Desde las nueve de la mañana de ayer, el barrio de San Juan de Telde, específicamente la plaza, se preparaba para recibir a cientos de turistas llegados desde alojamientos vacacionales desde otros puntos de la Isla para celebrar en el municipio el Día Mundial del Turismo. Entre música folclórica, información sobre Telde y obsequios por la visita, los foráneos pudieron disfrutar de la degustación de helados artesanales con sabor a Canarias.
Nada más adentrarse en el barrio, la música de la parranda de los monitores del grupo folclórico del Ayuntamiento hacía sonar canciones típicas del Archipiélago. Mientras el "Andrés repásate el motor" se colaba por cada esquina, los extranjeros se acercaban a la caseta de color blanco situada próxima a la basílica de San Juan. Después de una visita al templo, pararse frente al jolgorio era una pauta casi obligada. El ánimo de los presentes y el buen tiempo crearon un ambiente perfecto para celebrar la jornada.
En el puesto, dos empleadas facilitaban a los visitantes información sobre el municipio, a la vez que proporcionaban postales con imágenes del mismo. Detrás de la mesa instalada, dos maniquíes lucían ropa típica canaria, con el fin de mostrar la vestimenta tradicional de las islas afortunadas.
Además de los conocimientos aportados para acercarse un poquito más a Telde, todo aquel que pasaba por el espacio de información se llevaba una caja con obsequios de la Isla. Así, llaveros o imanes fueron protagonistas entre los detalles ofrecidos, sin olvidar el color y aroma de las plantas típicas regaladas. Lavanda y esterlicias fueron dadas a diestro y siniestro como flora frecuente.
Al ritmo de la parranda, que no dejó de sonar en toda la mañana, alguno que otro se animaba a bailar y dejarse llevar con cada ritmo y sonido desprendido de los instrumentos musicales, entre los que destacaba y llamaba la atención el timple, así como las voces que no dejaron indiferentes. Muy cerca, la heladería artesanal El Canario, con su carrito portátil de color verde, refrescó el acontecimiento con helado cien por cien natural que recibió la aprobación de todos cuanto lo probaron desde por la mañana.
A medida que avanzó el día y las guaguas fueron llegando, la celebración se animó, hasta que se hizo la hora de la entrega de premios de agradecimiento a los propietarios de casas emblemáticas y viviendas vacacionales para alquilar. De esta forma, la concejala de Turismo, Celeste López, dio las gracias a Roger Jean Herrmann y a las hermanas Begoña y Elena Falcón, implicados con este negocio en el barrio teldense de San Francisco.
Poco después de este acto, al que también asistió el concejal de Deportes, Diego Ojeda, los foráneos se dispusieron a llevar a cabo una visita guiada y gratuita por San Francisco. Un viaje hacia el pasado del municipio a través de un recorrido sublime que dejó con buen sabor de boca a todos los participantes.
Cámaras para hacer fotografías, ropa cómoda, botellas de agua y mochilas con crema solar y otros objetos necesarios para un buen turismo, llenaron esta zona de la localidad de forma intencionada. Aunque diariamente Telde reciba multitud de extranjeros con ganas de descubrirla, el jolgorio de ayer supuso un evento especial que no podía dejarse pasar por alto.
Las sonrisas de los visitantes reflejaron, en cada momento, lo cómodos y arropados que se sintieron. Las palmas dieron aprobación a la música y lo rápido que vaciaban las tarrinas al helado, porque en Canarias siempre hace buen tiempo para una degustación así.
