Las calles de Santa Brígida vibran con el bullicio de las fiestas de San Antonio de Padua, iniciadas la noche del viernes con la lectura del pregón a cargo de Coca de Armas, y la inauguración de la 42ªedición de Florabrígida, con un diseño que quiere recuperar los vergeles de los patios tradicionales. Todo un arranque de los festejos de esta villa del Centro que presagia diversión, cultura y tradiciones.
El programa de ayer sábado fue muy animado, con la quinta edición de la Fiesta de la Cerveza, que estuvo acompañada por un espectacular día soleado que invitaba a refrescarse con las diferentes variedades de esta milenaria bebida. El recinto ferial, una gran explanada donde se encuentra el escenario para los espectáculos y las atracciones de feria que se celebran en la villa, vio cómo crecía la marea cervecera al mediodía, como preludio de un día festivo con numerosas actividades para todos los públicos.
Pese a competir en el 'territorio de los vinos del Monte', las cervezas -rubia, roja, negra- se abrieron paso con más de 200 puestos -que se ocuparon rápidamente, por lo que muchos tuvieron que participar de pie- para tomar cañas, aperitivos y departir un rato con amigos y vecinos, amigas y vecinas, según se trate, degustando cervezas locales e internacionales en una celebración que se consolida en su quinto año y que ya muchos esperan repetir la experiencia.
Pero no fue la cerveza el único atractivo para acercarse ayer al mediodía a Santa Brígida, había más cosas que ver y disfrutar. Así, el programa de actividades incluye la exposición de óleos de Carmen Padrón y sus alumnas en el Club de Mayores, así como la presentación de la nueva publicación musical de la agrupación folclórica Las Goteras, que comenzó sobre las 19.30 horas.
Vehículos clásicos y 'el Lechón'
La exposición de vehículos clásicos se ha aplazado hasta el próximo sábado, pero lo que no ha faltado a su cita es la Fiesta de las Décadas, como homenaje a los estilos musicales y a la moda de los años setenta, ochenta... y que junto a la verbena del lechón volvieron a congregar a cientos de participantes en el recinto ferial a partir de las diez de la noche.
En resumen, una jornada en la que la marea cervecera refrescó Santa Brigida y tuvo tiempo también para la música y la nostalgia.
