La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Fogalera

El móvil inmóvil

Vecindario se está convirtiendo en un museo de esculturas al aire libre, algunas muy bellas, otras no tanto

La rotonda de Doctoral, sin título ni autor.

La primera vez que pasé por Vecindario de Santa Lucía, lo hice por el aire, en avión. Era a mediados del año 58, yo era paracaidista de la II Bandera con base en Las Rehoyas. Todos los meses íbamos en camiones al antiguo aeropuerto de Gando, allí nos ajustábamos el paracaídas y en el viejo Junker 52 nos dirigíamos a las Dunas de Maspalomas donde saltábamos.

El regreso lo hacíamos en los mismos camiones y cruzábamos por la antigua carretera general, así la llamaban, hoy espléndida y coqueta Avenida de Canarias, era la época en que Vecindario había cuatro o cinco tiendas de aceite y vinagre, dos o tres barberías, dos cines, una relojería, dos o tres zapateros, cuatro taxis y un cabo y cuatro guardias municipales arrriba en el pueblo.

A finales del año 68 comencé a pasar por Vecindario ya en mi coche, con bastante frecuencia por las tardes -noches, pues iba a los hoteles Oasis, Tamarindo y Costa Canaria donde solía hacer mi exposición de aquellos 'Mecanos indisciplinados y armónicos', como definiría el amigo Antonio Gala, que tanto interés despertó y tanto éxito tuve. Expuse en Barcelona, con motivo de la Feria Internacional del Automóvil: "Barcelona 70". Suecia y Nueva York en la galería Tudor - Studio en la Quinta Avenida. Esto es harina de otro costal.

A los que íbamos. En aquella época Vecindario tenía muy poca población. La mayoría de las casas eran terreras y muchos solares al descubierto. La población se fue incrementando a paso ligero con la masiva venida de colonos de otros pueblos del interior de la isla a trabajar en la zafra: plantaciones de tomateros, pepinos, pimiento0s y derivados.

Aquella carretera general de antaño se ha convertido hoy en una vía comercial con más comercios de todo tipo y más grandes -larga- que la calle Mayor de Triana de la ciudad.

Ya no se fabrican casas terreras y las pocas que aún quedan se salvaron por el parón de la construcción que al paso ligero que iba, hubieran acabado con todas. Ahora se fabrican espléndidos edificios de varias plantas con sus plazas de garaje. La mayoría de las viviendas tienen su garaje y sus vados correspondientes. Casi todos los coches y algunas con dos y hasta tres coches.

Ya no echan techos los domingos a base de sancochos y rones.

El motivo de tanto crecimiento sobre todo en la Avenida de Canarias se debe a que todas las habitaciones y salas que daban a la calle eran transforma-das en un negocio y las demás calles también.

Recuerdo ponerle gasolina al coche en un pequeño surtidor a manivela, junto a una habitación que era oficina de correos, en el Cruce, al lado del bar "La Estrella de Oro" la antigua.Hoy una docena de gasolineras y correos posee un espléndido edificio en la Avenida de Canarias.

Parece increíble que esta enorme llanura que fue casi inhóspita que al no tener montañas el fuerte viento lo arrastraba todo, haya cambiado tanto y poder hoy, debido al esfuerzo y tesón de aquellos hombres y mujeres, codo con codo, disfrutar de esta,casi así pequeña ciudad "hija predilecta" del pueblo de Santa Lucía. Que sí tiene su historia se la han ganado ganándole un pulso a pulso.

El meollo de la cuestión es que, Vecindario se está convirtiendo en un museo de esculturas al aire libre. Están repartidas por todas partes, en parques, rotondas, plaza, en las calles. Algunas son muy bellas, otras no tanto, hay de todo como en botica. A mí me ha llamado poderosamente la atención una que está situada en un pequeño parque con piso empedrado llamado Parque de la Era. Según me han dicho ese fue el punto neurálgico de la zona.

Como se puede apreciar en la foto que ilustra el escrito, se ve a una madre con su hijo en brazos y el marido con jace de varas de tomateros. La escultura está firmada por Santiago Vargas 1993. Hay una placa que pone: "Al trabajo y el esfuerzo del aparcero y su familia en el municipio de Santa Lucía. Gran Canaria" 28 de abril de 1994.

Está como si la hubiera colocado ayer.

Hay en toda la zona casi cincuenta y todas en perfecto es- tado.

Es altamente gratificante que en una barriada donde conviven más de cincuenta nacionalidades distintas con más de setenta mil habitantes muestren tanto urbanismo y civismos con su entorno.

Seguro que muchos no se dan cuenta, sobre todo la muchachada peatonal del móvil pegado a la oreja, otros no reparan en ellas, habrá algunos que no les den el valor que tienen, otros las miran pero no las admiran pero todos al unísono las respetan. Un diez para la muchachada y que cunda el ejemplo.

La otra que ha llamado mi atención es algo que han colocado a la entrada principal de la Avenida de Canarias en el Doctoral. Es una bella rotonda hay una especie de artefacto o ensamblaje metálico, está allí desde el 15 de octubre del 2000, lo dice una placa que hay en la base y pone: Art Structures.

Compartir el artículo

stats