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Entrevista a Antonio Morales Méndez

"Lo que le digo al presidente Clavijo es que trabaje y deje trabajar a los demás"

"A los portavoces de la oposición se les debe exigir que no mientan porque cobran un sueldo público", afirma el presidente del Cabildo de Gran Canaria

Antonio Morales, en su despacho de la Presidencia del Cabildo de Gran Canaria. YAIZA SOCORRO

El 25 de mayo de 2015, a la mañana siguiente de ganar las elecciones al Cabildo, decía que su mayor temor era no responder a las expectativas de cambio que había generado entre los ciudadanos. Tras un año de gobierno, ¿cree que sus votantes mantienen intactas esas ilusiones?

Eso es difícil de medir. Desde luego, mi compromiso, entusiasmo y ganas siguen siendo las mismas y espero ser correspondido de la misma manera. Sigo teniendo ese sentimiento de no frustrar las expectativas , pues son momentos duros y de descreimiento de la política. Gobernamos en condiciones difíciles. Expliqué al hacer el balance de gestión del primer año que la mayor parte del tiempo estuvimos sin nuestro presupuesto o que el gasto del Capítulo 1 es solo el 12% del total, que es el mínimo personal que se puede tener para gestionar una administración pública. Pese a esas dificultades, creo que se ha hecho un buen trabajo y estoy satisfecho de lo que hemos conseguido este primer año.

Algo sí ha cambiado en este año, pues decía usted que no tenía más ambición política que gobernar el Cabildo estos cuatro años y en el reciente Foro de LA PROVINCIA ya vaticinó que romperá la tradición y repetirá como presidente insular el 2019.

Lo dije en un momento de broma ante una pregunta del público. Cuando estaba de alcalde en Agüimes ya decía que mi mayor ambición era ser alcalde de mi pueblo, es lo más bonito que le puede ocurrir a una persona en política. Ahora tengo el honor de ser el presidente del Cabildo, del gobierno de la Isla, pero la verdad es que no quiero ir más allá, sino resolver los problemas de este momento, trabajar con honestidad y poder conseguir los objetivos que nos hemos trazado. Lo decía de broma, pero sí es verdad, por la experiencia que tengo como alcalde, que el hecho de que cada cuatro años se cambie de gobierno es un freno para la Isla. Se necesita tener continuidad en el tiempo para poder diseñar una propuesta y ejecutarla. Yo creo que cuatro años no son suficientes para poner en marcha un nuevo modelo de desarrollo para la Isla, que es lo que pretendemos, necesitamos más tiempo para conseguir la transformación real.

Por tanto, no le haría ascos a repetir en el siguiente mandato.

Queda muchísimo por ver. Más allá de lo que pueda significar para mí, o si yo protagonizo esa continuidad o no, que es secundario en estos momentos, sí creo que es importante que haya continuidad en un proyecto de trabajo.

El pacto tripartito que sustenta a su gobierno comenzó con mal pie por las disputas entre los dos sectores de Podemos. Aunque los cuatro consejeros de ese grupo han atenuado sus discrepancias, se mantiene el pulso con la dirección del partido de Pablo Iglesias. ¿Llegará este pacto al final del mandato?

Este pacto nunca ha tenido problemas. Desde el primer momento dijimos que este iba a ser un pacto sólido y de futuro. Todos los grupos, PSOE, Podemos y NC, lo hemos respetado. Si ha habido problemas han sido de índole particular el seno del Podemos y del grupo de consejeros del Cabildo con la dirección del partido, pero no de ningún miembro del gobierno con el resto de socios. Nunca se ha puesto en riesgo el pacto o se ha podido trasladar al ciudadano que estamos ante un acuerdo frágil.

Esa división interna de Podemos le ha jugado malas pasadas y quizá el peor momento de estos cuatro años, cuando se vio obligado a paralizar la eliminación de cabras salvajes tras las protestas de ese partido y de muchos ciudadanos.

Yo no paralicé la actuación decidida por los técnicos responsables de controlar las cabras asilvestradas. Yo no la frené, sino que respeté y apoyé los criterios técnicos que defendían que eso era absolutamente necesario. He estado recientemente en La Palma y en esa isla hay dos personas armadas con un rifle todos los días del año para controlar los arruís en el parque de Taburiente. Eso se hace en todos los espacios naturales del mundo.

Con el otro socio del pacto, el PSOE, mantiene su partido una relación ambivalente, pues es aliado en el Cabildo y adversario en el Gobierno de Canarias. ¿Es un socio fiel?

Absolutamente fiel y leal. Yo he gobernado toda la vida con mayoría absoluta, y si no se utiliza mal esa mayoría es beneficiosa para la institución. Aquí somos tres grupos distintos, pero trabajamos como un solo color político. Las relaciones personales son buenas, de respeto y lealtad entre todos. Me siento absolutamente tranquilo, seguro y satisfecho.

¿Tiene usted obsesión con Fernando Clavijo? ¿O incluso odio eterno a sus antiguos compañeros de Coalición Canaria, como dice Fernando Bañolas?

Para nada, en absoluto. Una cosa es la gestión y las diferencias políticas, que son legítimas, y otra distinta son las relaciones personales. Nadie podrá decir jamás que yo he abierto ningún frente contra el Gobierno de Canarias, nunca. Si ha habido diferencias en algún momento fue porque se nos pretendió imponer el reparto de los fondos del ITE y cuando en un principio se quiso condicionar el modelo de desarrollo energético de la Isla. Yo no he planteado ningún enfrentamiento. En todo caso, ha sido el presidente Clavijo el que en dos ocasiones en el Parlamento se ha dirigido de manera irrespetuosa hacia Gran Canaria y hacia el Cabildo. Lo que le digo es que trabaje y nos deje trabajar a los demás.

Pero en un año ya ha mantenido numerosos enfrentamientos verbales con Clavijo, primero por la planta de gas y después por el ITE, la nueva Ley del Suelo o la tasa turística. Va a ser verdad que tienen ustedes un problema.

Vamos a analizar esos cuatro asuntos por separado. Con el ITE nosotros siempre dijimos que estábamos de acuerdo con un plan de desarrollo para Canarias y estamos sumados desde el principio, pero exigimos un reparto equilibrado de los fondos. Fue el Gobierno el que puso sobre la mesa que el criterio de distribución fuera el de la triple paridad, lo que es tremendamente injusto. En esta batalla no ha estado solo el presidente del Cabildo, sino toda la sociedad grancanaria, los sindicatos y los empresarios. Y todos los grupos políticos que representan a la isla en el Parlamento y en el Cabildo, salvo el único representante de CC. Es una posición casi unánime de Gran Canaria. Con Respecto a la energía, está en el programa de gobierno del Cabildo que el gas no entra en nuestros planes porque supone un freno para la penetración de las renovables. Por la alta inversión que requiere y porque puede derivar en lo que está ocurriendo en la Península, donde se están cerrando una tras otra las plantas de ciclo combinado y las grandes eléctricas están reclamando indemnizaciones al Estado. Es un enorme error seguir insistiendo en el gas.

Pero alegan el Gobierno y algunos empresarios que el gas es necesario para el puerto.

Y nos están engañando. Es verdad que, probablemente, los buques tengan que utilizar este combustible a medio plazo. Pero para eso no hace falta una planta de gas ni gaseoductos en la isla, es suficiente con un barco regasificador en el puerto. No nos pueden engañar de esa manera. Con respecto a la Ley del Suelo no hay enfrentamiento.

Pues no lo parece.

El Cabildo dijo desde el primer momento que iba a presentar alegaciones para un debate serio y sosegado, porque ese es un instrumento de futuro para Canarias y no debemos precipitarnos. Y porque entendemos que no se puede perder la visión insular a la hora de la planificación o desproteger el suelo rústico. En el cuarto tema, la creación de una tasa turística, es algo en lo que ni siquiera hemos entrado. No hemos visto obligados a intervenir en ese debate porque fue el presidente Clavijo el que nos citó en Parlamento. Para contestar al portavoz de NC nos metió a nosotros por medio. Le espetó a Román Rodríguez que lo haga en el Cabildo de Gran Canaria, lo que me parece una falta de respeto.

También ha tenido varios rifirrafes con la oposición del Cabildo, con empresarios y con medios de comunicación. Alegan los portavoces de PP, Unidos y CC que tiene usted un talante poco democrático, que encaja mal las críticas y que está acostumbrado al ordeno y mando en el Ayuntamiento de Agüimes.

Yo eso no se lo he oído al portavoz de Unidos, a los otros sí. Yo tengo la trayectoria que tengo y si por algo me he caracterizado es precisamente por ser cercano, por dar participación a los demás grupos políticos y por no propiciar enfrentamientos. Otra cosa es que me tenga que quedar callado ante las críticas y que no tenga el mismo derecho que la oposición a responder. Yo no genero enfrentamientos gratuitos, que me pongan algún ejemplo de una limitación a los derechos de la oposición. Son acusaciones falsas, que solo buscan deslegitimar una buena gestión del gobierno. Ante la falta de argumentos se intenta agredir en lo personal.

En cualquier caso, hay bastante tensión con los portavoces de los grupos opositores.

También es verdad que tenemos unos portavoces de CC y del PP bastante limitados. Por parte de CC hay un consejero [Fernando Bañolas] al que los grancanarios le han dado de lado y no le votan ni en su propio municipio, por lo que está bastante deslegitimado para descalificar a un gobierno con una amplia mayoría. Y el PP resulta que está en manos de un secundario de la política [Felipe Afonso El Jaber], porque no es la persona que tenía encomendada la tarea de dirigir a la oposición en el Cabildo. Con los empresarios no he tenido enfrentamientos, es verdad que en un momento determinado surgió lo que yo entendí como una campaña contra mi gobierno, que puedo intuir de donde salió originalmente, pero luego se desdijeron.

En estos días está haciendo balance del primer año de gestión, ¿qué destacaría por encima de todo?

Es difícil destacar un aspecto concreto. Sí creo que los tres ejes sobre los que basamos nuestro discurso de gobierno se han podido desarrollar. El primer pilar de ese programa es sostener un Cabildo social para ponernos al lado de la gente que peor lo estaba pasando. Se han puesto en marcha iniciativas de creación de empleo de más de 10 millones de euros o planes de emergencia social por encima de 7 millones. Por otra parte, cuando hablamos de valores democráticos, hemos puesto en marcha la unidad de transparencia y estamos trabajando en el órgano de participación ciudadana, porque hay que abrir las puertas del Cabildo a los ciudadanos. También estamos poniendo los pilares para la soberanía alimentaria, las energías renovables, la I+D+i o la economía azul. Diría que los tres ejes los hemos podido concretar.

¿Y cuál es su mayor frustración en este primer año?

Frustraciones siempre hay muchísimas. Aunque no es nuestra competencia, nos gustaría avanzar más en las soluciones contra el paro. Nos queda muchísimo por hacer, sería un ejercicio gratuito de fatuidad decir que está todo hecho. Por eso decía al principio que nos siguen sobrando ganas e ilusión para afrontar todos estos retos.

El cambio del modelo energético y la introducción de las renovables fue su bandera política. ¿Cómo va ese proceso?

Ojalá dependiera solamente de nosotros. Si así fuera, otro gallo cantaría para la isla de Gran Canaria, porque estamos condicionados por el Estado a la hora de desarrollar el nuevo modelo energético. El retraso en la formación del Gobierno central no ha ayudado porque siguen los mismos impedimentos a la hora de crear infraestructuras para verter la energía limpia a la red. Ya hemos creado el Consejo Insular de la Energía y estos planificando parque eólicos marinos o plantas fotovoltáicas en los ecoparques.

El proyecto hidroeléctrico de Chira-Soria sigue empantanado en los despachos, ¿cuándo veremos la primera actuación sobre el terreno?

Nosotros desbloqueamos al legar la central de Chira-Soria, pues faltaban menos de quince días para que ese proyecto se fuera al traste. Por suerte, se nos advirtió por parte de Red Eléctrica que la paralización conllevaba la práctica desaparición del proyecto porque había que volver al principio. En Chira-Soria está la clave del desarrollo energético porque en un sistema aislado como el nuestro es necesario generar almacenamiento. Esta es la mejor manera. Se está avanzado en el proyecto y el pasado jueves se aprobó la declaración de proyecto estratégico, por lo que esperamos que esa gran obra empiece en 2017. Con el nuevo concesionario se han tenido que hacer modificaciones sustanciales porque proyecto de Endesa estaba más concebido como una optimización para la gestión de la propia empresa que como un revulsivo para las renovables y un espacio para el almacenamiento.

En políticas de empleo presumen de haber destinado 15 millones entre el plan contra la pobreza, empleo social y juvenil, pero el resultado en puestos de trabajo sigue siendo muy pobre, y mucho menos en empleo fijos.

Estos planes no eran para puestos de trabajo fijos, lo dijimos siempre. Los empleos fijos se generan con economía productiva. Estos son planes para paliar la situación de familias sin ningún tipo de recursos, que también se siguen manteniendo por parte del Estado y de la Comunidad Autónoma porque son absolutamente necesarios. Con esos fondos se hace obra pública, como la limpieza de barrancos o actuaciones en medio ambiente, y también genera recursos económicos durante seis meses para muchas familias, que luego se ven complementados con los subsidios de desempleo. Aunque la oposición nos acusa de habernos apropiado de los elementos positivos de la economía grancanaria en el último año, sí es verdad que ha mejorado la creación de empleo y el aumento de la afiliación a la Seguridad Social. Si sucediera lo contrario, dirían que la culpa es del Cabildo por no desarrollar esos planes.

En turismo se ha vuelto a la promoción conjunta con el Gobierno de Canarias, renunciando a ir por separado como hacía el gobierno de Bravo de Laguna, ¿qué resultados está dando?

Tenemos que hacer lo que más beneficia a Gran Canaria y los propios empresarios nos señalaban que ir a las ferias de turismo con un pabellón aparte no revertía beneficios en el mismo sentido. Y lo hemos comprobado. Dijimos que estaríamos atentos a ver si se producía algún desequilibrio, y si nos tenemos que ir nos vamos, pero hasta ahora no hemos notado ningún desequilibrio a la hora de estar presentes en los pabellones de Canarias y estamos satisfechos. Hemos abierto conexiones aéreas con nuevas ciudades, hemos aumentado el número de pasajeros y la programación de la isla se ha centrado en aquellos lugares en que hay que fidelizar clientes y captar nuevos sectores. Es curioso que nos acusen de hacer una política insularista porque plantamos cara cuando se nos intenta agredir, o que somos pleitistas cuando defendemos los intereses de Gran Canaria, pero luego no reconocen cuando damos pasos para ir de forma conjunta con el Gobierno de Canarias en políticas turísticas, sociales, culturales o de obras públicas.

Le han criticado que se atribuya inversiones o proyectos que vienen del anterior gobierno del Cabildo, como la financiación extra de las carreteras de La Aldea y la Circunvalación, o los planes de cooperación con los ayuntamientos...

No me estoy atribuyendo nada, solo digo que hemos agilizado y desarrollado propuestas que aquí estaban paralizadas o empantanadas. Yo no voy a acusar al anterior grupo de gobierno del PP porque no diga que su obra emblemática del mandato, el Pabellón Gran Canaria Arena, fuera un proyecto del anterior gobierno del PSOE y NC y que la obra la inició el que ahora es alcalde de Agüimes, Óscar Hernández. Yo estoy obligado a continuar los proyectos del anterior que me perecen sensatos. Pero también digo que nos hemos visto obligados a salvar inversiones y obras que estaban a punto de perderse.

Paradógicamente, los asuntos que más críticas y dolores de cabeza le han proporcionado en este primer año, como el Oasis, la eliminación de las cabras silvestres o la subida de las tasas de la basura, son en los que usted se ha empeñado en continuar la política del anterior gobierno del PP y José Miguel Bravo de Laguna. ¿No es una incongruencia por parte de todos?

Nosotros no llegamos a una administración para arrasar o para echar por los suelos lo que haya hecho la anterior corporación, estamos para construir en positivo y para aprovechar lo bueno de algunos de sus propuestas, como ocurre en el tema de los residuos o en el palmeral de Maspalomas. Efectivamente, el anterior gobierno puso en marcha en el Oasis una declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), incluso con el visto bueno de una parte de la oposición, pero estamos intentando huir de la confrontación, porque hubo demasiado conflicto en el anterior mandato. Y lo de las cabras es una absoluta desvergüenza por parte de la oposición del PP. Es una manipulación y mienten de forma flagrante al decir que nos hemos gastado una cantidad de dinero en el control de las cabras asilvestradas cuando el gobierno anterior lo hizo de la misma manera. Creo que a los señores portavoces de la oposición, que tienen el mismo sueldo público que los que gobernamos, se les debe exigir que no engañen a los ciudadanos. A mí no se me permitiría mentir de forma explícita ante la sociedad, se me acusaría de ello. Entonces, ¿por qué se le permite a la oposición, que también cobra del erario público?

El PP y CC rechazaron en el Pleno del viernes la subida de la tasa de la basura, pero también algunos alcaldes le han pedido que el Cabildo asuma ese incremento para que los ayuntamientos no tengan que cargarlo después sobre los ciudadanos. ¿Por qué no lo hace?

Esa es otra. ¿Y por qué no lo hizo el PP en el mandato anterior? Fue el gobierno de Bravo de Laguna el que puso en marcha la modificación de las tasas de residuos y me parece que es correcto si uno verifica los datos. Hay que afrontar el coste de la basura que generamos. Además, el Cabildo ni siquiera es el responsable de la recogida de los residuos; son los municipios quienes tienen que afrontar ese gasto, pero hay algunos que no cobran tasas, mientras que hay ciudadanos en otros sitios de la isla que sí pagan. Donde tenemos que hacer el esfuerzo es en el reciclado y en la concienciación, pues mucha de esa basura es producto del consumismo voraz, donde cuesta más caro el envoltorio que lo que consumimos, como ocurre con el agua en botellas de plástico.

Algunos nombramientos de su gobierno han sido muy polémicos, sobre todo en las áreas del PSOE. Y en las de Podemos tuvieron que dar marcha atrás en algún caso. ¿Le han colado los partidos del pacto alguna persona que no encaja en el proyecto?

No, no. Aquí no se ha colado a nadie, pero es verdad que se ha creado una ley perversa porque para conseguir que tengas el personal de confianza que cesa de un gobierno a otro se exige un proceso de selección, lo que no ocurre en ningún otro lugar de la administración. De hecho, otros cabildos ni siquiera están haciendo esa selección y nombran directamente. Nosotros hemos hecho esa selección y nos critican el proceso, pero también me han acusado de mantener a algunas personas que estaban con el anterior gobierno. Si hiciéramos lo contrario dirían que no respetamos a los profesionales.

El Cabildo de Gran Canari ha decidido, con el máximo secreto, llevar a la Fiscalía la actuación del anterior gerente del Club de Baloncesto Gran Canaria. ¿Qué han visto ?

Desconozco los detalles porque no pertenezco al Patronato de la Fundación Canaria del Deporte, que fue quien tomó la decisión, pero hay informes jurídicos que nos aconsejan poner esos hechos a disposición de la Fiscalía y tenemos obligación de hacerlo. A diferencia de lo que plantea la oposición en algunos asuntos, nosotros no vamos a hacer ninguna guerra mediática con estos hechos, nos limitamos a remitirlo a la Fiscalía. Dijimos desde el principio que no íbamos a hacer una auditoría a nadie, pero que si encontrábamos datos de irregularidades no nos íbamos a callar.

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