El conflicto del Oasis de Maspalomas, lejos de resolverse en este primer año, da la impresión de que se complica cada vez más. ¿Ha hablado con la cadena Riu tras el plante de la empresa por la falta de respuesta del Cabildo a su nuevo proyecto?

Estoy convencido de que este tema se va a resolver antes de fin de año. Estoy seguro de que el diálogo va a imperar.

¿Tiene usted claro lo que quiere en el Oasis y la forma de conseguirlo sin dañar los derechos de los propietarios, porque ese parece ser el problema irresoluble?

Estoy convencido de que sí. Disponemos de las propuestas necesarias para que eso sea así.

¿Puede adelantar algo?

Prefiero mantener la prudencia, pero creo que podemos buscar alternativas a los problemas que se han ido creando en los últimos años, casi siempre derivados de posiciones distintas de los sectores empresariales. También de encontronazos entre las administraciones públicas y la iniciativa privada, pero creo que se van a resolver.

Se queja la patronal turística de que el Cabildo esté obcecado con las palmeras que están dentro de un hotel y al mismo tiempo mantenga en el abandono los palmerales públicos que están al lado o que el parque Tony Gallardo siga cerrado. ¿No es una incongruencia?

Ahí hay dos ámbitos de actuación. Por una parte, está el palmeral del Oasis, que no depende del Cabildo, sino del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, y ha mejorado bastante en los últimos meses. Y desde luego, sí que tienen razón en el parque Tony Gallardo, pero es un problema que viene de largo. Ya hemos dotado dos millones de euros en los presupuestos para actuar de forma decidida en ese espacio y ponerlo al uso de los ciudadanos de Gran Canaria y de los visitantes. Ahí hubo una dejación del anterior gobierno del Cabildo, pues se construyó y se abandonó. Eso hay que corregirlo. Hemos cerrado con el Ayuntamiento las negociaciones para las autorizaciones municipales. Ya está despejado el camino y se podrán empezar las obras en los próximos meses.

Los empresarios hoteleros piden más camas para afrontar la presumible avalancha de visitantes en las próximas temporadas por la crisis del Turquía y el terrorismo islámico en el Mediterráneo, ¿es posible? ¿cuántas más caben?

La posición que defiende este Cabildo es que no hay que urbanizar ni un centímetro más de suelo en la isla, que con el suelo urbano, ni siquiera urbanizable, que ya está dotado de infraestructuras, es suficiente para afrontar la demanda de nuevas camas.