Los miles de almendros de Tejeda, de las calderas de Tirajana y Los Marteles, en los altos de Ingenio y Agüimes y en el cauce del barranco de Guayadeque, se han despertado del invierno con un invitado que amenaza con arruinar el 90 por ciento de los matos, que son todos aquellos que prosperan asilvestrado tras el abandono de la agricultura y la ganadería.
El nuevo inquilino es el pulgón negro de la madera, Pterochloroides persicae, que arrasa por los frutales de hueso y pipa, como el citado almendro, y en menor medida con el melocotonero, el ciruelero, la nectarina, el cerezo o el albaricoquero.
José Antonio Quintana, vicepresidente de la Asociación Almendra de Gran Canaria y propietario de unos 1.500 matos, asegura que los cultivos se enfrentan a uno de los peores momentos que han vivido los productores, y prevé que de los casi 50.000 kilos recogidos el pasado año en la isla no se llegarán a los 3.000 en este 2016.
Pero, ¿quién es pulgón negro? El último en sumarse a una cadena de indeseables huéspedes que a razón de cuatro o cinco especies al año van saturando el elenco de enfermedades llegadas de todas partes del mundo. Originario de Oriente Medio, ya lo conocen en Almería y Murcia desde 1994.
Cuando forma grandes colonias en los troncos y ramas va literalmente haciendo llorar al almendro, ya que extrae su savia con unos estiletes del aparato bucal. De hecho, Quintana, cuando observó los primeros árboles afectados se encontraba con una melaza impregnada tanto en las cortezas como en el suelo en todo lo ancho que forma la copa. "Pensaba que era la tarozada de las mañanas".
Pero no. A medida que el insecto continúa esquilmando el árbol, se va secando a ojos vista. Quintana lo achaca al "cambio climático", y especialmente a un invierno en el que los cambios bruscos de temperatura han sido constantes, como los sufridos en estos inusuales enero y febrero y que al parecer han enralado al bicho, "entrando de lo lindo", explica mientras señala los pies del Bentayga y la enorme caldera salpicada de miles de almendros sin padre.
Ahí esta el verdadero problema. Tanto José Antonio Quintana, como Sergio de la Coba, uno de los menos de diez agricultores profesionales que quedan en Tejeda, sostienen que en sus fincas y con los fitosanitarios adecuados, pueden contener el nuevo embate.
De la Coba afirma que los almendros, que casi nunca requieren de tratamientos, reaccionan a la primera en cuanto se le aplica un remedio, pero "si el campo vecino se encuentra asilvestrado y sin cuidados no hay forma de pararlo".
El agricultor asegura, para ilustrar la gravedad de la enfermedad, que en a su familia les recuerda otra gran plaga que asoló los cultivos en los años 50 del siglo pasado. Pero en aquella ocasión se dedicaban a la agricultura 3.000 personas, y también a la ganadería, lo que permitía tener los campos saneados y atendidos. "Solo quedan cuatro ganados, de ovino y caprino, y el vacuno también desapareció".
Ezequiel Rodríguez es el concejal del Sector Primario. Acude a pie de mato apremiado por el alcalde, Francisco Perera, que también se muestra "preocupadísimo", al punto que es el mayor problema que tienen entre manos en estas últimas semanas. Rodríguez asegura que, con este frente que se ha abierto en Tejeda, "está en el aire el principal motor de su economía, porque no es solo la producción agrícola sino su atractivo turístico", esto en una localidad, que junto con Valsequillo, dedica una de sus mejores fiestas al fruto. Lo dice mientras justo entran dos turistas en la Dulcería Nublo a hacerse con su famosa repostería de almendra.
De momento han recabado la ayuda de "dos de los mayores expertos del país, Francisco Juan León Alemán, ingeniero agrónomo y Máster en Sanidad Vegetal, que para más datos ha estudiado el insecto a fondo dentro de sus trabajos universitarios, y Purificación Benito Hernández, que es directora del Programa de Laboratorio Fitopatológico. Ambos ofrecerán una charla, así como prácticas para el manejo de los 'pacientes', el próximo viernes 22 de julio a partir de las diez de la mañana.
Ezequiel Rodríguez, que incluso planteará si es posible sulfatar los ejemplares aislados con medios aéreos, no deja de apuntalar la gravedad del asunto, "porque debemos de mentalizar a todas las administraciones para combatir la plaga juntos", y afirma que también la consejería de Soberanía Alimentaria del Cabildo de Gran Canaria "está por la labor, y de hecho vendrá su consejero Miguel Hidalgo". Y no solo eso, sino que incluso han convocado a los alcaldes de los 21 municipios de la isla, "así como a todos los colectivos de los que se conocen datos e implicados en el sector, tales como la Asociación de la Almendra".
