La pruebas presentadas por la Guardia Civil contra la joven acusada de asesinar a un hombre con quien vivía en playa de Arinaga en junio de 2013 tras analizar su teléfono móvil fueron cuestionadas ayer por su defensa, que sostiene que los agentes "ocultaron" contenidos que la beneficiaban.

El abogado defensor Daniel Montesdeoca Rodríguez se refirió a varias conversaciones mantenidas a por la acusada, Arantxa Amoedo, con su víctima, Jordi Burón, y con su hermana Alba, entre otros interlocutores, preguntó a la Audiencia de Las Palmas que "cómo es posible" que la Guardia Civil no incluyera en un informe que elaboró sobre su teléfono móvil. También se quejó de que, a pesar de varias solicitudes para que se los facilitaran tampoco accedieron.

Ya que en ese informe de la Benemérita aparecían mensajes que intercambiaron la procesada y su hermana Alba en 2012, casi un año antes de la muerte de Jordi Burón, citados por la Fiscalía como presuntos indicios de culpabilidad de la joven, y, sin embargo, no figuraban otros mucho más cercanos a los hechos que podrían ser favorables a su representada.

Como prueba de ello, el letrado citó el mensaje "te juro que solo me defendí", que fue enviado por Arantxa a Alba solo un día antes de que el 13 de julio de 2013 se encontrara el cadáver de su pareja en la casa que compartía con él en playa de Arinaga, y otros en los pedía ayuda a su hermana para abandonar al hombre diciéndole "quiero que me saques de aquí".

Esos y otros mensajes se hicieron públicos como resultado de un trabajo de análisis del contenido del teléfono de la acusada y de su correspondiente tarjeta de conexión que la defensa encargó a un perito contratado a tal fin, el doctor en Informática y profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Francisco José Santana.

En la cuarta jornada del juicio por la citada muerte, el profesor Santana presentó una documentación que elaboró para complementar el informe que llevó a cabo la Guardia Civil en relación al contenido del móvil. Tal cometido se lo encargó la defensa de la joven debido a que en el informe oficial no aparecían numerosas conversaciones "que pudieran ser relevantes" para aclarar lo ocurrido.

Conversaciones como unas en las que Arantxa recriminaba a Jordi el trato que le daba, diciéndole cosas como "estás obsesionado, no quiero que te metas en mi vida", "aguanto gritos, malas caras, que me digas que por qué no me apetece hacerlo"; o "que no me grites ni me alces la voz", y "que respetes mis espacios, mi móvil". Santana destacó que las rescató "sin ningún problema", no entendiendo por qué los especialistas no lo lograron. Además, expuso que fotos en las que se hablaba de muerte y se les adjudicaba a Arantxa no eran de ella, como la Guardia Civil aseguró.

El abogado defensor insistió en cuestionar la labor de análisis hecha por la Guardia Civil respecto al móvil de la chica, del que los agentes del instituto armado recuperaron incluso contenidos que habían sido ya borrados pero no extractaron los que sacó su experto que seguían en el aparato.

Contradicciones

Por otro lado, también se mostraron contradicciones entre las médicas forenses y el catedrático en medicina legal Enrique Villanueva. Las médicas indicaron que la víctima estaba en la cama boca arriba, que tuvo una única herida realizada con fuerza de modo vertical entre 15 y 22 días antes de descubrirse el cuerpo; que no se defendió o no se percató de la lesión.

Sin embargo, Villanueva consideró que la víctima estaba "ligeramente incorporado, de pie", que pudo haber un forcejeo o disputa sin dejar rastro; que no todas las manchas se pueden explicar como hacen las médicas forenses. También discreparon sobre el día de la muerte. "El 40% de las autopsias nos deja indiferentes", señaló el catedrático para justificar sus dudas.