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San Bartolomé de Tirajana

Los alemanes cambian las salchichas por las sardinas en San Fernando

La festividad del patrón congrega a unos 3.000 comensales en Maspalomas - El párroco de Arinaga defiende el habla canaria

Los alemanes cambian las salchichas por las sardinas en San Fernando

Alemanes, ingleses, chinos, colombianos, maspalomeros, y visitantes de otros pagos de la Isla, hicieron cola ayer en San Fernando para degustar un plato de sardinas o caballas asadas, con papas arrugadas, bañadas en mojo, y pella de gofio. La festividad del santo patrón reunió en Maspalomas a unos 3.000 comensales, a los que también se les brindó gorra para tolerar los casi treinta grados que caían a las dos de la tarde, además de cerveza y refrescos. Y todo corrió por cuenta de la comisión de fiestas de este poblado del Sur de la Isla.

Para Heike Hottner, que reside en Kaiserslautern, ciudad del Sur de Alemania, "Maspalomas es ya su segunda patria". Mientras aguardaba, junto a su pareja Diana Boehn, en fila a que se acabara la procesión con las imágenes de San Fernando, y la Virgen del Carmen, y que así diera comienzo el reparto de conduto, aseguró que le encantan las sardinas, pero sobre todo el mojo y las papas arrugadas, y fue su acompañante la que apuntó que el gofio no terminaba de convencerle. El de ayer era el sexto asadero al que asiste este alemán, que a sus 40 años ya acumula treinta y siete viajes de vacaciones al Sur. "Salgo del avión y me siento muy bien porque aquí se vive de forma muy sana" señaló Heike , que aún recuerda que vino por primera vez en 1988 en unas vacaciones con sus padres, y que ya sueña con jubilarse para afincarse en Maspalomas. Entre tanto, dijo que se conforma con repertir romería y asadero por San Fernando.

Al rico gofio

También Werner y Lissy, que vivían en Wolsfburgo, la ciudad de la Wolkswagen, y ahora residen en un apartamento que han comprado en el Campo Internacional, eran repetidores en este convite. La pareja disfrutó degustando bajo uno de los toldos habiltadospara la ocasión con tablero a modo de mesa , en los aparcamientos del Colegio Maspalomas I, las sardinas, de las que dejaron solo el espinazo, las papas y hasta el gofio, como si estuvieran a acostumbrados a saborearlos toda la vida.

Otra de las que no quisieron perder este comistraje fue Daniela Kohler, que declaró que se "siente grancanaria" pues lleva 47 años en Maspalomas. Vestida con traje típico, llamaba la atención porque era de las pocas que llevaba ese atuendo, que lo habían lucido el pasado sábado en la romería los lugareños. Esta berlinesa que llegó en su etapa veinteañera a trabajar y lleva un programa en Radio Dunas, mientras hacía de traductora con sus compatriotas, destacó con una gran sonrisa, que celebraba el día del patrón y de Canarias.

Más recatados en sus expresiones y emociones fueron Xido Hui y su hermano, que acudieron acompañados de su padre. Tan sólo pronunció alguna palabra Xido, que tras explicar que tenía doce años y había nacido en Maspalomas, apuntó de todo lo que había en este menú popular lo que más le gustaba era el mojo.

Por contra, los Santana (Juan y Olivia, y su hija Karina) y su yerno Francisco Lozano, platos en mano, se mostraron muy contentos, y sin probar nada decían que estaba todo "muy rico". Estos vecinos de San Fernando confesaron que no se pierden ni un jolgorio de las fiestas de su pueblo, y menos aún el tradicional asadero de sardinas.

A las dos y media de la tarde la cola para llegar a donde se repartía la comida ya daba una vuelta a toda la zona de aparcamientos, de tal forma que los últimos podían parecer los primeros. A la vista de esto daba por sentado Alfredo Domínguez, miembro de la comisión de fiestas, que poco iba a quedar de los 600 kilos, entre sardinas y caballas, que se trajeron de Arguineguín.También había que tener paciencia para hacerse con un vaso de refresco, o cerveza, de lo que cayó, entre una cosa y otra, unos novecientos litros.

Y para que todo saliera a pedir de boca, al frente de los braseros, que la conformaban una línea de ocho bidones cortados a la mitad, estaba todo un comando de vecinos, casi todos de los primeros en llegar a San Fernando, y liderados entre otros por Andrés Santana que se apuntaba ya treinta y ocho asaderos en su haber. "Casi que somos los mismos de siempre, aunque también es verdad que alguno ya no está y ha llegado algún joven", señaló. Además, dijo que siempre el pescado ha dado para todos los asistentes, y antes lo que sobraba se lo llevaban los vecinos para sus casas.

Por su parte, José Rodríguez, que fue uno de los pregoneros de esta edición, junto a Hipólito Pérez, Antonio Cabrera y Roberto Rivero, y estaba en las mismas tareas culinarias, explicaba que la gente de San Fernando siempre ha sido muy acogedora con el turista. A este respecto, apuntó que aún recordaba cuando se acercaban a los tomateros a verlos trabajar, y les daban unos tomates y les entregaban unas monedas. Entre esas estampas de la memoria de este maspalomero está la de los primeros turistas merodeando por el poblado, y como los residentes de entonces "al verles curioseando casi en las puertas de sus casas, a las que era fácil acceder porque sólo tenían pasado el gancho, les invitaban a tomar café" .

Ese trato cercano a la hora de recibir y agasajar al extranjero volvió a marcar la fiesta de ayer en San Fernando. De hecho, en la misa, en honor al santo patrón que tuvo lugar a las once y media de la mañana, el rector del Templo Ecuménico, Benjamín Ramírez, dió la bievenida a los fieles ingleses, mientras que otro sacerdote vinculado a ese mismoTemplo hizo lo propio con los alemanes.

Aprovechó el oficiante de la ceremonia religiosa, Jesús Vega, párroco de la iglesia de San José Obrero, en el Cruce de Arinaga, que tenía a la corporación de San Bartolomé de Tirajana, presidida por Marco Aurelio Pérez, para reclamar "a la clase política que cultive como San Fernando, que fue rey y político, los valores humanos, puesto que no todo es construir plazas y edificios". Asimismo, dado que también se conmemoraba el Día de Canarias abogó este párrococo recuperar la forma de hablar de los canarios, y puso como ejemplo que "ya decimos más vosotros y lo vuestro con lo bien que suena ustedes".

Habían pasado las doce y media del mediodía cuando la diminuta imagen de San Fernando, incrustada en una urna, salía en procesión seguida del trono de la Virgen del Carmen. Se trata de una talla del siglo XVI, según explicaban en la sacristía, que parece que donó la familia del Conde de la Vega Grande, y pasado el tiempo, como se vió que era pequeña para este templo se encargó otra imagen mayor, que reposa a unod e los lados, mientras que otra reliquia, un detalle del manto de San Fernando de Sevilla se guarda como un gran tesoro.

Tras la verbena del solajero, con 'Carácter Latino', la noche se llenó de folclore en Maspalomas con el III Festival del Día de Canarias.

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