La ofrenda del Pino de Teror se vio ayer ensombrecida por el primer accidente protagonizado por la estampida de una yunta, en este caso las que arrastraban la carreta de San Mateo, que dejó cuatro heridos, uno de ellos con un brazo roto y otro con una lesión en la espalda. La romería reunió a peregrinos y grupos folclóricos de las ocho islas, aunque el calor mermó la asistencia de fieles.

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, cifró en unas 15.000 personas la participación de ayer en la fiesta, pese a que el calor y su celebración entre semana menguó la asistencia respecto a pasadas ediciones.

La ofrenda recibió a una representación de cada isla, incluida La Graciosa. Y también volvió a contar con la presencia de la alcaldesa de la localidad tinerfeña de Candelaria, María Concepción Brito, coincidiendo con los 25 años del Hermanamiento entre ambos municipios, ligados por sus respectivas patronas de Canarias.

La representación de Teror acudió con un rebaño de ovejas, como es tradición. Entre ellos se encontraba Pedro, de 11 años, que representa a las nuevas generaciones de ganaderos. Pero no fue el único niño, ya que por allí también deambulaba Alejandro tocando su timple. Está a punto de cumplir cuatro años, los mismos que, según su abuelo, lleva visitando a la Patrona.

A la representación del Cabildo se sumó la artista Mari Sánchez, y la vicepresidenta del Gobierno de Canarias, Patricia Hernández, y su consejero de Industria, Pedro Ortega. Y como anécdota, a la hora de descargar la ofrenda, Antonio Morales, portó una cesta con pitaya y papayas; el consejero de Agricultura, Miguel Hidalgo, llevó miel y otros tarros de elaboración; el consejero de Presidencia, Pedro Justo, el vino y la sidra; y el expresidente José Miguel Bravo de Laguna, las papas, entre otras aportaciones. En cambio, el consejero 'popular' Felipe Afonso trasladó un trozo de calabaza, y no pudo reprimir entre sonrisas el comentario de "calabazas para el gobierno". Pero, entre todos, sobresalió la fortaleza del primer teniendo alcalde de Teror, José Luis Báez, que bajó un gran racimo de plátanos.

No faltó a la cita el grupo de Tamaraceite vestido con la indumentaria negra que diseñó Jesús Arencibia en las primeras romerías. Y tampoco la reivindicación de uno de los niños verseadores de La Aldea, que lanzó una reivindicación sobre su nueva carretera. Sus palabras encontraron la respuesta de los asistentes con un sonoro aplauso.

Esta vez se echó en falta los picudos en la barca de Mogán. Según uno de los participantes, ahora está prohibida su captura, salvo para su posterior suelta. Su estampa se cambió por los atunes, además de su variada fruta.

La ofrenda estuvo marcada por el incidente con la carreta de San Mateo. "Hemos estado meses con reuniones en la junta de seguridad, pero esto es lo que menos piensas que ocurrirá, aunque se sabe que hay mucha gente alrededor". Antonio Morales lamentó este suceso, al igual que el alcalde, Gonzalo Rosario, que reconocía que este es el primer accidente de esas características que se recuerda en la ofrenda de Teror con las vacas. El percance se produjo a unos 150 metros del puente, cuando una persona que suele acompañar al pastor trató de recuperar un sombrero que se le había caído al suelo, asustando a la pareja de vacas de entre 350 y 400 kilos cada uno, que arrancaron en una estampida que se prolongó unos 40 metros. El afectado, una persona sordomuda, cayó y el carro paso por encima, aunque evitó por poco la rueda.

Los gritos de los integrantes de la comitiva de San Mateo, tal y como señala el alcalde, Antonio Ortega, facilitó que el público se fuera apartado. Sin embargo, las bestias golpearon a dos personas, que sufrieron heridas leves. El principal afectado tuvo que ser evacuado al Hospital Doctor Negrín donde, según el regidor de Teror, presentaba la fractura de un brazo, además de golpes. El otro evacuado al mismo centro sufrió una lesión de espalda cuando trataba de auxiliar al herido. Afortunadamente, sobre la carreta no iba ninguna persona.

El accidente no paralizó la ofrenda, que comenzó con una puntualidad exquisita, con la apertura de la iglesia a las cuatro de la tarde y la salida de la Virgen del Pino para ubicarse ante el frontis de la basílica.

Como novedad, los 44 niños escribieron sus propios versos en forma de décimas al paso de cada municipio al que representaba.

Las bellezas estuvieron también presentes. Las Palmas de Gran Canaria acudió con la Romera Mayor de La Naval, Raquel Ojeda, y la gran dama. Y Gáldar con su Guayarmina, Inés López; y su Bentejuí, Borja Vega.

La fiesta de la Patrona de Gran Canaria reunió nuevamente a un grupo de la Asociación Cultural China-Gáldar, y que se hicieron sus fotos con la patrona y el obispo, ante la Basílica.