Es muy extraño que un miembro del gobierno insular intervenga en el turno de ruegos porque es como pedirse una explicación a sí mismo, pero Gilberto Díaz fue ayer mucho más allá y lo utilizó para atacar directamente al portavoz del PP, Felipe Afonso El Jaber, al que pidió que no ofrezca datos erróneos en sus comunicados porque "el tema del empleo preocupa a muchos grancanarios". Puso como ejemplo que no es cierto que su departamento haya perdido dinero para empleo del Gobierno canario, cuando en realidad, a su juicio, ha recuperado una subvención que no pidió el PP en 2013.
El expresidente Bravo de Laguna pidió intervenir para señalar que "es la primera vez en la historia" que un consejero usa los ruegos para dirigirse a otro grupo y pidió que se consultara al secretario del Cabildo si eso se podía hacer. Morales dijo que ya lo haría en otro momento, lo que sorprendió aún más a la oposición.
Afonso El Jaber tiró de sarcasmo y se mostró "encantado" de que le hagan ruegos a él, aunque advirtió que poco puede hacer porque no gobierna. También aprovechó para contraatacar y acusó a Díaz de ser "uno de los peores consejeros de este gobierno, pues acumula retrasos en todos los planes de empleo". Morales salió en su defensa y recriminó al portavoz del PP que "mienta y juegue con las necesidades de empleo de los grancanarios".
Bravo volvió a pedir la palabra y leyó el reglamento, que en su artículo 78 explicita que los ruegos se dirigen a los miembros del gobierno, por lo que pidió que el de Díaz se elimine del acta porque sentaría un precedente "muy delicado". Morales aceptó pedirle un informe al secretario.
Ese fue el momento más tenso del Pleno, porque el debate sobre la colocación de la bandera de las siete estrellas verdes discurrió por los cauces previstos y la moción de Bañolas, rebajada por el tripartito para evitar posibles recursos judiciales, se aprobó con el único voto en contra del PP.
De hecho, la salsa no estuvo en la discusión sobre la insignia de las siete estrellas, sino sobre el mástil de la bandera gigante de la Fuente Luminosa. Bravo de Laguna pidió que se coloque allí la bandera de Gran Canaria porque el gasto principal ya se hizo en su día y "el palo pelado" ofrece mala imagen.
El tripartito se negó a izar las superbanderas por el despilfarro que supone su mantenimiento, entre 40.000 y 18.000 euros según las versiones. Lucas Bravo emplazó al gobierno a "atreverse" a quitar el mástil si no piensan utilizarlo más.
Carmelo Ramírez apostó por dejarlo tal como está para que "quede como monumento al despilfarro, el derroche y la prepotencia del personaje que la puso", José Manuel Soria. "Ya sé que ustedes los del PP ven el mástil pelado y les recuerda a cuando él habitaba entre nosotros, pero no hemos pensado en desmontarlo", ironizó.
