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Agaete

El Risco, el pueblo rodado

La conexión del pago con Agaete seguirá años pendiente de los derrumbes

Vista del pueblo de El Risco, con el bar Perdomo en primer término. LP / DLP

Si se cumplen los plazos ofrecidos por el Gobierno de Canarias sobre la apertura de la primera fase de la nueva carretera de La Aldea, a partir de diciembre el pequeño pueblo de El Risco quedará mucho más cerca de La Aldea que de Agaete, este último, el término municipal al que pertenece.

Esta primera fase reducirá de 30 a apenas diez, los kilómetros del trayecto entre el pago y el centro aldeano, con lo que, según los datos de la consejería de Obras Públicas, se podrán recorrer en apenas ocho minutos frente a la media hora actual, siempre y cuando se cumplan con los límites de velocidad legales.

De tal forma que ahora, hasta que no se construya el tramo restante entre El Risco y Agaete, que aún tardará varios años, el barrio quedará no sólo a unos veinte minutos de su cabecera municipal, sino que además continuará sujeto a los cada vez más frecuentes y peligrosos desprendimientos de Faneque y sus consecuentes cortes de tráfico.

El presidente de la Asociación de Vecinos Güi Güi de El Risco, Claudio Perdomo, asegura que estos nuevos tiempos de ruta no solo harán que el trasiego con La Aldea aumente considerablemente, tanto para las compras como para recabar cualquier otro servicio, sino que vería lógico que algunos padres de los diez alumnos ya mayores que deben seguir sus cursos fuera del pueblo, donde existe una escuela unitaria que imparte clases a unos 20 niños, se empadronaran en la localidad vecina para hacer más cómodo su desplazamiento y evitar el riesgo diario que supone sortear el camino hasta Agaete en los meses de invierno.

Otro tanto ocurriría con el centro de salud, que también se pone a tiro y además por una ruta que a partir de fin de año se podrá realizar a una velocidad de hasta 80 kilómetros por hora y con la seguridad que ofrecen los casi diez kilómetros de túneles. Perdomo, que califica su pueblo de como "el Finisterre de Canarias" por esa incomunicación, resalta además que desde hace dos años y en la época de lluvias, de octubre a marzo, se cierra el tráfico a peatones, ciclistas, motoristas y guaguas turísticas, lo que ha apuntalado el declive del lugar, donde residen unas 300 personas prácticamente todas ellas con trabajo fuera del sitio.

Esto ha repercutido en los negocios de la zona, incluido el bar Perdomo del que es copropietario, y que ha tenido que traspasar a un hermano por tenerse que ir a trabajar a otro municipio.

Durante el día el paisaje humano del pueblo de El Risco ha quedado reducido "a una única persona del servicio de limpieza, la del agua, el profesor, los niños de la escuela , y los que abren la tienda y el bar, no hay nadie más", subraya Perdomo, quién añade que "entendería perfectamente que muchos de estos padres se empadronaran en La Aldea de San Nicolás", así como aquellos vecinos de más edad, que allí son mayoría, que tengan que acudir con mucha frecuencia a los centros de salud.

Ahora bien, tampoco cree que llegue a mayores para pedir la escisión de Agaete y asimilarse a La Aldea, como llegó a amagar en alguna ocasión ante su Ayuntamiento, entre otras porque curiosamente El Risco fue parte de un tercer e inesperado invitado, Artenara, del que se separó hace "150 o 200 años después de un pleito, de tal forma que si aquí alguien pidiera un cambio, habría que repasar la historia y de hecho, la mayor parte de los nuevos túneles de La Aldea están dentro de las lindes de Artenara".

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