El municipio de Tejeda dispone actualmente de unas 4.000 cabezas de ganado, entre cabras y ovejas, y cinco queserías registradas como tal, según Isidoro Jiménez, coordinador del encuentro con los productores majoreros. A su juicio, la clave para la supervivencia de este sector está en convencer a las nuevas generaciones de que es posible mantener una explotación ganadera sin los sacrificios de sus progenitores.
A modo de ejemplo, explicó que algunas queserías de Fuerteventura enfrían la leche de alguno de los ordeños semanales y eso permite a sus propietarios disfrutar de al menos un día libre. En Tejeda ya lo ponen en práctica las hermanas gemelas Natalia y Beatriz Mayor, que con tan solo 22 años ya cuidan de 190 cabras y 130 ovejas en el cortijo de Casa la Data, cerca de la Presa de las Niñas. Ellas viajaron a Fuerteventura y tomaron buena nota de los queseros de allí.
"Gran Canaria tiene unos magníficos quesos porque el ganado pasta en libertad; son animales felices y si están felices dan la mejor leche, pero también hay que mejorar la vida de los pastores para que se queden en el campo", opinó.
