El Cabildo de Gran Canaria está decidido a poner vigilantes en el interior de las Dunas de Maspalomas para preservar ese espacio natural. Aunque el asunto ya se valoró hace años en la corporación insular, ha sido a raíz del incendio que tuvo lugar el pasado martes, y del que se siguen investigando las causas, cuando ha vuelto a figurar en la agenda de Medio Ambiente. Este es uno de los asuntos prioritarios que se abordarán en la reunión que mantendrá el próximo viernes la Junta Rectora de la Reserva Natural de Maspalomas.
En la Consejería de Medio Ambiente, que dirige Juan Manuel Brito, consideran que hay que disponer de agentes que vigilen las Dunas para evitar que siga degradándose. En este sentido, desde la Reserva Natural de las Du-nas se considera que el problema no es tanto la intensidad de pú- blico que accede a este espacio si no la basura que dejan muchas personas, y los refugios o goros que hacen con piedras y ramas de los tarahales y aulagas, que al final, se convierten en un material combustible.
Decisión antigua
Aunque hace ocho años, bajo la presidencia del socialista José Miguel Pérez, el Cabildo adoptó la misma decisión, la única vigilancia que ha existido siempre en la zona es la que realizan los agentes de la de la Policía Local de San Bartolomé de Tirajana, que no acceden a lo que es el interior de las Dunas. Pero, a la vista del estado en que ha quedado las 1,2 hectáreas de aulagas y tarahales que fueron pasto de las llamas, en la Consejería de Medio Ambiente han decidido que es urgente hacer cumplir con la normativa prevista para este tipo de reservas, y también prohibir la circulación por determinadas áreas, cuya vegetación es imprescindible para preservar todo este paraje.
Otro de los viejos proyectos que quiere hacer realidad este departamento es el de sacar arena de la punta de La Bajeta para ponerla en Playa del Inglés, y ver como el ciclo natural de los vientos la devuelve a Maspalomas. El coste económico de esta experiencia piloto, que se quiere llevar a cabo a lo largo de dos años, se eleva a 800.000 euros, y fue una de las actuaciones que aprobó en 2011 el Consorcio de Rehabilitación Turística de San Agustín, Maspalomas y Playa del Inglés, pero no contó con partida presupuestaria.
En este caso, esta actuación parte de un estudio de sedimentación de Maspalomas que elaboraron las universidades de Las Palmas de Gran Canaria y de Cantabria, que observa que en esta playa se pierden 45.000 metros cúbicos de arena cada año, y que en la zona del mar en la que confluyen Maspalomas y Playa del Inglés se han depositado unos siete millones de metros cúbicos.
El traslado de arena se quiere realizar en la temporada baja de turistas, y además, durante la noche para evitar molestias a los usuarios de la playa. Una vez que se lleve a cabo esta intervención está previsto hacer un seguimiento científico de como los vientos laisios se vuelven a llevar el árido otra vez hasta la Bajeta.
