La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los cazadores de Canarias reclaman una política contraincendios más eficaz

La ACEC considera que en la actual gestión se impone la "economía del fuego", que distorsiona la necesaria prevención de los incendios forestales en las Islas

Un helicóptero durante las labores para sofocar un incendio. LA PROVINCIA / DLP

El actual modelo de gestión que predomina en Canarias ha facilitado que los montes y campos estén cada día más carentes de cuidado, "hecho que debemos asumir de una vez por todas y pensar que ha llegado para quedarse". Éste es el análisis que sobre la política de prevención de incendios realiza la Asociación Canaria de Entidades de Caza (ACEC), con sede en Telde. Acabar con lo que denomina la "economía del fuego" y erradicar la práctica contraincendios de mantener a cientos de medios aguardando un aviso de emergencia, "como si se tratase de un macroparque de bomberos de una ciudad, ese es el modelo de prevención que tenemos y no solo en las Islas Canarias".

En opinión de la ACEC, "es necesario un cambio urgente en la forma en que se afronta la problemática de los incendios forestales, pues llevamos décadas manteniendo un modelo de gestión de los mismos que poco o nada ha cambiado, cuando la realidad del rural canario sí que ha evolucionado rápidamente hacia unos modelos de combustible cada vez más propensos a facilitar que cualquier conato se pueda convertir en un gran incendio de miles de hectáreas".

En el recuerdo, el reciente incendio forestal de La Palma, donde falleció un agente forestal del Cabildo palmero, José Francisco Santana Álvarez, que refuerza su opinión de que si no hay un giro de las políticas de prevención, "de nada servirán los esfuerzos que se hacen en la extinción, las pérdidas materiales o los fallecimientos de aquellos amigos, como ha sido el caso recientemente, que no han dudado en enfrentarse al peligro que suponen los incendios forestales".

Una preocupación que se transforma en denuncia cuando recuerdan que en los medios de comunicación se publican noticias sobre el aparente consenso entre todas la partes implicadas -agentes forestales, administraciones públicas, grupos ecologistas y colectivos afectados- para la ejecución de trabajos de prevención de incendios, sobre todo cuando se producen, pero "la triste realidad demuestra", argumentan, "que a los pocos meses esa urgencia de cambio se vuelve a dejar metida en el fondo de un cajón y se repite de nuevo el mismo modelo que, realmente solo se basa en la dotación de medios para la extinción"

Y, como añade la ACEC, no se trata tanto de una carencia de partidas presupuestarias, ya que "millones de euros, posiblemente pagados con fondos europeos que realmente deberían estar destinados a la prevención y no lo son porque se invierten en pagar sueldos y horas de vuelo en espera de extinción". Una práctica que deja en espera a los efectivos hasta un nuevo aviso de emergencia, como si se tratara de "un macroparque de bomberos de una ciudad, ese es el modelo de prevención que tenemos y no solo en las Islas Canarias".

Para la asociación regional de cazadores, esta situación ha generado lo que denomina "una economía del fuego" de la que "nadie parece poder escapar y que hace imposible realmente que el modelo de gestión varíe lo más mínimo". Según los cazadores canarios, "cuando llegan nuevos incendios" todos los afectados, desde la ciudadanía a las administraciones públicas, pasando por los ecologistas, "reclaman que se restauren las zonas destruidas y los alcaldes piden que sus municipios se declaren zonas catastróficas". A los pocos meses, según la ACEC, "la Administración central libera miles de euros para restaurar las zonas quemadas y el proceso se reinicia de nuevo, dejando desatendida mientras tanto la necesidad de realizar un importante esfuerzo en las labores de prevención de incendios en las zonas que aún no se han visto afectadas".

La asociación canaria de cazadores propone que tanto la ciudadanía como las instituciones y colectivos implicados en la prevención de los incendios forestales deben ponerse manos a la obra para aplicar una verdadera política preventiva, ya que "de nada sirve querer recuperar lo que ya está destruido o invertir en aumentar la superficie forestal".

Masa forestal arrasada por el fuego en La Palma, con una víctima mortal, el agente de Medio Ambiente del Cabildo de La Palma, José Francisco Santana Álvarez, son los ejemplos más recientes y en los que sustentan los cazadores para reclamar que se finiquite de una vez "la economía del fuego y pongamos en marcha la gestión y mantenimiento de los espacios agroforestales canarios mediante iniciativas productivas, tanto para las personas como para la biodiversidad".

Para ello, este colectivo apunta la necesidad de trabajar "de verdad en crear discontinuidades en las masas forestales, cortafuegos, fajas en carreteras y caminos, desbroces en los alrededores de los núcleos urbanos y viviendas, limpiezas arbustivas en barrancos, eliminación de vegetales invasores, recuperación de terrenos agrícolas y un largo etcétera. Compartimentemos con todo ello nuestro territorio para evitar que los conatos y pequeños incendios se puedan convertir en grandes incendios forestales como los que vivimos actualmente".

Compartir el artículo

stats