Valsequillo volvió a convertirse durante esta medianoche en el gran escenario del combate épico que desde tiempos inmemoriales enfrenta a las fuerzas del bien y del mal que residen en todos los seres humanos sin excepción. Fue con la Suelta del Perro Maldito, una fiesta popular que en los 30 años de vida que celebra en 2016 ha conseguido traspasar los límites del pueblo para convertirse en una viva alegoría de nuestros tiempos en la que florece sin ambages una acerada crítica social de la que prácticamente nadie sale a salvo. El Perro Maldito, por una vez, sacó las vergüenzas de la sociedad en su conjunto.

Coincidiendo con la celebración de las tres décadas de lucha entre estas fuerzas antagónicas que toman Valsequillo como campo de batalla, el equipo que durante meses prepara con esmero este espectáculo teatral realizó una puesta en escena que recorrió varias de las calles aledañas a la iglesia de San Miguel con una comitiva más numerosa que nunca. Hasta 160 personas formaron parte de una representación que sorprenidió no sólo por su puesta en escena, sino también por la claridad conla que se logró transmitir la crítica social que siempre lleva incardinada en su mensaje.

El primer gran tema alegórico de la representación de este año fue la crisis mundial de los refugiados, personificada en el eslabón más débil de esta cadena, los niños que sufren las consecuencias del desplazamiento y la crueldad de las mafias. Estas redes de tráfico de seres humanos fueron representadas a través de la bruja, que parecía ser la única que estaba dispuesta a acogerlos, aunque sus motivos para hacerlo no tengan por qué ser precisamente los más loables.

La segunda gran crítica social de esta edición también estaba de algún modo relacionada con los refugiados, puesto que el colectivo que organiza la representación, la Asociación Cultural Suelta del Perro Maldito, quiso poner el acento sobre el comportamiento de la clase política. En esta batalla entre la bondad y la vileza, los políticos son los 'malos' de una película que el pueblo sufre como víctima en sus propias carnes.

Políticos perversos

Caracterizados con sus elegantes trajes de chaqueta y separados de la realidad del pueblo por una muralla formada por guardaespaldas y prostitutas, los políticos se convirtieron durante la Suelta en la representación de los excesos y la perversión humana. No sólo por la corrupción económica, sino por su indispensable implicación en el envilecimiento de la sociedad y el desgobierno, al crear problemas donde en realidad no los hay. En la representación de anoche en Valsequillo quien perdía es el pueblo, que se encuentra sin rumbo viendo cómo sus problemas no se solucionan mientras hay unos pocos que logran lucrarse cada vez más con tan triste situación.

Las críticas, sin embargo, no se quedaron sólo en los representantes de la cosa pública. Nadie se libró de las rabiosas mordidas de este Perro Maldito, que en este año del trigésimo aniversario de la fiesta no desaprovechó la ocasión para burlarse de la entrega con la que el pueblo sigue confiando en su aparición cada medianoche del 28 al 29 de septiembre por las calles del municipio de Valsequillo. Toda esta potente alegoría se vio acompañada en esta ocasión por una serie de novedades en la escenografía que fueron pensadas para hacerlas coincidir con el esperado aniversario de la fiesta. Entre ellas destacó la aparición de un grupo de bailarines que realizó una haka, la sobrecogedora danza tribal maorí que se se ha hecho popular a través de los partidos de fútbol neozelandés y que dejó a los miles de espectadores que abarrotaban el entorno de la plaza fascinados por su efectismo, al estar plagada de movimientos contundentes. También sorprendió la incorporación a la comitiva de zancos cuadrúpedos y de otros saltarines llamados jumpers , que añadieron un grado más de dramatismo a la escena.

Con tanto mensaje alegórico que transmitir y una participa-ción de actores y público mucho más amplia que en ocasiones anteriores, la duración de la representación de la Suelta acabó siendo un poco mayor que en ocasiones anteriores. Cuando todo terminó, cerca de la una de la madrugada, un gran espectáculo de fuegos artificiales diseñado por la pirotecnia San Miguel desbordó el cielo de Valsequillo.