La empresa Canaragua, concesionaria del servicio público de abastecimiento, saneamiento y depuración de aguas de San Bartolomé de Tirajana, ha logrado incrementar su efectividad hasta un 90% mediante una mayor detección de fugas y reducción en un 35% de averías. La compañía ha conseguido obtener estos resultados tras invertir en los últimos cinco años cerca de tres millones de euros en tecnología puntera.

El alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, visitó el pasado viernes en compañía de varios concejales de la corporación las instalaciones de Canaragua con el fin de conocer su operatividad y comprobar las mejoras que la empresa ha introducido en los últimos años.

El itinerario se inició en las instalaciones de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de El Tablero, cuyo capataz Francisco Javier Santana, explicó a las autoridades los trabajos de decantación y oxigenación del agua por bacterias, y la posterior gestión que Canaragua hace de los fangos resultantes. Se trata de unas 24 toneladas diarias de fango deshidratado que se transportan cada día, junto con las 35 toneladas diarias que también produce la Edar de Las Burras, hasta el centro de biometanización de Las Palmas (Salto del Negro), a un coste de 57 euros por tonelada. Con el actual secado del fango que dispone la Edar sólo se consigue en una proporción de 15%. Es por ello por lo que el director de zona de Canaragua, Jaime Planells, ha solicitado al Cabildo poder realizar ese secado de una forma mucho más efectiva y eficiente aprovechando los recursos de aire y sol que imperan en la central de Juan Grande. La segunda parada de esta visita se concretó en el centro de control de filtros del Lomo de Maspalomas, una instalación totalmente informatizada desde la que se lleva el control digital y georeferenciado de los 32 depósitos de agua potable existentes en el municipio (con una capacidad de reserva de 75.000 m3), de los 418 kilómetros de redes arteriales de distribución y abastecimiento, y del sistema de alcantarillado.

Tecnología puntera

Rafael del Castillo, jefe del servicio de distribución y abastecimiento, explicó que los casi tres millones de euros invertidos en la implantación de tecnología puntera ha permitido una mejora sustancial en la prestación del servicio. Las fugas y el número de averías se han reducido hasta lograr casi un 90% de rendimiento o efectividad pese a la gran antigüedad de las redes. Las fugas se detectan ahora un 50% más que antes, y las averías se han reducido en un 35% mediante la aplicación de reductores de presión y la renovación de redes. Se estima que anualmente se distribuyen unos 12.000 millones de litros de agua y que la mejora de rendimiento en estos cinco años ha supuesto un ahorro total en pérdidas de 3.600 millones de litros.

Ese logro ha sido posible gracias al uso combinado del sistema de telecontrol, para saber qué agua se suministra y se consume en cada sitio en cada momento; del sistema informativo geográfico, que detalla dividido por sectores el agua que entra y sale por cada una de las tuberías, contadores y válvulas; así como el sistema de clientes, que permite detallar el consumo cúbico y sus franjas horarias. A la mejora del servicio también contribuye la implantación del sistema de gestión de órdenes de trabajo y su aplicación por los 28 operarios del servicio, que desde 2014 utilizan tablets para comunicar las incidencias en tiempo real.