El dispositivo contra los incendios forestales de Gran Canaria durante este verano estará formado por 232 personas, dos helicópteros y 12 autobombas, según anunciaron ayer el presidente del Cabildo, Antonio Morales, y el consejero de Medio Ambiente y Emergencias, Juan Manuel Brito, durante la presentación de la campaña contra el fuego. Este año 2016 ya se han producido 30 conatos e incendios menores, que han quemado 4,4 hectáreas de terreno.
A los 132 efectivos fijos durante todo el año, con las brigadas Presa en la primera linea contra el fuego y las Bravo en la retaguardia, se suman durante los tres meses de verano otras 100 personas de refuerzo, tanto para labores de extinción como de vigilancia de los montes. La isla, según Morales, dispone de los medios técnicos y humanos necesarios para responder "con solvencia" ante cualquier incendio forestal, con profesionales muy cualificados e implicados en la protección del medio natural.
En caso de necesidad se cuenta también con los bomberos de Consorcio de Gran Canaria, los cuerpos de Protección Civil, los aviones y helicópteros de la Comunidad Autónoma y la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Morales y Brito recordaron que durante esta etapa del año aumenta el riesgo de incendios forestales e hicieron un llamamiento a la población para que evite fuegos en lugares expuestos a la propagación de las llamas, así como la utilización de maquinaria eléctrica como sierras radiales. La ley prohibe realizar hogueras, asaderos y exhibiciones pirotécnicas entre el 1 de julio y el 30 de septiembre, salvo aquellas que estén autorizadas expresamente.
"Los incendios forestales suponen un riesgo importante no solo para el medio ambiente, sino también para la vida y la seguridad de las personas", comentó Brito, quien pidió la colaboración de los ciudadanos para minimizar los riesgos.
La campaña de verano incluye medidas de concienciación contra el fuego, como la recomendación de limpiar los terrenos que rodean las viviendas rurales. Los propietarios de esas casas no necesitan permiso para eliminar la vegetación en un radio de 30 metros, distancia que se considera suficiente para impedir que las llaman alcancen los hogares.
El Cabildo también ha procedido durante los últimos meses a limpiar los márgenes de las carreteras de las zonas cumbreras y ha concedido medio centenar de autorizaciones para que los ganaderos lleven sus animales a pastar a los terrenos públicos. "Con esas medidas se reduce la masa vegetal seca que podría contribuir a propagación de un incendio", apuntó Luis Fernando Arencibia, jefe del servicio de Medio Ambiente del Cabildo.
Los 232 efectivos movilizados en esta campaña, la misma cantidad que en años precedentes, se ven reforzados por la contratación de un ingeniero de telecomunicaciones para poner en marcha un nuevo sistema de coordinación con las últimas tecnologías.
De junio a noviembre están contratados dos helicópteros de extinción de incendios forestales, situados en la base de Artenara. Los aparatos son del modelo Ecureuil, que se caracterizan por ser muy maniobrables y con una alta capacidad de penetración en un territorio montañoso como el de Gran Canaria. Pueden acercarse al suelo para distintas maniobras e incluso depositar al personal de emergencias en espacios reducidos. . explicó Arencibia.
En los seis primeros meses de este año se han registrado 30 incendios o conatos, todos sofocados a tiempo. Uno de los más peligrosos fue el de las Dunas de Maspalomas, que afectó a 1,2 hectáreas de palmerales y tarajales. El año pasado se contabilizaron 53 incendios y se quemaron 75,4 hectáreas.
Aparte del gran incendio forestal de 2007, que quemó casi 20.000 hectáreas durante cinco días, 8.000 de ellas de bosque en las reservas naturales de Inagua y Pajonales, el peor de los últimos años fue 2013, con 66 incendios y 200,9 hectáreas calcinadas.
