Gran Canaria ha iniciado la campaña de vendimias del Hemisferio Norte -con una inusitada precocidad, lo que contrasta con otros territorios donde la viña va más retrasada. La gerente de la DOP Gran Canaria, Vanessa Santana, recuerda que fue toda una sorpresa que Bodega Las Tirajanas -con viñedos que van de la cota de 0 a 1.350 metros de altitud- diera entrada a los primeros 500 kilos de uva en sus instalaciones a finales de junio. Pero es durante esta semana cuando se generaliza la vendimia en la Isla, unas tareas que se dilatarán hasta octubre, dada la complicada orografía y los microclimas que se registran en ella.

"Gran Canaria es un continente en miniatura", explica Santana. Cada año aumentan entre un 10-20 % la producción-en 2015 fueron 573.000 kilos-, con más uvas tintas que blancas, aunque estas últimas son las que más se están plantando, detalla. Las acciones promocionales han difundido las bondades de los vinos elaborados en 73 bodegas a partir de variedades únicas en el mundo y la creciente demanda ha permitido una nueva revolución de los vinos canarios, con la entrada de agricultores jóvenes que se incorporan a la actividad y recuperan los antiguos emparrados. Con un retraso de dos semanas o algo más en los viñedos grancanarios, de momento no hay enfermedades, aunque persiste el temor a la "panza de burro" -esas nubes bajas características de las islas, que aportan mucha humedad y proliferación de hongos-. "Con temperaturas de 40 grados por el día y 22 por la noche, se dan las condiciones para obtener uvas de gran calidad", resalta.

El sector vinícola, que se reunió el pasado jueves en Madrid, constató que el estado vegetativo es adecuado en Rioja y otras regiones vinícolas, si bien en áreas del sur de España los hongos quitan el sueño.