Preocupación vecinal por la aparición de una gran grieta y los desprendimientos en el Roque de Agaete, situado sobre la playa del viejo muelle en Las Nieves. El Ayuntamiento ha pedido la colaboración del Cabildo y del Gobierno de Canarias para tratar de llevar a cabo nuevas medidas preventivas, ante el temor de que pueda suceder algún accidente.
Existen informes desde hace años alertando de los riesgos de la montaña. Hasta ahora solo se habían registrado ocasionales caídas de piedras, sin causar daños humanos. Sin embargo, el problema se ha acrecentado en los últimos tiempos, propiciado posiblemente por las obras de colocación de malas de seguridad sobre la carretera de entrada al barrio marinero, a la altura de la urbanización residencial Sambrano, además de los propios efectos geológicos. Incluso, la ranura ya puede ser visible desde la parada de guaguas.
La situación ha desembocado en la caída casi diaria de pedruscos en la playa de arena, junto al restaurante, generando una mayor inquietud. A esto se suma la presencia de minerales de gran peso que amenazan con desprenderse sobre la zona de baño, donde en estos meses de verano se concentrarán cientos de personas, sobre todo en eventos masivos como la rama y el espectáculo pirotécnico acuático.
El nerviosismo ha llegado al Cabildo y al Gobierno de Canarias, ya que responsables municipales han solicitado su colaboración para tratar de tomar medidas que aminoren los riesgos.
Los vecinos de Agaete siguen recordando el desplome de su elemento más simbólico, el Dedo de Dios, como consecuencia de la tormenta Delta. Ya hace cinco años y medio se registró un derrumbe de un gran volumen de piedras, que alcanzaron la carretera que conduce desde el pueblo a Las Nieves, justo por encima del conjunto de viviendas, causando destrozos en la vía y la alarma entre los vecinos.
Alguna de las piedras del derrumbe impactó sobre algún vehículo, si bien no se registraran daños personales. Uno de los socios del actual grupo de gobierno, Alpa-Nueva Canarias, reclamó hace tres años que se realizaran los estudios y las obras necesarias para solventar este grave problema que afectaba al Roque Antígafo. De ahí la colocación de grandes mallas en las faldas de la mañana, junto a la carretera. Este periódico intentó ayer en varias ocasiones contactar con responsables municipales para conocer los riesgos, pero sin obtener respuesta.
