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La Aldea Galerías filtrantes canarias

Esta isla fue una mina de agua

Sólo una de cada cinco minas de agua de Gran Canaria se encuentra en fase de producción

Túnel de la mina de Cercado Espino. LP / DLP

Las galerías, que buscan los acuíferos de montaña, están presentes en todas las Islas Canarias menos en Fuerteventura. Su número supera las 1.572 unidades, aparte de un grupo de unas 200 más que pueden haberse perforado en el interior de los pozos. En su conjunto pueden sumar más de 2.000 kilómetros de longitud, lo que arroja una media de 1,3 kilómetro por unidad. El 65% se localiza en Tenerife, el 24% en Gran Canaria y el 10% en La Palma. "Constituyen un patrimonio hidráulico histórico desconocido y en peligro", advierte Suárez Moreno.

En cambio las minas, que se trazan debajo de los barrancos, son de menor número pero más antiguas que las anteriores. Se localizan mayoritariamente en Gran Canaria, aunque es posible que alguna se trazara en barrancos de Tenerife y de Fuerteventura. "Hemos localizado y estudiado 106 minas en Gran Canaria aunque puede haber alguna más a pesar de que hemos recorrido, a lo largo de casi diez años, con la ayuda de gente conocedora del tema en cada lugar, los mil y un barrancos y barranqueras de nuestra isla".

Casi todas estas minas de agua se localizan en las zonas áridas y semiáridas del Este, Sur y Sureste de la Isla, pero en el Norte también las hay, "casi todas perforadas entre finales del siglo XIX y principios del XX, cuando comenzó el desarrollo económico de las plataneras".

Galerías filtrantes

La obra 'Galerías filtrantes canarias. Minas de Agua en Gran Canaria' ha sido publicada recientemente por el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria. Francisco Suárez Moreno y Luis García Martín, director y editor de la revista Ingeniería del Mantenimiento en Canarias, presentarán el próximo jueves 29 de septiembre esta obra en el Club LA PROVINCIA.

La presentación, según García Martín, se hace "con la intención de conferirle la importancia que se merece esta muestra representativa de la ingeniería canaria y que es, sin duda, un ejemplo de una ingeniería de impacto mundial, por la variada tipología de minas que nos representa y que son el resultado de una adaptación inteligente a las condiciones singulares de nuestro territorio".

El director de la revista afirma que "esta ingeniería, con carácter y vocación de resolver los problemas propios de nuestro archipiélago, ha estado presente en la comunidad canaria desde siglos pasados hasta la actualidad. A través de la Revista de Ingeniería del Mantenimiento en Canarias pretendemos dejar constancia de este saber hacer, que incluso hemos exportado a otros países y regiones, y que puede ser un revulsivo para las generaciones venideras".

En Gran Canaria, según apunta Francisco Suárez, se generalizó a partir de principios del siglo XVI y sobre todo después del siglo XVIII la construcción de unas galerías filtrantes denominadas minas para captar las aguas subálveas de los barrancos. "Constituyen, por lo general, unos túneles subterráneos que seccionan el subálveo arenoso de los barrancos, a modo de galerías filtrantes entibadas con muros de piedra y techados en dintel con lajas y, a tramos, con unos respiraderos verticales o pozos de ventilación denominados campanas".

Minas y galerías

Las minas se distinguen de las galerías de agua comunes de hoy en Canarias por su naturaleza de construcción y por el acuífero que captan, "ya que las galerías, aunque son también túneles filtrantes, están trazadas en los riscos, buscan el acuífero colgado de las montañas y conllevan una tipología minera del agua distinta, no tienen respiraderos, ni obras de fábrica, salvo en tramos de materiales sueltos y son de construcción más reciente".

El pozo constituye la estrategia hidráulica más antigua para captar agua subterránea en zonas áridas y semiáridas. "Pero extraerla del mismo era muy costoso, hasta que se descubrió cómo hacer desde su fondo una galería que por gravedad condujera el agua hasta la zona de riego. Y ese fue el fundamento tecnológico de la obra hidráulica del primigenio qanat iraní. La dificultad se presentó cuando, entre el pozo y el lugar adonde llevar su agua, la distancia era kilométrica. Para ello se necesitaba capital, complejos cálculos de niveles y ejecutar a lo largo de la galería de conducción una serie de pozos de ventilación por donde poder acceder a sus obras y conseguir la aireación".

Por ello la construcción de un qanat (infraestructura para la captación de una capa de agua subterránea y la abducción de agua hacia el exterior) requería una mano de obra muy especializada en localizar el acuífero (conocimientos hidrológicos) y capaz de calcular las distancias y los niveles precisos para que el túnel y sus pozos de ventilación se trazaran adecuadamente, además de conocer la tecnología minera para cada terreno.

Primero se hacía el pozo matriz para buscar el agua; luego por tramos se construían el canal subterráneo de salida del agua y los pozos de acceso y respiración, hasta que conectaban con el pozo principal y se desalojaba toda el agua. El túnel subterráneo de salida del agua era a veces kilométrico (5 a 40 kilómetros) y, según el terreno, se reforzaba con maderas o con paredes de piedras y dinteles de lajas o de madera.

Los qanats han dado durante miles de años asombrosos resultados no solo por la cantidad de agua potable captada, sino porque, al ser canales subterráneos, las pérdidas por infiltración y evaporación son menores que en otras vías de agua. "Incluso han servido de espacios refrescantes en climas calurosos como el caso de Irán donde, sobre sus lumbreras, se han acondicionado unas torretas de ventilación que facilitan la circulación del aire caliente por la corriente del agua subterránea, que no es otra cosa que la aplicación del efecto Bernouille por la sabiduría de los maestros de las obras hidráulicas del Oriente".

En Irán se han construido más de 32.000 qanats; en Afganistán, unos 9.000, y en España, de las 3.000 galerías filtrantes existentes, sólo un 20-30%, aproximadamente, responden a la naturaleza de esta singular obra hidráulica.

Galerías en la Península

La experiencia en tecnología hidráulica española, a partir de la Edad Moderna, tiene una primera referencia documental (aparte de las primeras patentes de invención de artilugios) en la famosa obra manuscrita de 'Los veintiún libros de los ingenios y de las máquinas', atribuida hoy al erudito aragonés (científico, arquitecto e ingeniero en máquinas y fortificaciones) Pedro Juan de Lastanosa. "El contenido del libro 7 es muy detallista sobre cómo calcular y nivelar adecuadamente las minas empleando artilugios curiosos de niveles, cuadrantes, graduaciones, balizamientos, forrado de galerías con cantería y maderos, acueductos?".

La obra presta, aparte de otros detalles, minuciosa información técnica ilustrada sobre cómo perforar una mina de conducción de aguas, con lumbreras que denomina respiraderos para dar luz y ventilar el interior, extraer materiales y alinear adecuadamente la dirección de la obra con maderos, a modo de balizas topográficas, extremo éste que se empleó en la construcción del túnel de la Mina de Tejeda en Gran Canaria (1514-1526).

En Cataluña, Comunidad de Valencia y Murcia es donde hay mayor número de galerías filtrantes, y en Andalucía donde se descubre la mayor densidad y variedad, aunque Baleares y Canarias no se quedan atrás ni en densidad ni en variedad. Los ambientes geográficos donde estas se excavan se pueden resumir en tres: montaña, laderas-pie de monte y cursos y terrazas fluviales. "Ello determina una variada tipología de galerías filtrantes entre las que se encuentran nuestras galerías y minas canarias".

Minas en Gran Canaria

Las minas de agua en Gran Canaria constituyen unas obras hidráulicas con unas especificidades extraordinarias de la mano de la ingeniería académica canaria, caso de los ingenieros Juan León y Castillo, su hijo Germán, su ayudante en obras públicas Cirilo Moreno, así como el ingeniero herreño-cubano José Ángel Rodrigo-Vallabriga Brito y otros, que firmaron muchos proyectos.

Estos túneles de agua filtrante presentan diferentes longitudes aunque, por lo general, alcanzan entre los 30 y 200 metros, si bien alguno supera el kilómetro. Presentan una sección variable pero con una medida suficientemente grande como para que pueda pasar una persona a hacer las labores de limpieza (0,40-0,60 metros por 1,00-1,60 metros) en la zona entibada. "Estamos pues ante unos túneles filtrantes estrechos y de poca altura que requerían para sus labores de limpieza anual personas delgadas, casi siempre muy jóvenes".

Las minas de largo trazado, y a veces profundo (15-30 metros de la superficie), llevan varios puntos de ventilación, denominados campanas, que en estos casos son auténticos pozos de gran profundidad. "Su trazado, por lo general, secciona el plano del barranco en diagonales más o menos largas en función de las dimensiones del cauce o, en algún caso, franjas de aluvión litoral entre barrancos por donde discurren aguas ocultas. En barrancos estrechos con acusada disposición en V, el trazado avanza por el lecho para captar mejor todas las aguas subálveas".

El muro lateral superior del túnel filtrante (aguas arriba) es de mampostería de piedra seca para el buen filtrado de los filetes líquidos y el piso debe ser impermeable. El muro lateral inferior (aguas abajo) también es de mampostería en seco pero enfoscado con argamasa de cal y arena hasta la altura que se desee impermeabilizar, según el nivel del desagüe de la mina. Su techo está cubierto, en dintel, con losas basálticas (lajas), apoyadas en los dos muros laterales con suficiente resistencia para mantener el espesor de las capas de aluviones que tiene encima, a veces de muchos metros de altura (hay algún caso con techo en bóveda de medio punto o apuntada), según explica el autor.

Cuando la mina se adentra por sedimentos de naturaleza variada más compactados -coluviones y materiales sueltos pero cementados por arcillas y caliches- se prescinde del entibamiento y solo se emplean paredes de refuerzo o tramos entibados. En este caso se permite mayor amplitud del túnel (de 0,8 a 1 metro de ancho por 1 a 1,50 metros de altura) y se deja el techo abovedado, con sillería de piedra noble, para mayor resistencia. Las lumbreras se convierten en profundos pozos de ventilación.

Los tramos

La mina presenta varios tramos. En primer lugar está la zona de drenaje y el túnel de filtración. Es el tramo principal de mina, situado en el subálveo o depósito aluvial de barrancos del cuaternario reciente, con una parte superior de material de acarreo (arenas, gravas y piedras o cascajos) y en la inferior de los mismos materiales pero cementados por caliches, con un alto parámetro de infiltración.

Luego está la zona subterránea de salida. En algunas minas su boca no sale directamente al exterior porque el nivel de su base, en el lateral del barranco aún debe cruzar terreno para salir fuera por zona de aluviones y coluviones cuaternarios u otros materiales como sedimentos compactos, escorias volcánicas, etcétera.

A continuación está el tramo de la acequia y estanque regulador. El agua drenada es conducida, por regla general, a través de una acequia, cubierta o no, hasta un estanque regulador, en algunos casos a kilométricas distancias y en otros se halla junto a la bocamina. Los estanques reguladores, por lo general, están embutidos en el terreno y son de poca capacidad. Por otro lado, la naturaleza del terreno así como el mayor o menor poder adquisitivo de los propietarios han determinado una variada tipología de minas que no se corresponden con las generalidades técnicas señaladas.

Entre esas singularidades se encuentran los trazados complementarios. Se contemplan en algunas minas del Sureste de Gran Canaria y conforman, a partir de la mina principal, una serie de ramales subterráneos, aguas arribas del barranco, que puede conectar incluso con un pozo.

Las minas sin campanas se dan cuando su túnel de filtración está muy cerca de la superficie del barranco. Las minas con lumbrera lateral son respiraderos horizontales que aparecen cerca de la bocamina, para su desagüe, cuando filtra mucha agua por estar el barranco corriendo. Un ejemplo es la mina de Las Casas de Veneguera.

Las minas a cielo abierto son simples zanjas pero con alguna obra de fábrica; prácticamente coinciden con las llamadas madres de agua o azudes de derivación. Los minotes o minillas constituyen unas minas de corta longitud y poco hueco de filtración en barrancos estrechos.

Las minas de naturaleza mixta son túneles filtrantes que atraviesan tramos rocosos y tramos de aluviones, al comportarse como galería de risco varios tramos.

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