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Mogán

Veneguera recupera el color verde

El Cabildo y Lopesan firman un convenio para reforestar 500 hectáreas de pino y especies autóctonas - Las fincas de la empresa ya producen papas y frutas

Fincas de plataneras y otros cultivos en el cauce del barranco de Veneguera. LA PROVINCIA / DLP

El Cabildo de Gran Canaria y el grupo Lopesan han llegado a un acuerdo para reforestar casi 500 hectáreas del barranco de Veneguera, en el municipio de Mogán, dentro del Parque Rural del Nublo. El convenio se firmará la próxima semana y recoge la plantación de pinos, la creación de un bosque termófilo agro-forestal y la recuperación del cardonal-tabaibal en la zona conocida como macizo de Tabaibales, desde la orilla del mar hasta una altura de 800 metros.

La empresa Lopesan es propietaria de 2.800 hectáreas, la práctica totalidad de los terrenos de Veneguera, y continúa así con su proyecto para recuperar las actividades agrícolas en el cauce del barranco. A más largo plazo, también pretende crear un entorno natural y arqueológico que se pueda utilizar como atractivo turístico para los millones de visitantes del sur de Gran Canaria.

Después de poner en explotación algunas fincas agrícolas en el barranco y en la meseta de Tabaibales, el acuerdo con el Cabildo permitirá a Lopesan reforestar 290 hectáreas de pino canario, en la zona alta, y en el resto plantar especies que puedan tener algún aprovechamiento, como olivos, sabinas o almácigos, además de crear un pequeño bosque termófilo con especies autóctonas, según adelantaron fuentes de la consejería insular de Medio Ambiente.

El convenio estipula la reforestación de 497 hectáreas, el equivalente a medio millar de campos de fútbol, el de mayor espacio que se ha firmado en la isla. A modo de ejemplo, en el último año se han reforestado 50 hectáreas en todo el conjunto de Gran Canaria. El Cabildo aporta las plantas y semillas en función de la disponibilidad de los viveros insulares, mientras que la empresa se hace responsable de los trabajos, el riego y el mantenimiento de los árboles hasta que arraiguen.

Los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente y de la división agrícola de Lopesan elegirán las zonas más propicias para la reforestación y las especies vegetales que se plantarán. La intención de ambas partes es continuar después la restauración botánica en otras zonas de la finca, en concreto en el margen opuesto del barranco, hacia la playa de Los Secos o el Morro de Camellitas.

Compromisos

Además de las labores de reforestación, el convenio incluye la señalización de los senderos y de las pistas forestales públicas que se encuentran dentro de los terrenos de Lopesan, precisaron las mismas fuentes. El documento del acuerdo, que previsiblemente se rubricará el próximo lunes, no tiene ficha financiera, pero establece que la empresa aporta los trabajadores y el dinero para los gastos de la plantación.

Por su parte, el departamento de Medio Ambiente del Cabildo también se compromete a la coordinación técnica a través de sus ingenieros forestales y a la tramitación de las autorizaciones correspondientes.

El bosque de pinares se ubicará en Tabaibales Alto, en una cota de 800 metros, casi a la misma altura del borde de los bosques cercanos de Inagua y Ojeda, con los que no se podría unir en el futuro. De hecho, existen evidencias de que en esa zona hubo pinos canarios, que desaparecieron a partir de la conquista de la Isla por la necesidad de madera en los puertos de Mogán y La Aldea.

En la zona baja de Tabaibales, donde Lopesan ya ha puesto en explotación una finca abandonada en la década de 1980, se pretende crear un reducto agro-forestal con frutales de larga tradición en esa parte de Mogán y especies autóctonas como almácigos, cuya madera es muy apreciada por los artesanos grancanarios. En las zonas más cercanas a la costa se restaurará el cardonal-tabaibal, donde se encuentran algunos de los ejemplares más grandes de la Isla.

Desde la adquisición de la totalidad de Veneguera, con una única excepción de varias fincas particulares a mitad del barranco, Lopesan ha recuperado las plantaciones de papas y plataneras y ha incrementado los cultivos de aguacate, mangos, papayas, piñas tropicales, fresas o cítricos. Puesto que la calificación de Veneguera como espacio natural protegido y Reserva de la Biosfera impide la utilización de invernaderos, todos los cultivos están al aire libre, por lo que el color verde ya empieza a destacar en el cauce del barranco. El agua para el riego procede de pozos, como antes de que Veneguera entrara en la vorágine de la especulación turística y desaparecieran las zonas cultivadas desde siglos atrás.

Cuarenta vecinos de Las Casas de Veneguera trabajan para Lopesan en las fincas agrícolas y dos familias están en régimen de aparcería. Las producciones se destinan a los hoteles del grupo turístico en Meloneras y Playa del Inglés. La recolección del año 2015 en plátanos, aguacates, naranjas, limones y mangos se acercó a los 500.000 kilogramos.

La primera fase del proyecto de la empresa de Eustasio López es recuperar la agricultura y el paisaje original del barranco de Veneguera, con vistas a convertirlo a medio plazo en un atractivo turístico visitable por sus clientes y por la población en general. Descartada cualquier urbanización hotelera, esa zona podría acoger excursiones turísticas de personas interesadas en la agricultura tradicional y ecológica, la arqueología aborigen, la arquitectura antigua o las viejas maquinarias para extraer el agua del subsuelo.

Veneguera es el emblema de la lucha por la protección medioambiental de Gran Canaria, pues la presión popular evitó una urbanización turística de 140.000 camas.

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