La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Santa Lucía Investigación sobre la desaparición de Yeremi

La familia de Yeremi pide al juez un careo entre Ojeda y su compañero de celda

Los parientes de Yeremi buscan aclarar las dudas surgidas entre la declaración de 'el Rubio' y las confesiones que hizo a José R. O. B. En su comparecencia de julio, el acusado afirmó que no tenía relación con el caso

El abuelo de Yeremi, José Vargas Castellano, ayer en el garaje de su casa en Vecindario junto a un retrato de su nieto. YAIZA SOCORRO

La acusación particular en el caso que investiga la desaparición de Yeremi Vargas en Vecindario el 10 de marzo de 2007, ejercida por la familia del pequeño, ha solicitado ante el magistrado encargado del caso un careo entre el acusado Antonio Ojeda, conocido como el Rubio, y su compañero de celda, José R. O. B.

Con este careo, la acusación busca aclarar las dudas surgidas a raíz de la declaración judicial de Ojeda en los juzgados de Maspalomas el pasado 13 de julio. En ella, el acusado de la desaparición de Yeremi se negó a declarar excepto para asegurar, a preguntas del abogado asignado a su defensa por el turno de oficio, que no tenía nada que ver con el caso.

La negativa del Rubio a responder a las preguntas de la Fiscalía y la acusación particular durante su comparecencia de 10 minutos ante el magistrado Mariano López Molina, adscrito al juzgado de primera instancia número 2 de San Bartolomé de Tirajana, fue la continuación de la que había dado con anterioridad a los agentes de la Guardia Civil. Los investigadores habían interrogado a Ojeda sin éxito semanas antes en la prisión algecireña de Botafuego, donde se encontraba recluido antes de su traslado al centro penitenciario grancanario de Juan Grande, en San Bartolomé de Tirajana.

El silencio del acusado, primero ante las fuerzas de seguridad y después en sede judicial, contrasta, sin embargo, con la aparente locuacidad con la que se expresó en la intimidad de su celda con José R. O. B., con quien compartió espacio en las prisiones gaditanas de Puerto III y Botafuego. Este preso ofreció a los agentes de la Guardia Civil que le interrogaron el 25 de mayo de este año en el centro penitenciario donde se encuentra recluido una serie de detalles sobre la vinculación de Ojeda con el caso que sirvieron a la Benemérita para aumentar los indicios en contra del Rubio. José R. O. B. también compareció por videoconferencia ante el juez Molina días después de que lo hiciera Ojeda, y fue cuestionado por las declaraciones que había hecho al equipo policial que investiga la desaparición de Yeremi.

El recluso que convivía en la cárcel con Ojeda había explicado a la Guardia Civil que habían sido varias las ocasiones en las que el acusado y él habían entablado conversación sobre el caso de Yeremi Vargas. Al descubrir que el Rubio disponía de información y estaba dispuesto a compartirla con él, comenzó a preguntarle con disimulo por más detalles, hasta que recopiló los suficientes datos como para trasladarlos a las autoridades.

El relato que según José R. O. B. le había trasladado Ojeda en prisión incluía dos tramas diferentes. De acuerdo con la primera de ellas, el Rubio se encontraba en las inmediaciones de la casa de Yeremi el día de la desaparición del niño cuando vio cómo una mujer morena introducía por la fuerza en un coche Seat Toledo de color blanco a un niño que coincidía con la descripción física del pequeño Vargas.

No era la primera ocasión en la que Ojeda daba esta versión del suceso, puesto que en septiembre de 2007 ya había comparecido de manera voluntaria como testigo en el cuartel de la Guardia Civil de Vecindario para dar detalle de ella y asegurar que había vuelto a ver ese vehículo unos días después en una recuperadora de metales ubicada en el polígono de Arinaga. Sin embargo, los investigadores del caso rastrearon el vehículo hasta dar con él y comprobaron que era imposible que fuera usado el día de la desaparición de Yeremi, ya que se trataba de un automóvil perteneciente al Ministerio de Defensa que sólo era utilizado de lunes a viernes, mientras que el pequeño desapareció un sábado.

La segunda versión del suceso que según José R. O. B. le contó Ojeda en prisión inculpaba a un vecino de éste conocido como Tani. Siempre de acuerdo con el relato hecho por el recluso y recogido por la Guardia Civil, el Rubio aseguraba que su vecino había dado "algún tipo de disolvente, droga o sustancia con el fin de dormir al menor, lo que le habría provocado la muerte".

La Guardia Civil ha venido investigando el caso de Yeremi Vargas, del que hace escasos 10 días se cumplieron nueve años y seis meses, desde el mismo día de la desaparición del pequeño. En declaraciones a los medios efectuadas este miércoles en relación con otra desaparición, la de la joven Diana Quer en la localidad coruñesa de A Pobra do Caramiñal, el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, recordó que éste es uno de los varios casos que "se mantienen abiertos" por su departamento a pesar del tiempo pasado desde los hechos.

Compartir el artículo

stats