La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Opinión

Más que un logo

Más que un logo

Un año de trabajo han dedicado los responsables políticos y los técnicos de Turismo del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana en sacar adelante la nueva marca del destino, presentada ayer oficialmente. El tiempo empleado da la medida de la relevancia de la decisión. A partir de ahora, y previsiblemente por un tiempo más o menos prolongado, será la nueva imagen con que Maspalomas Costa Canaria se venderá en el competitivo mercado turístico internacional. La M y su + representarán al destino en las sucesivas ferias a las que asista; los eventos que organice (desde el Carnaval hasta al Día del Orgullo Gay o el Foro Internacional de Turismo, por citar solo algunos); los vídeos promocionales que renueve; los folletos y cualquier souvenir turístico que elabore y hasta las carpetas y folios que contengan los acuerdos que pueda firmar con turoperadores, compañías aéreas y resto de agentes del sector.

Condensar en una letra y una expresión aritmética lo que quiere representar el nuevo logotipo para un nuevo tiempo no es, desde luego, tarea fácil. Y para gustos, colores (nunca mejor dicho). Pero más allá del mayor o menor acierto en las tonalidades seleccionadas o en la utilización del signo más (al que es cierto que ya ha recurrido algún destino, pero que forma parte de la palabra Maspalomas por partida doble), la importancia del acto de ayer radica en lo que se oculta detrás de la marca. Porque M+ es, más que un logo, toda una declaración de intenciones.

Desde que, en 2012, Marco Aurelio Pérez tuviera la agilidad de solicitar y lograr que el Día Mundial del Turismo se celebrara en Maspalomas Costa Canaria coincidiendo con su 50 aniversario, la renovación del destino ha sido su prioridad: "Si queremos seguir siendo líderes de esta actividad en los próximos 50 años es necesario modernizarnos, mantener nuestras ventajas competitivas y, por tanto, la calidad de nuestro destino", advirtió. Han pasado casi cuatro años en los que el proceso de renovación avanza a trompicones. Las piedras en el camino han sido consecuencia de trabas legales (entre otras, el bloqueo de los planes de modernización y del avance del plan general de ordenación); inercias empresariales (si me va mal no puedo invertir en renovación y si me va bien, no es el momento); mínima inversión pública estatal (para modernizar la red de infraestructuras) o disputas empresariales (con tendencia a primar el interés particular sobre el general). La irrupción de fenómenos como el alquiler vacacional, con fuerte impacto en San Bartolomé de Tirajana por el alto grado de residencialización de algunos de sus núcleos turísticos (en los que su población residente ha pasado del 21% al 30%), ha venido a complicar aún más la gestión de una actividad integrada por una multiplicidad de operadores que a veces comparten intereses, pero otras muchas se confrontan.

Esta complejidad de la industria turística ha llevado a un lobby del peso de Exceltur a reclamar un mayor liderazgo de lo público en la gestión del turismo: "Corresponde a las instituciones públicas, ya sea a nivel municipal, insular, regional o nacional, ponernos a todos en sintonía", ha reclamado su vicepresidente José Luis Zoreda. El mérito del alcalde de San Bartolomé de Tirajana ha sido creer en ese papel más activo y de coordinación que corresponde jugar a su ayuntamiento. Y tomar la iniciativa para ponerlo, paso a paso, en práctica. Bien es verdad que para ello precisa de la implicación del propio sector, ya que los principales modelos turísticos de éxito son aquellos en los que funciona la colaboración público-privada. La nutrida presencia empresarial que asistió ayer al acto de presentación de la nueva marca del destino es un síntoma esperanzador. También hubo representación sindical e institucional (del Gobierno de Canarias y Casa África, entre otros) y la significativa ausencia del gobierno insular.

San Bartolomé de Tirajana recibe más de dos millones de turistas al año, representa el 68% del total de las plazas de Gran Canaria y el 62% de los ingresos del IGIC correspondiente a la actividad turística de la isla. Y dado que su economía depende en un 94% del sector servicios, "lo más" para Maspalomas Costa Canaria, además de un eslogan, sería convertirse en referente del nuevo modelo de gestión turística que no termina de consolidarse en Canarias. Un reto que precisa cambiar mentalidades y entender que el turismo, como Hacienda, "somos todos".

Compartir el artículo

stats