Los servicios de emergencias que trabajan tanto en el aeropuerto de Gran Canaria como en los municipios cercanos se pusieron en marcha ayer tras ser alertados de la colisión de dos aeronaves en el cielo del Sureste de la Isla. A pesar de la aparatosidad de este suceso, el supuesto accidente fue tan sólo un simulacro que sirvió para comprobar el estado del 'músculo' de los equipos que deberían actuar ante una situación análoga y valorar tanto la capacidad de reacción como su grado de coordinación.

El ejercicio, que mantuvo en todo momento la verosimilitud de un accidente aunque sin llegar a afectar a las actividades aeroportuarias habituales, comenzó pasadas las 10.00 de la mañana, tras recibir el aviso del choque en el aire de un un avión comercial ATR-42 con 42 personas a bordo y una avioneta tipo 'Piper' con otras cuatro en su interior. En cuanto se conoció el suceso, la torre de control activó el protocolo de emergencias e informó tanto al centro de control del tráfico aéreo de las islas como al centro de operaciones y a las autoridades de la base aérea.

En ese mismo instante fueron también notificados el servicio de salvamento y extinción de incendios presente en el recinto y el centro de coordinación de emergencias, de modo que se pudo constituir inmediatamente el puesto de mando desde el que se coordinaron todas las acciones.

De acuerdo con el plan establecido para este simulacro, las dos aeronaves sufrieron un destino diferente. El aparato de mayores dimensiones tomó tierra por la pista 03L, pero debido al choque se salió de la zona de rodaje para acabar colisionando contra el terreno colindante, lo que provocó una rotura del fuselaje, el derrame del combustible contenido en sus tanques y el incendio de la aeronave. La avioneta no llegó a tomar tierra en el aeropuerto y acabó estrellándose en las cercanas montañas del municipio de Ingenio.

El equipamiento necesario para atender a las víctimas, con ambulancias y hospitales de campaña, fue desplegado en ambos puntos para rescatar a los supervivientes y realizar el levantamiento de los cuerpos de las personas fallecidas. De forma simultánea se puso en marcha el protocolo de atención a los familiares de los afectados.

El cómputo final de víctimas simuladas incluyó a cuatro pasajeros fallecidos, 22 heridos de diversa consideración (10 muy graves, uno grave y 11 leves) y cuatro ilesos (dos pilotos, un tripulante de cabina y un pasajero). En total, 16 equipos de diferentes administraciones y dos empresas privadas participaron en el ejercicio.