La sequía que sufre la mitad meridional de Gran Canaria por la escasez de lluvias en los últimos años ha obligado a trasvasar agua de riego desde la depuradora de Barranco Seco, en la capital, hasta los depósitos del sur de la Isla. Los embalses ya no disponen de caudal suficiente para abastecer a las fincas agrícolas situadas en la parte baja de los municipios de San Bartolomé de Tirajana y Mogán. Los principales problemas se encuentran en la presa de Soria, que está prácticamente vacía, y en las zonas de cultivos de El Salobre y Montaña La Data, que desde principios de junio se están regando con el agua desalinizada de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.
Los embalses públicos se encuentran al 10% de su capacidad total después de un invierno sin apenas lluvias en la mitad sur de la isla, lo que afecta de forma especial a las cuencas de Tirajana y Mogán. Las reservas de las siete presas del Cabildo a principios de este mes ascendían a 2,88 millones de metros cúbicos, el 27% de su volumen máximo, según los datos del Consejo Insular de Aguas. En Soria, que es de propiedad mixta, solo quedan 140.045 metros cúbicos, menos del 1%.
"Es el mundo al revés; construimos las grandes presas del sur en la década de 1970 pensando que la ciudad necesitaría esa agua y ahora estamos utilizando la red de tuberías para todo lo contrario", comenta un portavoz del Consejo, quien resalta que es la primera vez que se utiliza agua tratada en los depósitos de Barranco Seco para regar los cultivos del sur de la isla, a casi 70 kilómetros de distancia.
Recorrido
El intercambio de agua entre las distintas comarcas de Gran Canaria se realiza a través de una red de 500 kilómetros de tuberías de gran capacidad. En este caso, la red de distribución de agua regenerada se inicia en el terciario de Barranco Seco, desde donde se impulsa a la estación de bombeo de El Fondillo. Desde allí pasa a un depósito situado junto al Hospital Dermatológico de El Sabinal, desde donde se distribuye por gravedad hasta El Cabezo, en Agüimes, atravesando otras infraestructuras hidráulicas situadas en Las Mesetas, Higuera Canaria y Malfú.
En el depósito de El Cabezo confluyen también las aguas regeneradas en el terciario de Arinaga, desde donde se transportan conjuntamente con las de Barranco Seco hasta la balsa de Corralillos, también en Agüimes. El resto del recorrido, hasta el terciario de El Tablero de Maspalomas y las fincas agrícolas, se realiza por una linea paralela a la autopista GC-1.
El volumen de agua industrial que se pone a disposición de los regantes de las zonas de El Salobre y Montaña La Data, en sustitución del agua de presas de Soria y Chira, es de aproximadamente 88.000 metros cúbicos al mes. La capacidad de producción de la depuradora de Barranco Seco es de 12.000 metros cúbicos al día, mientras que el terciario de Arinaga genera 5.500 metros cúbicos diarios.
La conducción de aguas regeneradas se realiza por tuberías de fundición dúctil de diferentes diámetros (desde DN700 a DN250), sumando en su totalidad una longitud aproximada de 70 kilómetros, según explican técnicos del Consejo Insular de Aguas. Puesto que la depuradora de la capital también está unida con la comarca norte por otra tubería, en caso de necesidad imperiosa es posible llevar agua de Chira y Soria hasta la ciudad de Gáldar y viceversa.
Al contrario que las presas de la mitad norte, que han rebosado por las abundantes precipitaciones en los dos últimos inviernos, los grandes embalses del sur apenas han recibido agua desde noviembre de 2012, la última vez que llovió con intensidad en las cuencas de Tirajana y Mogán. Casi dos años antes, el 31 de enero de 2011, la presa de Soria alcanzó su máximo volumen histórico, 12,93 millones de metros cúbicos. Ahora almacena 140.045 metros, apenas un charco si se tiene en cuenta que su capacidad teórica es de 32 millones de metros cúbicos, lo mismo que todos los demás embalses de la isla juntos.
La situación no es tan grave en las demás presas públicas del sur, pero "sí preocupante", admiten desde el Consejo. Chira dispone todavía de un millón de metros cúbicos, el 19% de su volumen total, mientras que Fataga almacena unos 33.000 metros, el 10%. Las reservas de Ayagaures están al 4%, unos 77.000 metros, aunque esta presa se alimenta de La Gambuesa, que todavía atesora 808.000 metros, el 60% de su capacidad. El Mulato, que abastece las fincas del valle de Mogán, tiene 440.000 metros, el 58%.
Las zonas agrícolas más afectadas por la sequía del pantano de Soria son El Salobre y Montaña La Data, donde existen plantaciones de frutos tropicales en invernaderos y a cielo abierto. También se están quedando sin agua los cultivos de las zonas altas del barranco de Arguineguín.
Ante las escasas reservas de otras presas privadas, como Chamoriscán, La Lumbre o Excusabaraja, se ha optado por enviar agua del mar utilizada en el consumo de la ciudad y luego tratada en depuradoras, muy apreciada en la agricultura. Eso también permite mantener los precios públicos.
Con estos complejos trasvases se consigue que el agua de Soria, Chira, Ayagaures y Gambuesa queden para los regantes de las zonas más altas. De esta manera se reservan mayores volúmenes en las presas para el caso de que vuelva a producirse un invierno sin precipitaciones significativas en la zona sur y se garantiza el agua de riego a más de 300 agricultores.
