La Provincia - Diario de Las Palmas

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Cinco pasos para disfrutar Bioagaete

El pueblo se convierte en un escenario de música y color con un público numeroso y animado

Coches aparcados en cada espacio. Viento potente que azota en cada esquina. Sol abrasador y cielo celeste. Música, color, buen rollo, cerveza y playa a rebosar de vecinos de Agaete o visitantes que no quisieron perderse el festival. Un año más, Bioagaete recibe a miles de personas con ganas de disfrutar de la solidaridad y la cultura en estado puro. Un público de todas las edades se mezcló ayer entre las cinco carpas instaladas con conciertos o actividades infantiles, entre otros. En el muelle, tirados sobre las piedras, a primera fila junto al escenario o, como Carlos Santana y Carlos Moreno, "en la zona Vip". Los dos amigos, que llevan todo el mes en la localidad norteña, se mostraban "muy preocupados", haciendo uso de la ironía, viendo una de las actuaciones musicales sentados desde la ventana del restaurante Dedo de Dios. Con cerveza en mano y ganas de diversión, explicaron los cinco pasos para disfrutar "como se debe" de este jolgorio.

Levantarse

Carlos Moreno asegura que el primer paso es ponerse en pie desde la cama, aunque las sábanas se peguen por la fiesta de la noche anterior. Así, elegir bermudas frescas, camisetas cómodas, el mejor gorro y las gafas de sol más oscuras se convierte en parte de esta primera tarea fundamental para comenzar el día. Tanto él como su tocayo, Santana, llevan más de un mes disfrutando de esta rutina.

"Desde el primer volador de las fiestas de Agaete estamos aquí", aseguran, mientras explican que veranear en el municipio es "sagrado". Cómo ellos, miles de personas llevan desde el viernes levándose con ilusión y ganas, más temprano de lo normal para ser fin de semana y agosto, para no perderse detalle del festival.

Playa

"Ir derechitos a la playa" es el segundo mandamiento de obligatorio cumplimiento. El calor, el buen tiempo y la resaca de la noche anterior hacen que esta visita, con la toalla colgada del hombro, sea indispensable. De esta manera, no es necesario coger un hueco para todo el día, basta con el espacio justo "para echarse un rato", al menos los más fiesteros. También están las familias que quieren vivir Bioagaete, pero un poco más alejados y con los más pequeños cerca del agua. Cientos de padres con sus hijos gozaron de un día playero muy diferente, con música y talleres infantiles incluidos. Sin miedo, los niños fueron capaces de transformarse en elefantes o tiburones sin más ingredientes que la ayuda de los animadores y una pizca de imaginación.

Un buen baño

"Un buen bañito en la marea no nos lo quita nadie", sentencian los amigos poniendo nombre al tercer paso indiscutible. Después de los primeros rayos de sol reconfortantes, que pronto se convierten en calor "casi agobiante", no queda de otra que meterse en el agua. Desde la playa o desde el muelle, gusto para todos los colores. Con zapatillas para caminar sobre las piedras, poco a poco o corriendo. A duras penas por lo fresca que está o sin remordimientos a través de un salto desde el puerto del pueblo pesquero.

Mayores, jóvenes y niños en una jornada en la que la crema solar estuvo presente en todo momento. "Un baño cómo este te regenera", asegura Santana.

Cerveza

"La cervecita aquí o dónde sea, pero no puede faltar", ríen los amigos. Sin duda, esta pauta es religión para muchos. En la pista de baile o en el suelo a la sombra, la gran mayoría luce en su mano un vaso de cerveza "bien fresquita". Los Carlos lo tiene claro, de su "zona Vip o reservado no nos mueve nadie". En la sombra, sentados en el restaurante a primera línea de playa y con sus rubias en vaso disfrutaban de la actuación del grupo musical Mixtura Cromática.

La banda, formada por Ginés y Lucas Moreno, Brian Alonso y Juan Francisco Maderos, inundó de color y sonido la zona. Entre ellos destacaba, sin duda, el pequeño Lucas que con sólo 12 años tocó la batería como si de un profesional del rock and roll se tratara. Su padre, Martín Moreno, asegura que lleva desde los 9 tocando y bromea cuando dice "que no le gusta nada y que está siempre desquiciado". Los músicos, con gafas de sol puestas para cambiar de ritmo, regalaron "música del mundo para todo el mundo".

Disfrutar del buen rollo

Por último, pero no por ello menos importante, "disfrutar del buen rollo que siempre hay aquí" es el paso por excelencia de la lista de los dos amigos. En el concierto de música brasileña del escenario principal, en la fiesta "de más de 70 amigos en este restaurante" de Los Carlos, en la feria de artesanía, en los puestos de venta de camisetas identificativas de Bioagaete 2016, desde las azoteas o bailando salsa y bachata sobre el suelo azul junto a la carpa habilitada para ello.

"Aquí hay de todo para todos, es súper entretenido y te pongas dónde te pongas hay buen rollo", comenta Carlos Moreno. Él y su fiel compañero de aventuras norteñas reafirman que "la gente que viene aquí lo hace para divertirse, no ves peleas ni mal ambiente por ninguna parte".

Así, viviendo la jornada cada uno como más le gusta entre amigos, familiares, conocidos o nuevos por conocer, la música fue la protagonista central del festival. Con cargadores solares gratuitos para aquellos que llevan durmiendo en sus coches, caravanas o furgonetas desde el viernes, o carpas para seguir bailando sin el sol en la cabeza, un día más del acontecimiento se iba consumiendo.

Eso sí, sin penas ni remordimientos, porque la actuación nocturna de El Vega, una de las más esperadas, y la continuidad de la fiesta hoy animó a los asistentes a vivir con intensidad cada instante, deseando, sin duda, en sus adentros, una más el año que viene siguiendo los cinco pasos sagrados.

Esta, una muestra clara de que la cultura y la solidaridad pueden mover montañas, cómo movieron las de Agaete y a toda su gente dispuesta a gozar de un fin de semana lleno de risas y sonrisas.

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