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IV Fase de la Circunvalación Apertura

Primer contacto con el recorrido

La IV Fase de la Circunvalación abre el paso a los vehículos después de cinco años de retraso

Después de cinco años de retraso, la IV Fase de la Circunvalación abrió ayer al tráfico. Desde temprano los más curiosos de la zona aguardaban el comienzo del desfile de vehículos por el tramo comprendido entre la salida de Arucas hasta la rotonda de Las Mesas. Las 11 de la mañana era la hora prevista para ello. Sin embargo, no fue hasta 20 minutos más tarde cuando los técnicos retiraron los conos que cerraban el paso al tránsito y el coche de la Guardia Civil probó el terreno dando el pistoletazo de salida al rodaje en el nuevo trayecto. La expectación estaba servida. Los primeros segundos fueron los más tensos ya que la falta de indicaciones hizo que nadie se animase a pasar. No hubo que esperar mucho para que el primer automóvil, un Opel Corsa negro, estrenase la flamante carretera. Su propietaria no llegó a parar para compartir la experiencia, no obstante, su meneo de brazos dejó patente su alegría. Y es que, a pesar de que las autoridades brillaron por su ausencia, la inauguración fue toda una novelería para muchos conductores.

Nicolás Benítez, residente en Arucas, es uno de los que se montó en el coche únicamente para probar la última fase de la circunvalación. El objetivo era llegar hasta Tenoya y volver. Eso sí, la vuelta sería por el camino de toda la vida, ya que la apertura de los 4,5 kilómetros de esta vía afecta tan solo a un sentido de la circulación, en concreto los dos carriles en dirección a la capital grancanaria. Esto es lo único que lamenta Alexandra Correa Ramírez quien, a pesar de ello, confesó ayer con emoción que estaba "deseando que abrieran". Para la aruquense, que fue la segunda en pasar por el nuevo tramo, su apertura supone llegar en 20 minutos al Hospital Materno Infantil donde trabaja.

Entre los primeros que también circuló por la IV Fase de la Circunvalación también está Antonio León, cuya empresa está en El Carrizal. "Venimos aquí muy a menudo y aunque no lo sé con exactitud, creo que con este tramo podremos ahorrarnos entre 15 y 20 minutos", apuntó antes de proseguir su viaje.

Muchos vecinos del Norte de la Isla manifestaron a este periódico el pasado miércoles sus dudas sobre si de verdad este trayecto podrá hacerse en cuatro minutos como está previsto. Asimismo, se mostraron escépticos de cara al comienzo de las clases ya que temen que se produzcan atascos en los accesos. Si bien la inauguración ha sido bien acogida por la mayoría de los conductores.

José Juan Guerra Marrero es desde hace 14 años repartidor de Ron Arehucas y aunque ayer no pasó por la nueva vía, manifestó su alegría por la apertura. Y es que cada día tiene que hacer entre tres y cuatro veces el camino que va desde Arucas a Las Palmas de Gran Canaria y a la inversa conduciendo un camión que lleva una plancha de 20 toneladas. "Suelo tardar unos 40 minutos en cada viaje", aseveró por teléfono. De manera que hoy la intención es probar "lo nuevo".

El acceso a esta nueva vía, con límite de velocidad de entre 80 y 100 kilómetros por hora, se realiza desde la GC-20, que une el municipio aruquense con la GC-2, evitando que se tenga que pasar por la entrada Norte de la capital para ir al Sur, o por los túneles de Julio Luengo en caso de dirigirse hacia el Puerto. Los vehículos procedentes de Arucas lo hacen por un ramal que comunica directamente con este tramo, a la altura de las dependencias del Consorcio de Emergencias; mientras que los que circulen en el sentido contrario se incorporan desde una glorieta provisional situada a la altura del barrio de El Hornillo. También existe un enlace en la zona de Santidad- Cardones, a la altura de la fábrica de galletas Bandama.

Las obras han supuesto la creación de 4,5 kilómetros de los 6,8 que abarca la autovía, con dos calzadas de dos carriles cada una, sin contar la longitud de los ramales de conexión y de las vías auxiliares. El proyecto salió a licitación en 2007 y debería haber concluido 42 meses después, en 2011. Pero los recortes estatales de las partidas económicas para carreteras y los problemas con las expropiaciones provocaron un retraso que, a día de hoy, ha hecho que la vía no esté totalmente finalizada. Inicialmente, esta intervención contó con un presupuesto de 105,7 millones de euros que finalmente se fijó en 115, tras las modificaciones que se tuvieron que hacer en el trazado. De esa cantidad, se han certificado 94 millones de los cuales 11 han sido aportados por el Cabildo insular. Este tramo está incluido en el convenio de prefinanciación de carreteras entre el Ejecutivo insular y el Gobierno canario.

Precisamente a este último solicitó ayer el Ayuntamiento de Arucas el compromiso de construir en la cuarta fase unas pasarelas que garanticen la accesibilidad peatonal entre los barrios que atraviesa la nueva vía. El alcalde Juan Jesús Facundo lamentó que "no se hayan llevado a cabo antes de la apertura" y pidió que se cumplan "los acuerdos establecidos en varias reuniones con la Consejera de Obras Públicas y el Director General de Carreteras para que estén operativas con la mayor brevedad posible".

También están pendientes los dos carriles en sentido contrario que casi terminados a falta de resolver un proceso de expropiación en Lomo Grande no contemplado en el proyecto inicial, y que impide la finalización del tramo completo.

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