustarse lo más dignamente posible al mundo rural campesino desde finales del siglo XIX a las primeras décadas del XX.

Cuánto lo deciden.

Hace seis años y la vestimenta dura tres años de elaboración.

¿En qué fuentes se apoyan?

Fundamentalmente en la fotografía que nace a mitad del XIX que surge en esa época como daguerrotipo, con muchos fotógrafos que vieron a los campesinos como un exotismo a retratar. La segunda proviene del análisis de determinadas prendas testigo, que son aquellas que se han conservado en museos o por particulares y que nos aportan una información más precisa sobre el patronaje o forma de confección; y la tercera fuente se encuentra en las artesanías relacionadas con la vestimenta que estaban conservadas a finales del siglo XX, como eran la tejeduría e hiladura de la lana en las medianías de Gáldar y la sombrerería de Santa Lucía.

¿Además viene con sus secretos, no es así?

Bueno, se ha prestado una especial importancia a un aspecto que habitualmente no se ha tenido en cuenta porque no se ve: la ropa interior. A ello le dedicamos todo un año y de ahí se han reproducido prendas como los cuerpillos, que son los predecesores de los sujetadores, zagalejos, bragas, calzoncillos, que son de algodón porque es el tejido que más se produce a partir de la revolución industrial. No creo que seamos los primeros, porque algunos colectivos ya han prestado importancia a este tema, como el investigador de Lanzarote Ricardo Reguera. Pero además incluyen un muestrario de múltiples prendas que se usaron en las islas, como las mantas de pastor, las camisuelas, chaquetas de estameña, el uso de sobretodos, y un sinfín de detalle que solo pueden verse visualizando a cada uno de los componentes, dado que se trata de veinte modelos distintos.

Oyéndole se podría deducir que un 80 por ciento de lo que se ve en una romería es fantasía.

Desconozco el porcentaje, pero la autenticidad de las romerías dista bastante de los registros fotográficos, que son el elemento que mejor rememora el pasado. En ese sentido ha influido muchas cosas, la desinformación, que la gente no posee un traje y se pone lo primero que tiene a mano y que prima la baratura sobre la autenticidad, incluida la industria china que también se ha subido al carro de la vestimenta tradicional.

¿Zagalejos de Pekín?

Y pantalones de drill y muchas prendas más...

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