Los artesanos se preparan para divulgar su actividad entre los turistas, y llegar al público más joven a través de Facebook y Twitter. Un total de 21 profesionales de los oficios de muñequería, joyería, forja, impresión, grabado y macramé carpintería, reciclado, juguetería, cerámica y modelado recibieron ayer sus diplomas tras superar un curso de inglés de 24 horas, y otro de comunicación en las redes sociales, de 20 horas, impartidos por el Cabildo de Gran Canaria para renovar sus formación.
Casi medio millar de personas cuenta con el carné de artesano en Gran Canaria. Pero acceder a esta credencial no es gratuito, ya que han tenido que superar un proceso selectivo para garantizar su técnica de trabajo. Muchos de ellos se encuentran jubilados o retirados, pese a los cual hay unos 130 activos que acuden a ferias y siguen en contacto directo con el público. Y a ellos, sobre todo, se dirige, la nueva formación en Internet e idiomas.
Mejorar la competitividad. Ese es el objetivo principal que persiguen estos planes promovidos a través de la Fundación Etnográfica para la Artesanía Canaria (Fedac), que trata de dar respuesta a las nuevas exigencias de estas profesiones ligadas a las viejas tradiciones.
Este es su primer año con el carné de artesana ceramista. Rocío Torres tiene 33 años y ha aprovechado todas las oportunidades que se le han presentado para seguir mejorando su cualificación. Incluso, ya está pensando en su inminente viaje a Japón para aprender sus técnicas ancestrales. "Espero que no sea el último", asegura, porque "me permitirán seguir creciendo y aprendiendo". No en vano, ella se ha especializado en la cerámica japonesa, influenciada por su hermana, que es calígrafa en este idioma. "Es un mundo por describir", aclara sobre su especialidad japonesa.
Rocío Torres, residente en Las Palmas de Gran Canaria, ha recabado una amplia formación hasta dar el salto, ya que moldea desde los 14 años, luego también se adentró en el mundo de la música y ha realizado cursos en Valencia, Barcelona y en la Escuela de Arte, hasta que ahora apostó por la artesanía como su futuro laboral.
La consejera de Artesanía, Minerva Alonso, resaltó ayer durante la entrega de diplomas la importancia de que los artesanos busquen nuevas herramientas para llegar al público, como cualquier empresario. En este caso, se trata de un segundo nivel comercial, que ha contado con 24 horas de clases. De esta forma, el Cabildo trata de mejorar la comunicación con los turistas. Y, a su vez, llevar su producto a Internet, con un curso de 20 horas que le permitirán tener presencia en los nuevos canales en expansión, como puede ser el caso de Facebook y Twitter.
Aurelia Farina es decoradora textil y trabaja la muñequería, en una especialidad en la que hay pocos expertos. Reside en Las Palmas de Gran Canaria y lleva 16 años como artesana. "Es un trabajo que me ha gustado de toda la vida. Primero hacía para mis amigas y luego como una actividad profesional".
De la madre aprendió costura, y luego se fue formando en cursos en el instituto de arte, y en el diseño de moda.
Y entre sus trabajos recuerda la marioneta que hizo para un director de teatro, y el duende para la Casa de Colón, que sirve de atractivo para los niños.
La forja del abuelo
"Empecé hace 16 años. Hasta ese momento era una afición de fin de semana, pero cuando se dieron las condiciones familiares dejé el trabajo y ya me pude dedicar a esto como una profesión, que es lo que siempre había querido hacer". Domingo Alemán tiene 72 años y se ha entregado a la forja, la herrería y la cerrajería. Este terorense resalta que es un autodidacta, pero que se enganchó a ella gracias a su abuelo. No porque le viera trabajar el hierro, sino porque le contaba sus vivencias personales.
Asegura que se ha centrado mucho en estos últimos años a los juegos, sobre todo con los clavos, porque es lo que más se demanda, pero que su muestrario es más amplio.
La consejera anunció que antes de fin de año se impartirá por primera vez un curso de alemán, dentro de este programa formativo que se reactivó a instancias de los beneficiarios en el último año, y que tienen carácter gratuito.
Las clases de idiomas servirán para mejorar su comunicación con muchos turistas, ya que al- gunas de las ferias a las que acuden se celebran en núcleos vacacionales, facilitando el contacto directo sobre su labor. Precisamente, los nuevos diplomados pondrán en práctica en el Sur ese nuevo saber en la Feria de Artesanía, prevista para el primer fin de semana de agosto.
