Las ciudades de Santa María d Guía y Gáldar afrontaron ayer un nuevo reto de futuro en común tras la ratificación institucional del acuerdo plenario, de ambas Corporaciones, para hermanar dos municipios que comparten no solo las lindes territoriales sino el grueso de su historia y buena parte de su población.

Con dos centros urbanos que no distan más de dos kilómetros uno de otro, con cientos de familias de una y otra parte, y no menos viviendas y barrios mitad de una localidad y mitad de la otra, Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar, y Pedro Rodríguez, de Guía, se dieron un abrazo institucional que abre un nuevo capítulo de trabajo en común en una vega en la que confluyan, como explica el cronista Juan Sebastián López, tantos puntos comunes como en ningún otro sitio del Archipiélago, con núcleos "prácticamente conurbados, como La Atalaya Becerril de Guía lo están con Gáldar y El Salón de Gáldar con Guía", sin olvidar, como también recuerda López, el inicio común de los dos asentamientos tras los primeros pasos de la Conquista castellana.

Tras la división territorial, en 1526, con el rechazo de los galdenses de la época, Gáldar y Guía han vivido una suerte de soterrado pique, con algún que otro sonado pleito, que a criterio de los dos alcaldes ya no es de recibo entregar a las nuevas generaciones. De hecho, desde que presiden sus respectivas corporaciones participan activamente de todos los actos sociales y festivos que celebran sus municipios.

Afirma Sosa, como anfitrión del hermanamiento, enmarcado en las Fiestas Mayores de Santiago, que los verdaderos precursores fueron los Mayordomos de las María, en Guía, que en 2007 le propusieron hacer los votos en las fiestas, tal como se hacía hace siglos. Desde ese momento se reinstauró un lazo, "entre dos corporaciones jóvenes, con mentalidades diferentes a la sana rivalidad, porque nunca llegó la sangre al río, y que tienen la responsabilidad de resolver problemas y velar por el futuro común de nuestras dos ciudades".

Un pensamiento en total sintonía con el de Pedro Rodríguez, que además será el pregonero de las fiestas de Santiago el próximo viernes día 8, en un sentimiento de unión que también es consecuencia "del entendimiento ciudadano y la cercanía de las dos poblaciones", todo ello en un "contexto histórico en el que ya no prima el individualismo, sino que tiene que ver con la fusión de los territorios para adquirir un mayor peso unidos y en comarca".