La Bajada de la Rama desde la montaña de Vergara hasta la Plaza Grande de Guía cumplió con las expectativas. Más de 3.000 personas, según los cálculos de los mayordomos de las Marías, se sumaron a una tradición llena de respeto y devoción que se alargó desde primera hora de la tarde hasta la noche, recorriendo varios kilómetros con las medianías como punto de partida.

El descenso hasta el casco de Guía comenzó con algo de retraso, debido a una ligera demora entre quienes llegaban desde el pago de Montaña Alta para sumarse al resto del grupo en Vergara. Allí les esperaban los que habían subido a pie -más que otros años, y no sólo jóvenes- y aquellos que habían llegado en las 14 guaguas fletadas a la compañía Global, que tuvieron que hacer al menos siete viajes de ida y vuelta hasta que lograron transportar a todos los que querían unirse. La ligera demora fue, en realidad, beneficiosa, porque a partir de las 17.30 horas la temperatura refrescó y el camino se pudo completar sin pasar calor.

Una vez en marcha, la bajada de la rama se convirtió en una sucesión de sutiles detalles, como las pajaritas verdes que caían imitando a las cigarras cuyo azote propició hace ya 205 años que los vecinos de los Altos, Barranco del Pinar, Piedra de Molino, Junquillo y Verdejo, Palmitales, Calabozo y Paso, Caideros de San José, Saucillo y Lucena decidieran celebrar la primera de las fiestas votivas dedicada a la Virgen para agradecerle su intercesión ante los males que les aquejaban.

A lo largo del camino no dejaron de sonar los más de 300 tambores y 200 bucios que iban anunciando la llegada de la comitiva a cada pago.

Al llegar al hospital de San Roque, los romeros se pararon para bailar la rama en la primera de las paradas del recorrido. Más adelante, en la plaza de San Roque, volvió a repetirse la escena con los papahuevos. En cada punto destacado, los voladores servían como aviso de que los romeros acababan de completar una etapa más de su periplo.

En la Plaza Grande les esperaban con gran expectación los mayores de Guía y aquellas personas que por motivos de salud no habían podido realizar el recorrido a pie. La entrada a la iglesia matriz fue espectacular, con el estruendo de los tambores y los bucios marcando el paso de los romeros hasta que se completó el aforo del templo como antesala de una noche en la que el XXXII Festival Folclórico de las Marías puso el toque musical. En él actuaban las agrupaciones folclóricas Los Brezos, de Tenerife; Labrante, de Arucas, y los guienses de Lairaga del Norte.

El protagonismo hoy será para la eucaristía y la posterior procesión y romería, que contará con la participación de carretas, agrupaciones folclóricas, rondallas, parrandas y caballos enjaezados. Comenzarán su recorrido en la carretera general, entrando en la ciudad por la calle Médico Estévez para continuar por San José, Canónigo Gordillo y Luis Suárez Galván. Desde allí enfilarán el camino hacia el templo, donde les esperará la imagen de la Virgen de Guía. Además, a primera hora habrá un paseo de animales y por la tarde los mayordomos de la fiesta sortearán un tallero de salón elaborado por el artesano Juan José Caballero y su hijo.