El Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada cumple el 26 de julio diez años desde su reapertura en 2006 y festeja esta efeméride con un amplio programa de actividades en el que destaca el hermanamiento con el complejo arqueológico de Altamira. Este encuentro entre el mundo prehispánico y del Paleolítico, bajo el título El largo viaje? de Altamira a la Cueva Pintada, ha sido concebido como una exposición simultánea en los espacios museísticos y arqueológicos de Gáldar y Santillana del Mar, permitirá que por primera vez se vea en Canarias algunas de las piezas más importantes del primer lugar en el mundo en el que se identificó la existencia del arte rupestre de la etapa inicial de la Edad de Piedra y un emplazamiento considerado como la máxima representación del espíritu creador del hombre.

Los responsables del museo y el poblado prehispánico de Gáldar calculan que en estos diez años han superado los 600.000 visitantes en sus instalaciones. "Su puesta en marcha fue, sin duda, el mayor acontecimiento que, en el marco de las políticas de revalorización de nuestro patrimonio histórico, ha vivido Canarias en general, y Gran Canaria en particular en los últimos años", valoró Antonio Morales, presidente del Cabildo. Este calificó este emplazamiento como el yacimiento arqueológico prehispánico más importante y completo de Canarias. "Ha marcado un antes y un después en el modelo de gestión y la puesta en valor del rico patrimonio cultural y arqueológico del Archipiélago", añadió.

El 26 de julio tendrán lugar los actos oficiales con motivo del décimo aniversario. El programa para esta fecha incluirá la representación institucional y, a las 21 horas, un concierto en la Plaza de Santiago del grupo Taburiente. El alcalde Teodoro Sosa destacó que esta cita coincide con las fiestas patronales de Santiago y con la festividad por la copatrona, Santa Ana, por lo que anticipó que Gáldar "estará bonita y cargada de una ilusión doble" con motivo de la primera década del proyecto Cueva Pintada.

Antes, el 12 de julio se inaugura la exposición conjunta que marca el acto principal del programa de actividades del aniversario. Se trata de dos muestras simultáneas que se ofrecerán en paralelo en Altamira y en Gáldar y podrán apreciarse hasta el 16 de octubre de 2016. La responsable del espacio arqueológico de Gáldar, Carmen Gloria Rodríguez Santana, explicó que esta muestra supone un doble hito. Por un lado es la primera vez que se puede apreciar material del Paleolítico en las Islas, especialmente significativa al pertenecer a uno de los emplazamientos más importantes, respecto al arte pictórico, de la prehistoria. Por otro lado, Rodríguez señaló que también es la primera vez que la Cueva Pintada y el mundo prehispánico de Canarias sale, con una exposición homogénea, del Archipiélago y, además, lo hará en un lugar excepcional como son los pabellones de exposiciones del museo de Altamira.

"Queremos acercar a través de esta exposición la primera muestra de arte rupestre de la humanidad, que es el arte rupestre paleolítico, con una de sus manifestaciones más espectaculares como es la de la Cueva de Altamira. Además, vamos a presentar la cultura prehispánica de Gran Canaria en la Península, donde quizás sigue siendo algo desconocida y lo haremos en un lugar con una altísimo número de visitantes", explicó Pilar Fatás Monforte, la subdirectora del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira.

Dos mundos alejados

Los responsables de la muestra explicaron que han articulado la misma como un diálogo entre dos espacios alejados en el tiempo y la distancia pero que tienen algo en común: la necesidad del ser humano de expresarse simbólicamente.

Las carácterísticas de la cueva peninsular corresponde a grupos de cazadores y recolectores que vivían en grutas naturales, en un espacio cuya primera ocupación se remonta al año 36.000 antes de Cristo. En cambio la Cueva de Gáldar recoge la vida de sociedades que surgen entre el siglo VII y el XVI, que fueron agrícolas, pastoriles y con una forma de relacionarse jeraquizada.

El centro cántabro ha seleccionado unas 80 piezas de su colección para entablar "el diálogo que buscamos con las de Gáldar", explicó Pilar Fatás Monforte. Entre estas habrá objetos de todo tipo: los propios de la vida cotidiana de la época, como son los útiles fabricados en piedra y hueso para cazar, pescar o recolectar, hasta objetos con decoración y que forman parte de la manera de expresarse del arte de los recolectores cazadores que habitaron este emplazamiento hace 38.000 años. Además, también se proyectarán imágenes sobre el arte rupestre de Altamira. "No solo los bisontes, sino del resto de manifestaciones animales: como caballos, ciervos o los signos abstractos; para que pueda haber una lectura completa del repertorio de elementos que forman el arte de Altamira", añadió la subdirectora de este centro.

Por su parte, Carmen Gloria Rodríguez Santana, directora de la Cueva Pintada informó que llevarán a Cantabria una selección con buena parte de las joyas de este yacimiento. "La ocasión lo merece, porque es la primera vez que se va a poder contemplar material del Paleolítico en Canarias", señaló. Entre estas, se incluyen piezas de la industria lítica -que son herramientas hechas en piedra- adornos, todo lo relacionado con los colorantes, y, además, enviamos nuestro repertorio cerámico, ya sean recipientes, ídolos, pintaderas, molinos, morteros, espátulas o piezas de cestería y pieles. Entre estas habrá una novedad a la que desde Altamira han nombrado como el Útil Cueva Pintada. Se trata de una herramienta vinculada a la fabricación de cuevas y que solo se encuentra en Gáldar, porque "la Cueva Pintada se construyó junto a la gruta original con picos y con piezas, como esta, que servían para regularizar el suelo", apuntó.

La Cueva Pintada, descubierta en 1873 por un agricultor de la zona, José Ramón Orihuela, obtuvo la declaración de Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico Artístico Nacional en 1972, después de que en 1970 comenzaran las primeras obras de conservación. En 1980 se cerraron las puertas al mismo por el deterioro del interior de la cueva. Durante 1987 se iniciaron dos décadas de trabajos para procesar los datos extraídos de una veintena de campañas desarrolladas en un espacio junto a la cueva de 9.000 metros cuadrados. Se reabrió al público en 2006 tras una dotación de 4,5 millones, de los cuales casi 2,5 millones de euros fueron aportados por el Cabildo de Gran Canaria. En esta empresa también colaboró el Estado, el Gobierno canario y el Ayuntamiento de Gáldar, pasando a ser, además de un museo, un centro de investigación, un yacimiento arqueológico y un centro de interés turístico, cultural y una plataforma educativa de primer nivel.

Este año se afrontará la renovación de la exposición permanente mediante la inclusión de piezas restauradas, fruto de los trabajos de excavación que se iniciaron en 2013 y que supone la cuarta campaña después de la reapertura del museo y del poblado prehispánico del que aún quedan 2.000 metros cuadrados por excavar. Su valor se divide, según sus responsables, entre la conservación y divulgación.