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La Aldea prohíbe los asaderos el día del Charco y rechaza la ropa "de otra época"

El alcalde regula la fiesta del 11 de septiembre a través de un bando y reglamento

La Aldea prohíbe los asaderos el día del Charco y rechaza la ropa "de otra época"

La Aldea pone sus límites a los asistentes a la Fiesta del Charco. Un bando y reglamento publicado por el alcalde, Tomás Pérez, rechaza que se vaya "con traje de otra época", y aconseja ir con una vestimenta "normal". E impide realizar barbacoas en los aledaños a la playa y el parque, y el uso de equipos de música que ahoguen a las parrandas que acuden con instrumentos tradicionales.

El año pasado ya se aplicó a rajatabla. Y la medida cogió de sorpresa a muchos habituales de esta fiesta multitudinaria. La llegada de agentes de la Policía Local en los momentos de máxima diversión en las horas previas al volador generó más de un trago amargo para muchos grupos, que desconocían estas medidas y mostraron su disgusto. Peses a todo, y para intentar preservar este evento catalogado Bien de Interés Cultural como Sitio Etnológico desde 2006, La Aldea publica ahora sus medidas de control, porque "es necesario velar por sus valores patrimoniales".

El bando que regirá el día 11 de septiembre afecta al entorno de la playa, el Parque Rubén Díaz y la zona forestal, donde quedarán prohibidas las barbacoas y el uso de bombonas de gas de cualquier tipo, y los motores alimentados por combustible, y no se permitirán equipos de música. Y, en contraposición, "para animar el evento, sólo podrán utilizar instrumentos típicos como guitarra, timples, bandurrias, etcétera". También se impide "alterar las condiciones naturales del entorno (gea, flora, fauna y el patrimonio etnológico o arqueológico) y, explícitamente, talar o podar árboles o matorrales, o cualquier otra alteración de la vegetación circundante y actuaciones que puedan molestar o perjudicar a la fauna".

En caso del incumplimiento de las actividades prohibidas, "se precintarán los enseres y útiles usados", sin perjuicio de las acciones que resulten de la aplicación del régimen sancionador aprobado por la legislación vigente.

Las restricciones, según el Ayuntamiento, complementan a las que rigen en todas las zonas recreativas de la Isla, impulsada por el Cabildo de Gran Canaria para evitar riesgos en estos días de calor.

En un apartado especial, se recuerda que "con mayor rigidez se debe cumplir el ritual tradicional de siglos atrás en el comienzo y desarrollo dentro del Charco". Y, dentro de este marco, que es una costumbre tradicional la de "entrar al Charco vestidos con atuendo normal, y que no deberá hacerlo en bañador, biquini y vestimenta de otra época", recalca especialmente.

El alcalde explica que estas medidas se toman porque la fiesta es un "ritual tantas veces centenario que no se explica sino que se vive. Pero como todas las celebraciones festivas de los pueblos, la Fiesta del Charco ha evolucionado al paso del tiempo y si los cambios no han erosionado la esencia de su celebración, sí han variado algunos de los elementos de su arquitectura festiva".

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