"En las tres últimas legislaturas, doce años, no han invertido nada en el Centro Locero de La Atalaya. Nosotros estamos trabajando desde hace tiempo y esto funciona desde hace muchísimos años. Por eso no puede decirse que se vaya a recuperar o rescatar la alfarería. Lo que hay que hacer es ponerla en valor. Parece que no existimos y esto hay que potenciarlo. El Centro Locero no ha muerto, está más vivo que nunca", aclara Rivero.
El Cabildo de Gran Canaria ha subvencionado el proyecto "para recuperar la artesanía tradicional locera del barrio de La Atalaya en Santa Brígida como recurso endógeno para la dinamización socioeconómica del municipio a través del programa de Desarrollo Local con una partida de algo más de 18.000 euros", según dijo el consejero Gilberto Díaz al anunciar la aprobación de esa ayuda.
El objeto de esta acción, que también recibe el apoyo de la Fedac, es contribuir a la creación de empleo y al desarrollo del municipio, informó el responsable insular de Empleo y Transparencia tras la reunión con el alcalde de Santa Brígida, José Armengol, para abordar las actuaciones para la creación de empleo desarrolladas por el Cabildo en el municipio.
"Cuando se habla de la recuperación de la artesanía tradicional locera de La Atalaya queremos matizar que el Centro Locero va camino de 20 años abierto, trabajando la alfarería sin interrupción, formando a muchos alfareros, impartiendo talleres para colectivos, escolares y grupos en general", señalan en un comunicado desde la asociación de loceros.
"Algo que ya está vivo no se puede recuperar. Habría que matizar el vocablo, ya que entendemos que lo que quieren decir es promocionar, apoyar o ayudar. Considerando que el trabajo de la loza ha tenido continuidad a lo largo de los años desde el fallecimiento de Francisco Rodríguez Santana, más conocido como Panchito, hace justamente 30 años", añaden.
No obstante, la Alud se felicita por que desde la Fedac y la Consejería de Empleo del Cabildo "se invierta dinero público en la promoción, fomento, divulgación y puesta en valor de la artesanía tradicional locera, así como en talleres que ya se realizan desde la puesta en marcha del Centro Locero y que han funcionado sin financiación por parte de los organismos públicos a lo largo de todos estos años, salvo en muy contadas ocasiones, cuando se ha impartido algún curso de 72 horas por iniciativa de la Fedac".
El alcalde de Santa Brígida destacó que el proyecto incluye la dinamización del centro locero de La Atalaya y dotarlo de un centro de interpretación y talleres de formación en la tradición alfarera, así como la recuperación de varias cuevas de alfareros con sus espacios para elaborar vasijas y útiles, como la del propio locero Panchito, propiedad del Cabildo.
Recuperación de hornos
Este proyecto contempla también la recuperación de los hornos para cocer las vasijas y la mejora de la accesibilidad y señalética del conjunto de cuevas del barrio de La Atalaya de Santa Brígida, que fue uno de los más importantes de la alfarería en las islas.
La asociación Alud afirma, en cuanto a la dinamización, que se atiende a múltiples y variados colectivos y grupos, desde escolares de primaria y secundaria hasta grupos de la tercera edad. "Lo que sí se necesita es una mayor difusión en diferentes soportes como folletos, guías, o en los distintos medios como la radio, televisión, etcétera", sostiene.
"Nos parece una buena iniciativa", agrega la asociación, "que se recuperen las distintas cuevas de las loceras. No obstante el Ecomuseo-alfar Panchito, cuya titularidad es municipal y no del Cabildo, lleva abierto desde el año 1999, siendo muy visitado por colegios, turistas y visitantes en general, no teniendo por otro lado consignada ninguna partida presupuestaria a cargo del Ayuntamiento de Santa Brígida, cubriendo este mismo solamente los costes de agua y luz".
En relación con la recuperación de los hornos, Rivero manifiesta que en el Centro Locero se construyó uno en 1992 con financiación de la Fedac y es el que se utiliza habitualmente para cocer la loza talayera. Por otro lado, en 1999 el Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo restauró el horno viejo, "teniendo el conjunto de esa zona un estado lamentable por su abandono y desidia por parte de la Administración pública".
Alud espera que estos puntos sirvan para esclarecer la situación actual del trabajo que se realiza tanto desde el Centro Locero de La Atalaya como del Ecomuseo-alfar Panchito "y por otro lado desear que esta iniciativa sirva para mejorar, habilitar y poner en valor el patrimonio locero de La Atalaya".
