El Cabildo y las asociaciones de las personas con discapacidad aprobaron ayer el Manifiesto por la Accesibilidad de Gran Canaria, un documento en el que se recogen doce reclamaciones para lograr la igualdad "real" de estos colectivos y acabar con las barreras físicas o emocionales que impiden su participación plena en la sociedad.

En una sesión simbólica del Pleno del Cabildo, celebrada en el patio de la Casa Palacio, los representantes de una decena de asociaciones - Cermi, ONCE, Cocemfe, Aspaym, Alcer, Plena Inclusión, Afaes, Asociación de Personas Sordas, Fasican y Aspercan- expusieron los problemas que sufren cada día las personas con alguna discapacidad, ya sea física o intelectual.

Después, ocho miembros de esas entidades leyeron de forma conjunta el Manifiesto, que en su primer punto exige que "todas las administraciones públicas cumplan la ley y las normativas, de forma que nunca más se financie o se invierta dinero público en eventos, actividades, jornadas, cursos, obras o campeonatos en los que no se garantice la accesibilidad e impida la participación en igualdad de condiciones de todas las personas".

El presidente del Cabildo, Antonio Morales, dijo que el gobierno insular se ha fijado como prioridad "contar con una isla sin barreras". A pesar de los avances técnicos, "la hostilidad a la que se enfrentan los afectados pasa desapercibida hasta que se experimenta en primera persona", recalcó.

El manifiesto será elevado al próximo Pleno Ordinario como moción institucional, anunció Morales, quien subrayó que "basta pasar un día con una persona con capacidades distintas para verificar que aún queda mucho por hacer para que su participación sea plena y real".

Por su parte, la consejera de Política Social, Elena Máñez, consideró que para lograr la plena accesibilidad "no es suficiente con un cambio en la legislación, pues las leyes por sí solas no cambian una sociedad, y tampoco es siempre cuestión de recursos económicos, sino cambios de actitudes y modelos porque la realidad del día a día hace que no todas las personas puedan participar en la sociedad en igualdad de condiciones".

Lectura del manifiesto

Andrés Mendoza, presidente d e Afaes, inició la lectura del Manifiesto, que en su encabezamiento señala que "la experiencia nos dice que el trabajo conjunto de las administraciones y el movimiento asociativo de las personas con discapacidad será imprescindible para conseguir que Gran Canaria sea un ejemplo y un referente de accesibilidad a nivel mundial".

José Antonio López Mármol, delegado de la ONCE en Canarias, recordó que la accesibilidad "significa seguridad, confort e inclusión, por lo que beneficia a todas las personas, no solo al colectivo con discapacidad, sino también a todas aquellas que de forma temporal puedan tener limitadas sus capacidades, como las madres y padres con carritos de bebé, las personas y los trabajadores en general".

Alejandro Díaz, presidente de Alcer, apuntó que "la discriminación de las personas con discapacidad responde a motivos similares a la que se ejerce contra otros grupos humanos, también alejados del arquetipo social predominante, tales como las mujeres, los mayores, los inmigrantes o las personas con identidades de género y orientaciones sexuales distintas a la establecida".

"Estos grupos sociales - añadió- no disfrutan de los mismos niveles de participación que el resto, y lo que supone una preocupación aún mayor, se encuentran con enormes dificultades para promover cambios en esta realidad; la 'invisibilidad social' de estos grupos representa una barrera".

Luis Fernando Díaz de la Rosa, directivo de la ONCE, utilizó el sistema Braille para leer las dos primeras demandas del Manifiesto, mientras que Cristina Arencibia, representante de la Asociación de Personas Sordas, expuso los tres puntos siguientes mediante el lenguaje de signos. Uno de ellos propone que "se promuevan las representaciones de teatro accesible (subtituladas, audiodescritas y con disponibilidad de bucle magnético) y la proyección de películas accesibles en las salas de cine y festivales".

Yeray Morera Santana, miembro de Plena Inclusión Canarias, planteó que "se fomente la lectura mediante la adquisición de material en lectura fácil, audiolibros, Braille, vídeos subtitulados y audiodescritos". El séptimo punto del documento reclama que las instituciones públicas de la isla garanticen el acceso de las personas con discapacidad al empleo público en igualdad de condiciones que el resto de la población, ya que el trabajo resulta una base fundamental para la autonomía y la plena inclusión de este colectivo".

Manuela Bautista, presidenta de Aspaym, leyó los puntos referidos a los transportes públicos y al turismo accesible. En el punto noveno se pide "trabajar decididamente con los distintos agentes del sector, empresarios hoteleros, medios de transporte, atracciones turísticas, playas, excursiones y también incrementando el número de playas accesibles, dotándolas de aparcamiento, pasarelas, zonas de sombra para personas con movilidad reducida, sillas anfibias, servicios, duchas y personal de apoyo para el baño".

Por último, Tomás Cabrera Tarajano, miembros de Afaes, subrayó que "también existen barreras invisibles que dan lugar a una doble discriminación, como comportamientos y prejuicios que se desarrollan en la comunidad dando lugar al estigma, por ejemplo, el que sufren en su día a día las personas con enfermedad mental".