Los empresarios turísticos y hoteleros de Gran Canaria creen que la convulsa situación política de Turquía, y en menor medida el atentado islamista en la Costa Azul francesa, desviarán una buena parte del turismo europeo hacia el Archipiélago y calculan que los efectos se percibirán especialmente en la temporada baja de 2017, en los meses de mayo y junio, por lo que los alojamientos estarían prácticamente llenos durante todo el año. Por tanto, abogan por aumentar la oferta hotelera de calidad para que Gran Canaria se afiance también como destino de verano.
Los presidentes de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FETH), Fernando Fraile, y de la Asociación de Empresarios Hoteleros (AEH) de Las Palmas, José María Mañaricua, consideraron que el golpe de estado en Turquía tendrá repercusiones en el mercado turístico europeo, donde es uno de los destinos preferidos.
"La realidad es que Canarias tiene una gran fortaleza en invierno, no tanto en verano, pero la situación de Turquía nos afectará positivamente en temporada baja, que es cuando más sufrimos; tristemente, si se cierra ese importantísimo destino mejoraran en Canarias tanto la ocupación como los precios y ya no solo seríamos un destino fuerte en invierno, sino también en verano", opinó Manaricua durante la visita a la nueva playa de Tauro.
Fraile resaltó que se haya desbloqueado el proyecto de Anfi Tauro, donde ya se han creado 3.500 camas de las 7.500 previstas, y consideró que aún no es suficiente para hacer frente a la demanda de los próximos años. "Tauro es una de las pocas reservas que tenemos en la Isla, el único suelo donde se puede construir en todo Mogán, mientras que en San Bartolomé solo queda Meloneras; esperamos que se acaben las trabas y que en un plazo corto de pocos años tengamos una oferta alojativa como se merece Gran Canaria", dijo.
