La primavera en Canarias ha sido "normal" o ligeramente fría, comparada con los valores medios de los últimos treinta años, y de la misma manera también se espera un verano dentro de los valores normales, quizás ligeramente más cálido, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

El delegado de Aemet en Canarias, Víctor Quintero, realizó ayer el resumen estacional de primavera, que se ha caracterizado por temperaturas y precipitaciones cercanas a las medias históricas y sin episodios destacables de frío, calor, precipitaciones, viento ni calima.

Para el verano tampoco se esperan grandes novedades, aunque puede que las temperaturas sean ligeramente más altas y las precipitaciones ligeramente inferiores a lo habitual, aunque estas previsiones a tres meses se realizan con todas las reservas a partir de modelos probabilísticos.

Ese pronóstico se refiere a valores medios, por lo que no quiere decir que no vaya a haber olas de calor, explicó Quintero, quien descartó no obstante que la subida de temperatura de los últimos días pueda calificarse como la primera ola de calor del verano.

En estos días, ni hay un aumento generalizado de temperaturas, ya que se espera que no pasen del entorno de los 34 grados, ni es una situación persistente, ya que a partir del viernes o del fin de semana se producirá un descenso de los termómetros por la entrada de los vientos alisios.

La Aemet mantiene para hoy jueves las islas de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura en aviso amarillo por ese nivel de temperaturas, y el aviso se extenderá mañana viernes al sureste de Tenerife, pero el fin de semana habrá un descenso apreciable, explicó el meteorólogo.

En cuanto al resumen de la estación primaveral, Quintero dijo que las temperaturas fueron las habituales, una media de 19,1 grados, tras un invierno que fue de los más cálidos de las últimas décadas.

A partir de mediados de febrero las temperaturas bajaron y se registró un marzo aún frío, un abril también algo frío pero más cercano a la media y un mayo en valores normales.

En conjunto, temperaturas ligeramente más frías de lo habitual sobre todo en las zonas de inte-rior y elevadas de las islas de mayor relieve.

La temperatura ha ido ascendiendo progresivamente y sin altibajos en una primavera sin episodios destacables en la que la máxima temperatura se midió el 12 de mayo en el Aeropuerto de Fuerteventura, con 31,1 grados centígrados.

Las precipitaciones, que sumaron 24 litros por metro cuadrado de media, estuvieron también dentro de rangos normales tomando como referencia la media de treinta años, y cayeron de forma desigual, con áreas ligeramente más secas de lo normal, como Lanzarote y Fuerteventura, y otras ligeramente más húmedas, como el norte de Tenerife y Gran Canaria.

En marzo y abril no hubo nada destacable en lluvias, si bien en mayo se registró un frente frío entre el 8 y el 10 que convirtió a este mes en el cuarto más húmedo en treinta años.En cuanto al año hidrológico, que va desde el 1 de octubre de 2015 al 30 de septiembre de 2016, por el momento se ha recogido menos lluvia de la normal, con un 8% por debajo de la media de los últimos treinta años.