El grupo Nordotel acaba de reabrir el hotel Orquídea de Bahía Feliz con un 90% de ocupación tras culminar un proceso de reforma integral de sus 255 habitaciones y zonas comunes. Los trabajos en el inmueble de cuatro estrellas, que se han desarrollado en un período de dos meses, forman parte de la puesta de la compañía por mejorar también los accesos de otras instalaciones que gestiona en el entorno, como el complejo de apartamentos Las Pitas que tiene una categoría de dos llaves. La iniciativa ha supuesto un desembolso de más de cinco millones de euros.
Dirigido a un perfil de visitantes principalmente familiar, la urbanización de Bahía Feliz puede presumir de ser unos de los enclaves de la costa de San Bartolomé de Tirajana que goza de mayor tranquilidad. A la entrada de la ciudad turística, los visitantes descansan en complejos y hoteles en primera línea de playa. El grupo Nordotel, que pertenece al turoperador Tui, gestiona en la zona la mayor parte de las infraestructuras. No solo el hotel Orquídea, los apartamentos Las Pitas, Tres Vidas, Monte Feliz y Playa Feliz sino también la sala de espectáculos Garbo's. En invierno la urbanización se debe principalmente a un público nórdico y en verano se abre a visitantes británicos y canarios, principalmente.
Desde hace algo más de un año la urbanización ha ganado a su entrada una rotonda de acceso que tras años de reivindicaciones de taxistas y empresas de transporte turístico ha culminado en una mejora de las comunicaciones entre el aeropuerto y el resto de enclaves de la GC-500.
El hotel Orquídea, epicentro del enclave, posee unas vistas desde su undécima planta en la que se puede apreciar prácticamente el litoral de Maspalomas en su totalidad. Desde los callaos de Tarajalillo hasta las dunas del Faro. El inmueble de cuatro estrellas, que combina en su interior diferentes regímenes que van desde el todo incluido hasta solo alojamiento, acumula 31 años de antigüedad. A lo largo de este tiempo ha experimentado algunas reformas, pero desde hace aproximadamente una década sus instalaciones no albergaban una profunda remodelación.
El pasado 21 de abril, en la recta final de la temporada alta, el hotel cerró sus puertas al público para acometer una reforma integral de sus 255 habitaciones. La idea era aprovechar el "bache" de ocupación que suele experimentar el Sur en estas fechas para ejecutar los trabajos de reforma en apenas dos meses.
El proyecto de mejora en los dormitorios dobles ha supuesto la transformación total de sus 34 metros cuadrados. Los lavabos han dejado de tener bañera para convertirse en duchas por "criterios estrictamente medioambientales", según explicó el director del establecimiento, Javier Maeso. El nuevo diseño de las habitaciones, ahora más "diáfanas" y decoradas con colores claros, supone el resultado de una estrecha colaboración entre el personal de Nordotel y los almacenes El Corte Inglés. Los trabajos de la cadena que preside Dimas Jimeno en el establecimiento se desarollaron durante un período aproximado de 10 meses y supusieron una facturación cercana a los tres millones de euros.
El nuevo mobiliario y la redistribución de las unidades alojativas alcanzan su máximo exponente en la única suite presidencial que atesora con gran recelo el hotel. Más que una habitación, con casi 90 metros cuadrados de superficie y equipada con cortinas que "se abren y cierran con mando a distancia", esta dependencia se presenta como "la joya de la corona" del Orquídea.
En las zonas comunes, como el solárium, el grupo ha apostado por sustituir el hormigón que recubría el suelo por "pavimento". Además, ha dotado de nuevo mobiliario el hall, uno de sus bares piscina y el restaurante bufé.
Esta última instalación, que ofrece al día más de 3.000 servicios, también ha experimentado una redistribución del espacio con el objetivo de "evitar colas" en los principales rincones culinarios. Una de las bondades de este banquete de comida fue reconocida en 2014 por el turoperador TUI, que premió a Nordotel por identificar en cada bandeja las alergias alimenticias tal y como establece la Unión Europea.
El plan de rehabilitación del grupo turístico también se ha hecho extensible al establecimiento aledaño del hotel. Las 65 apartamentos que integran Las Pitas suponen una continuidad del nuevo estilo de decoración que ha adquirido el hotel. Además, tanto por razones de seguridad y accesibilidad a aquellos clientes con movilidad reducida, las lajas que recubrían los accesos al enclave han sido sustituidas por placas de hormigón.
Nordotel cuenta con un total de 17 establecimientos ubicados en Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura, Mallorca, Córcega (Francia), Cerdeña (Italia) y Algarve (Portugal). En San Bartolomé de Tirajana controla siete inmuebles, seis de ellos en Bahía Feliz y uno, Jardín del Sol, en Playa del Inglés. Además en Puerto Rico gestiona el hotel Revoli.
El litoral de Tarajalillo supone una de las pocas zonas vírgenes de la costa de Tirajana. Varios son los proyectos turísticos que se han perfilado para desarrollar estos terrenos y que permanecen empatados por problemas burocráticos, entre ellos destaca el puerto deportivo que promueve el grupo Satocan y la construcción de más de 5.000 camas turísticas y un parque temático.
