Teror se queda sin tartana. El Ayuntamiento cancela el servicio a los tres meses de su puesta en funcionamiento alegando su falta de rentabilidad económica, pese que fue presentado en enero como uno de los proyectos más atractivos para "dinamizar la actividad turística del municipio, aportando una nueva forma de ver la Villa". Sin embargo, distintos partidos señalan que el motivo de fondo es que funcionaba sin los permisos legales. El Pleno eleva la división entre los socios de gobierno (PP, NC, CC y AxT), en una 'guerra' de acusaciones.
El 13 de enero se ponía en servicio la tartana, con la creación de tres rutas diferentes por el casco histórico y hasta Osorio, en una iniciativa de Área de Turismo. El paseo costaba entre los 2,5 euros por persona, hasta los 30 euros por la ruta más larga de dos horas hasta Osorio en grupo. Sin embargo, la propuesta de paseo turístico apenas duró tres meses. La alcaldesa, Isabel Guerra, justifica la decisión en que los resultados económicos hacían inviable continuar con el proyecto.
"No es viable", según la regidora. Sin embargo, el concejal socialista en la oposición, Gonzalo Rosario, señala que existe un problema de fondo en el funcionamiento, ya que existen irregularidades en el proceso de contratación. Este aspecto fue reconocido ayer por el grupo de gobierno, que alude a que no existe una ordenanza específica, por lo que carece de cobertura legal, ya que también debe pasar un trámite de adjudicación.
Irá al juzgado por su imagen
La propia alcaldesa, Isabel Guerra, admitió durante el Pleno celebrado en la tarde del jueves que se iba a realizar un nuevo estudio económico que evalúe alternativas que sean más rentables, y que se sacaría a concurso si finalmente deciden reponerlo, además de los problemas para entrar la tartana en Osorio.
Por otro lado, Isabel Guerra también admitió que la oficina antidesahucios cuenta con un informe jurídico contrario para seguir funcionando, por su duplicidad con el abierto por el Cabildo, aunque ella acusó al PP cuando se cerró de que su socio tomó una decisión injustificable, y su deseo de reactivarla.
A su vez, amenazó al edil de Urbanismo, Juan Trujillo (PP) con denunciarlo "por dañar su imagen personal y como política", si no se retracta por decir que vetó una entrevista realizada en la radio municipal a la consejera de Vivienda del Cabildo, Ylenia Pulido, con este tema de fondo. Ella dice que no se grabó bien, y los 'populares' que solo se repitió cuando lo denunciaron.
