Murió por el traumatismo craneoencefálico que sufrió. Así lo confirmó ayer, como principal hipótesis de la muerte, la autopsia realizada al ciudadano alemán encontrado muerto el pasado lunes dentro de un congelador en un trastero del complejo de bungalós Betancuria, en playa del Inglés, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana.

Además, según fuentes cercanas a la investigación, también se destacó que el cráneo "estaba destrozado". Aún falta por determinar si fueron una o dos personas las que supuestamente colaboraron en la desaparición del alemán, asi como le propinaron golpes en la cabeza y en la frente, y le metieron en el arcón congelador, donde fue hallado dos años después de ser dado por desaparecido.

Los agentes de la Policía Nacional recogieron muestras del difunto para asegurarse de la identidad del fallecido, con el fin de evitar cualquier error respecto quién es el muerto. Lo que ya está confirmado por los investigadores es que la víctima estaba atada de pies y manos, y que fue empleada cinta aislante para sujetarla por las extremidades.

Estos son algunos de los primeros datos derivados de la autopsia que ayer viernes se pudo iniciar, ya que el cuerpo descubierto el pasado lunes en el arcón estaba congelado. Lo que está claro es que este hallazgo ha sido motivo de sorpresa para muchos vecinos del citado complejo de bungalós de la avenida Menceyes, así como en casi todo el municipio del sur de Gran Canaria. También, han sido muchas las versiones y rumores que causaron este inusual y sorprendente descubrimiento. Muchos vecinos entrevistados resaltaron la sorpresa y la incomprensión de que no se hubiere descubierto antes al fallecido durante los dos años que ha estado dentro del congelador.

Cabe recordar que hace aproximadamente un mes que uno de los dos miembros de la pareja, ambos de nacionalidad alemana, por causa de un infarto, según un trabajador del complejo. La principal versión, dada por fuentes cercanas al caso, señala que su novio decidió mudarse del bungaló (número 51) en el que convivían desde hacía tres años. Por eso comenzó el pasado lunes a recoger cada rincón de su propiedad junto a un amigo. Todo fue con normalidad hasta que inició la limpieza en uno de los trasteros (número 7) que poseían. Fue ahí donde, al abrir un arcón de 1,2 metros de largo y 70 centímetros de ancho, "cerrado con llave", según las mismas fuentes, se encontró el cadáver de una pieza, en posición fetal, rodeado con plástico y hecho un bloque de hielo.

Los agentes de la Comisaría de Maspalomas acudieron de inmediato al bungaló al ser alertados de lo que se había encontrado. Fuentes consultadas cuentan también que, por su estado, el cuerpo podría llevar dos años congelado, lo que acerca a los investigadores a pensar que se trata del varón desaparecido hace el mismo tiempo.

La principal teoría con la que trabajan los investigadores es que el alemán fallecido por muerte natural el pasado mes de julio es el presunto homicida, ya que se les vincula con una posible relación sentimental anterior. A esperas de la resolución que aclare los hechos, todo apunta a que se trata de un crimen pasional. Será clave o, al menos de gran importancia, que se determine si la agresión y golpes a la víctima lo hicieron una o dos personas.

Diferentes historias para no dormir resuenan entre los vecinos, Este caso no dejó indiferente a nadie. La mayoría definía a la pareja que vivía en el complejo como "gente normal, tranquila y que iba a lo suyo", por lo que no salían de su asombro tras lo ocurrido.