La Aldea anima este año a acudir a las fiestas del Charco con una peculiar propuesta a los visitantes: admirar las estrellas y el firmamento desde los limpios cielos del municipio, desde la playa de Guguy o desde el pinar de Inagua, en la degollada de Tasarte o desde la orilla del mismo Charco.

La invitación la realizó ayer el alcalde de La Aldea de San Nicolás, Tomás Pérez, durante la presentación del programa de las fiestas en el Cabildo de Gran Canaria, en la que estuvo acompañado por la presidenta insular en funciones, Inés Jiménez, y la concejal de Cultura y Festejos, Yazmina Llarena.

Los actos duran casi un mes y tienen sus fechas claves del 9 al 11 de septiembre, días en que se suceden la Bajada de la Rama (viernes), la festividad y la romería del patrono San Nicolás de Tolentino (sábado) y la pesca de la lisa en el Charco (domingo), explicó el alcalde, quien resaltó que este año se esperan más de 15.000 personas al coincidir con un fin de semana. De hecho, todos los alojamientos del municipio han colgado ya el cartel de completo para esas fechas.

Será la última fiesta del Charco en la que los aldeanos y visitantes tendrán que atravesar los temibles riscos del Andén Verde, pues los túneles de la nueva carretera se abrirán a finales de este año y a mediados de 2017 también estarán terminados los enlaces con el pueblo y la playa de La Aldea.

"El cartel y el programa de este año tiene la connotación de fijarnos en dónde vivimos y mirar al cielo; La Aldea tiene unas condiciones especiales para ver las estrellas y tenemos que 'vender' turísticamente esa riqueza, porque el marco natural no es solo el mar y la playa", comentó Tomás Pérez, quien precisó que las fotografías de "la magia de la noche" que figuran en el programa de mano han sido realizadas por vecinos vinculados al Ayuntamiento.

Se trata de una decena de fotos del cielo desde distintos puntos de municipio, donde destaca un atardecer desde las rocas del Puerto, la vía láctea desde la Cruz del Siglo y el pinar de Inagua, o el firmamento estrellado desde El Viso y junto al Charco.

Las fiestas de este año tienen un presupuesto que ronda los 80.000 euros, que sufraga el Ayuntamiento con el apoyo del Gobierno autónomo, el Cabildo y empresas del municipio. "El programa incluye una amplia batería de actos pensados para todos, grandes y pequeños, y todos son gratuitos, lo que no hubiese sido posible sin la colaboración de esas entidades", recalcó.

Ante la gran afluencia de público a los actos principales, se ha reforzado el dispositivo de seguridad tanto para la zambullida en el Charco como para La Rama y la Romería-ofrenda. "Este años trabajarán unas cien personas, entre personal sanitario, seguridad y emergencias, incluso con personal venido de otros municipios", subrayó el alcalde, quien recomendó el uso del transporte público para llegar a La Aldea desde Agaete o Mogán. También pidió a los visitantes que acudan a la fiesta a "divertirse sanamente y respeten las tradiciones de los aldeanos".

Por su parte, la presidenta en funciones y consejera de Turismo del Cabildo, Inés Jiménez, dijo que las fiestas del Charco "no solo tienen una gran importancia cultural y etnográfica, cuyos orígenes se remontan a la época prehispánica, sino que destaca por su valor turístico y por atraer a miles de visitantes de todo el Archipiélago". Al respecto, adelantó que el Cabildo apoyará la solicitud para que se reconozca como Fiesta el Interés Turístico.

La Aldea de San Nicolás cuenta con dos hoteles que suman 76 plazas, un albergue rural con 37 camas y dos habitaciones de grupo con 15 plazas cada una, casas rurales, viviendas vacacionales, una pensión y apartamentos, informó la consejera de Turismo.